Ante esta realidad, las administraciones públicas no pueden más que establecer hojas de ruta que sirvan de palanca ya no sólo para favorecer la implantación de este tipo de herramientas en su tejido empresarial sino también para utilizarlas para sus propios procesos.

Hace un año, Aragón ya aprobó -vendiéndola como pionera a nivel europeo- la Ley de Tecnologías en la Nube, que se componía de medidas tanto para las empresas como para la propia administración.

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Ahora ha sido Andalucía, esta misma semana, la que ha seguido la estela aragonesa aprobando la formación de la I Estrategia Cloud de Andalucía 2030. El Consejo de Gobierno de la Junta ha aprobado este plan que busca fomentar la implantación de una infraestructura de nube en la administración, que sea "híbrida, flexible y segura y que asuma las necesidades de cómputo y almacenamiento de los sistemas de información y aplicaciones de los diferentes organismos que la componen".

Según informan desde el gobierno regional, la estrategia está orientada a acelerar los proyectos y servicios que se ofrecen a la ciudadanía a través de infraestructura tecnológica más rápida y flexible, "buscando con ello favorecer la transformación tecnológica en Andalucía, así como la adopción de innovación por parte de los distintos agentes que la integran".

Por lo tanto, "es fundamental que haya una evolución tecnológica hacia un escenario basado en servicios en la nube, que aportarán beneficios como flexibilidad en el uso de recursos informáticos, mayor capacidad del procesamiento y almacenamiento de datos, mejora en la gestión de la seguridad y la privacidad de la información, una mayor velocidad y agilidad en la entrega de nuevos servicios TI y reducción de costes en infraestructuras y sistemas informáticos".

La estrategia será coordinada por la Agencia Digital de Andalucía e impulsará que la Junta de Andalucía disponga de las infraestructuras tecnológicas necesarias para su modernización, posibilitando así las bases para lograr "una administración digital del siglo XXI: cercana, eficiente, segura, útil, generadora de valor y, por supuesto, cien por cien digital".

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En ese sentido, el gobierno andaluz se declara "consciente de la necesidad de acelerar el proceso de transformación digital para responder a las necesidades derivadas del incremento de la interacción por medios digitales con una ciudadanía cada vez más preparada y la elaboración de esta Estrategia Cloud es un ejemplo de ese compromiso", informan las mismas fuentes.

De esta forma, estas medidas se implantarán en una clara apuesta por un modelo de crecimiento de las infraestructuras tecnológicas que atienda a criterios de sostenibilidad y transición ecológica y contribuyendo a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las metas establecidas en la Agenda 2030.

Esta Estrategia Cloud se une a otras en las que el gobierno andaluz ya está trabajando, como la Estrategia Andaluza de Ciberseguridad 2022-2025, el Plan de Capacitación Digital de Andalucía 2022-2025, la Estrategia Andaluza de Inteligencia Artificial 2023-2030, la Estrategia Andaluza de Administración Digital centrada en las personas 2023-2030 y la Estrategia Andaluza para la Creación Audiovisual y de Contenidos Digitales.

La apuesta por los servicios de infraestructura en la nube es clara en todo el mundo, incrementándose su uso año tras año.

Cifras de impacto

Así, el gasto mundial en estos servicios creció un 29% en 2022, hasta alcanzar los 247.100 millones de dólares. En esa misma línea, las previsiones subrayan que el mercado cloud nacional crecerá más de un 21% en 2023 y, además, el 40% del gasto total en TI estará asociado a tecnologías en la nube, cifra que seguirá aumentando hasta alcanzar el 80% en 2025.

Como decíamos, Aragón ya vio ese potencial a la hora de aprobar un cuerpo legislativo propio en la comunidad autónoma. La norma persigue el impulso de estas tecnologías en el territorio aragonés, así como la generación y actualización del talento y las nuevas habilidades dentro del sector de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones de Aragón.

Con esta norma, desarrollada en su día por la entidad pública Aragonesa de Servicios Telemáticos, dependiente del departamento de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento, Aragón quería prepararse ante el reto tecnológico, creando un ecosistema de negocio digital alrededor de las tecnologías en la nube, de bajo impacto medioambiental y democratizador con la innovación.

La ley se estructura en seis capítulos y 39 artículos, encaminados a alcanzar la mayor implantación y desarrollo del cloud en Aragón, partiendo de la administración pública, pero facilitando también su adopción por otros agentes.