Asociaciones y entidades de la comarca alicantina de la Vega Baja han pedido una reunión con la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, para exponerle una serie de propuestas que alivien los efectos de posibles lluvias torrenciales, mejoren la calidad y cantidad de agua que recibe la huerta tradicional y garanticen la soberanía alimentaria.

La Asociación Segura Transporte Vega Baja, los juzgados privativos de aguas de Almoradí y Rojales y las comunidades de regantes Carrizales (Elche) y San Felipe Neri (Crevillenet) han redactado un escrito, con fecha del 7 de mayo, donde piden una serie de medidas “ante la falta de respuesta de las administraciones públicas competentes, tanto en planteamiento como en obras con posterioridad a la grave inundación sufrida en la comarca en 2019”.

Entre otras medidas, plantean laminar todas las ramblas que vierten al río o a la Vega Baja para “ralentizar las avalanchas de agua de lluvia" y estudiar "la posibilidad de utilizarla posteriormente”, así como ampliar la capacidad de evacuación del río Segura y modificar o eliminar la separación del cauce vieja y el nuevo, “al menos desde la salida del Convenio-Mayayo hasta el mar, limpiando los sedimentos y haciendo un mantenimiento periódico del cauce”.

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Estas entidades hablan también de “cambiar los espigones de la desembocadura del río Segura, prolongando el brazo norte y recortando drásticamente el brazo sur, para facilitar la salida fluvial e impedir la entrada del reflujo del mar procedente del Levante”, o de la necesidad de estudiar “cómo recoger y dar alternativas de evacuación de los caudales aportados por las ramblas”.

“Remodelar y ampliar la red de azarbes de la Vega Baja, Reina, Mayayo, Abanilla y Convenio, redimensionando los cauces para que evacuen de manera efectiva los caudales recibidos y dar una solución a los obstáculos que suponen la N- 332 y la red de autovías que se han construido y no facilitan la evacuación del agua de lluvia” son otras de las propuestas.

Desde estas asociaciones y entidades persiguen asimismo mejorar la calidad del agua y piden que “todos los vertidos al cauce del río sean tratados por depuración de sistema de terciario avanzado y se controlen y traten las aportaciones de retornos que están muy contaminadas de sales como cloruro, sodio o nitratos”.

En cuanto a la soberanía alimentaria, demandan actuaciones adecuadas para “ordenar el territorio, proteger las tierras fértiles de la comarca y fomentar el consumo del producto local”.