El Hormiguero incorporó hace casi cuatro años a su programa la sección 'El espía tecnológico', con la que advierte a sus espectadores de los peligros que existen en Internet. Sergio González, más conocido como Suko, es la cara visible de esta sección, aunque el colaborador también trabaja como guionista del formato.

Este martes, 16 de abril, Pablo Motos recibió a Álvaro Morte en el programa, para presentar su nuevo proyecto internacional, la película de terror Inmaculate. El actor habló sobre el difícil mundo de la interpretación y desveló que tiene talasofobia. Después de la entrevista, Suko advirtió de un nuevo negocio en el que ya han caído 360.000 españoles.

El informático y cómico de Puertollano (Ciudad Real) lanzó una pregunta a Motos y al invitado: "¿Vosotros os dejaríais escanear los ojos si yo os diese 20 euros?". Ambos negaron con la cabeza: "Nunca, soy anti dar datos", aseguró el presentador del programa.

Pablo Motos y Álvaro Morte durante la sección de 'El espía tecnológico'. ATRESMEDIA

El de Puertollano explicó que 360.000 españoles ya lo habían hecho: "Durante los últimos meses, han puesto en algunos centros comerciales unas esferas metálicas que registraban los iris de las personas a cambio de criptomonedas, lo que venía siendo al cambio unos 20 euros".

Detrás de este proyecto está Worldcoin, una empresa dirigida por Sam Altman, creador de ChatGPT, que ya ha captado a miles de clientes en España. No obstante, una investigación de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) iniciada tras varias denuncias de clientes ha parado esta actividad. "Aunque no se esté haciendo, se está liando la de Dios...", aseguró el colaborador del programa.

Los peligros de esta nueva moda

Motos preguntó a Suko por la finalidad de este nuevo negocio: "¿Para qué quieren el iris de la gente?". Tal y como explicó el colaborador, "quieren crear un nuevo dato personal, igual que existe el nombre, el apellido o el DNI, que sea mucho más propio de un ser humano que de una máquina". Se trataría, señaló, de una especie de DNI digital que nos diferencie de la Inteligencia Artificial para que, por ejemplo, en el futuro, "si alguien sube un vídeo, se pueda saber si lo ha hecho un ser humano o una máquina".

Motos se interesó por saber quién está detrás de este nuevo negocio. "Si esto te lo piden a nivel gubernamental, me parece medio bien que quieran llegar a una manera de diferenciarnos de las máquinas, pero que lo haga una empresa privada es una cosa muy extraña", apuntó Suko.

Esta nueva moda preocupa a los expertos, aseguró Suko, ya que conlleva numerosos peligros. "Lo que se puede sacar del iris de nuestros ojos son datos muy personales y únicos. Esto es peligrosísimo", apuntó el informático. Y es que, con estos datos, las compañías podrían "suplantar la identidad de la gente sin ningún tipo de problema, sin pedir permiso, siempre que quisiesen". "En un futuro, un hackeo de este tipo de datos podría ser superpeligroso", advirtió.

Este negocio es especialmente peligroso por una razón, que el iris es único. "Nadie tiene el mismo iris, te roban en una contraseña y mañana la cambias, pero el iris no te lo puedes cambiar", explicó Suko.

[Tu iris a cambio de una criptomoneda: el polémico proyecto de Sam Altman que ya opera en España]

La compañía responsable de esta moda defiende que se trata de un negocio seguro, pero el colaborador de Motos aseguró haber encontrado "alguna brechita" en los términos y condiciones. Entre ellas, que puedan compartir los datos con "vendedores y proveedores de servicios ajenos". En resumen, explicó, "que el problema es tuyo por haber dicho que sí. Y la gente no se da cuenta de estos problemas".

Tras la paralización de su actividad, la compañía denunció a la AEPD. "Empieza una guerra hasta que ayer recula y dice que quiere volver a España y hacer una serie de cambios en la privacidad" como "poner una verificación más seria en cuanto a los mayores de edad" por lo que, advirtió Suko, "antes habría muchísimos menores". No obstante, para aquellos que hayan caído en la estafa, hay esperanza, ya que el informático señaló que "podrían llegar a pedir que borrasen sus datos".