Ryan Gosling en 'El especialista'
De profesión, duros: 'El especialista', la película que reivindica un oficio en peligro de extinción
La nueva comedia de acción de Ryan Gosling homenajea a una de las figuras más sacrificadas y anónimas del mundo del cine: el 'stuntman'.
26 abril, 2024 02:04Dirigida por el estadounidense David Leitch (Kohler, 1975), uno de los responsables de la saga de John Wick, coordinador de stunts y stuntman él mismo durante años, El especialista es la historia de uno de esos profesionales de la caída, los golpes y el riesgo máximo, siempre ocultos tras las estrellas, convertido en investigador a la fuerza para salvar la película en que trabaja.
Ryan Gosling, que ya fuera especialista en Drive (2011) y detective en Dos buenos tipos (2016), hace gala de su carisma para la comedia y la acción en un filme que se inspira en la serie televisiva del mismo título original: The Fall Guy (1981-1986), con Lee Majors como especialista de día y cazarrecompensas de noche, producida por el mítico Glen A. Larson.
Aunque The Fall Guy nunca se emitió en España, gozó de gran popularidad, siendo conocida en Latinoamérica como Profesión peligro, formando parte de un ciclo de filmes y series que, desde finales de los setenta a mediados de los ochenta, convirtieron en héroes de película de acción a los verdaderos responsables de la acción de los héroes de película: esos stuntman que, a falta de otro término mejor, llamamos especialistas. Una profesión casi tan vieja como el propio cine.
Procedentes del mundo del circo, los espectáculos de feria y las exhibiciones deportivas extremas, gimnastas, acróbatas, bailarines, cowboys, aviadores, luchadores profesionales y pilotos de carreras encontraron en el cine un nuevo mundo en el que desarrollar sus peligrosas actividades, a menudo con mejores condiciones salariales y más seguridad que en sus espectáculos en vivo.
Peleas, tiroteos, persecuciones
Aunque durante el periodo silente aún tardaría en establecerse como profesión, muchas cintas pioneras pronto necesitaron dobles de acción para mantener a salvo a sus protagonistas, además de dotar de verosimilitud y espectacularidad a peleas, tiroteos y persecuciones. Fueron años duros, en los que a veces resulta difícil descubrir dónde empieza el actor y acaba el especialista… y viceversa.
La gran figura de los rodeos Tom Mix llegó a Hollywood en 1909 para participar como especialista en los wésterns del momento, convirtiéndose rápidamente en estrella, con su propio especialista detrás: Jack Montgomery, quien tras un tiempo como su doble de acción se transformaría a su vez en protagonista de wésterns.
No era raro que algunas estrellas interpretaran sus escenas de riesgo, especialmente en el cine cómico. Los grandes del slapstick como Buster Keaton, Harold Lloyd, Charles Chaplin y los Keystone Cops concebían y protagonizaban sus complejas coreografías de peligrosos gags, arriesgando su vida por el arte en locas persecuciones, golpes, derrumbes y escaladas míticas como las de El hombre mosca (1923) de Lloyd o El héroe del río (1928) de Keaton.
Buster Keaton en 'El héroe del río' (1928)
No tardarían en establecerse compañías profesionales para proveer a las productoras de especialistas formados y probados, con papeles en regla y asegurados. Se desarrollarían así también distintas especialidades: conductores, jinetes, expertos en caídas, combates, persecuciones, escenas submarinas o explosiones, cuando no todo o casi todo a la vez.
Ignorados por la crítica, sin categoría en los Oscar de la Academia e invisibles para gran parte del público, sin ellos, el cine y, sobre todo, el cine de acción, no existiría tal como lo conocemos.
No son pocos los stuntmen, cascadeurs (como dicen los franceses) o especialistas y dobles de acción, como queramos llamarlos, que se han dejado la piel, literalmente, delante de las cámaras. Hay más snuff movies de las que creemos (aunque, aviso para morbosos, sus muertes no llegan casi nunca a formar parte del filme terminado).
El vuelo del Fénix (1965) y Top Gun (1986) costaron la vida a los pilotos Paul Mantz y Art Scholl, respectivamente; xXx (2002) se llevó por delante al doble de Vin Diesel, Harry O’Connor, y la saga iniciada con El cuervo (1993) acabó con su estrella, Brandon Lee, y con el actor y especialista de artes marciales Marc Akerstream en la serie televisiva del mismo personaje.
La lista, por supuesto, sigue y sigue. Pero también ha habido especialistas convertidos en estrellas: Yakima Canut, doble de John Wayne, fue justamente reconocido por su carrera, protagonizando varias películas.
El motorista acrobático Evel Knievel fue objeto a lo largo de las décadas de más de media docena de filmes y hasta de una ópera rock. Un cáncer de páncreas logró en 2007 lo que incontables caídas, miembros y costillas rotos no consiguieron durante veinte años de espectaculares saltos dentro y fuera de la pantalla.
Con el auge del cine de acción en los setenta y ochenta, varias películas celebraron a los especialistas y sus hazañas.
Comedias como El animal (1977) con Jean-Paul Belmondo o Hooper, el increíble (1978), dirigida por el especialista Hal Needham a mayor gloria de su alter ego Burt Reynolds –su relación inspiraría a Tarantino Érase una vez... en Hollywood (2019)–; dramas de época como El carnaval de las águilas (1975), con Robert Redford; locuras como Profesión: el especialista (1980) de Richard Rush, con Peter O’Toole; thrillers como Hollywood Man (1976) o Stunts (1977)…
Jean Paul Belmondo en 'El animal' (1977)
Genios polifacéticos
Hal Needham, aparte de pioneros como Victor Fleming o George Montgomery, iniciaría la tradición de especialistas convertidos en directores: Buddy Van Horn, colega de Clint Eastwood; los genios polifacéticos de Hong Kong, Bruce Lee, Jackie Chan y Yuen Woo-Ping, el olvidado Craig R. Baxley o la parentela de Chuck Norris: su hermano Aaron y sus hijos, Mike y Eric.
Así, hasta llegar a la nueva ola de Nash Edgerton, Chad Stahelski, los hermanos Scott y Eric Roman Waugh, David R. Ellis o David Leitch, director de El especialista.
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Reivindicados por Álex de la Iglesia en 800 balas (2002), Almería fue la gran escuela de los especialistas españoles. Han sido inspiración para superestrellas como Tom Cruise, Charlize Theron, Keanu Reeves, Angelina Jolie, Jason Statham, Michelle Rodríguez, Harrison Ford o Arnie y Sly, quienes interpretaron a menudo sus propios stunts.
En un panorama cada vez más digital, virtual y falso, los especialistas, esos tipos duros de matar, son el último bastión de una realidad física, visceral, emocionante y peligrosa que, si desaparece un día, representará, sin duda, la muerte del cine de acción.
