El trabajo del futuro, de la mano de la nueva universidad

Nos adentramos en el futuro de la educación a través de la visión de la Universidad Camilo José Cela, desde donde se apuestan por nuevos modelos para afrontar los retos que nos presenta el mañana educativo y laboral.

En la enseñanza, al igual que en cualquier otro sector, se aplica el lema de adaptarse o morir. Y en la enseñanza universitaria, la más cercana a la salida laboral, esa adaptación pasa por adecuar y dimensionar la oferta a la demanda del mercado, un caballo de batalla tradicional en la docencia española, especialmente sensible en plena conversión digital y tras una década con la tasa de desempleo en doble dígito. 


Si hablamos de titulados universitarios, según el último informe de la Fundación CyD, más de un 14% está en paro y otro 30% trabaja en empleos de baja cualificación. Además, según datos de la OCDE, España es uno de los países de la Unión Europea con mayor porcentaje (41%) de jóvenes entre 25 y 35 años con estudios superiores, cinco puntos por encima de la media de la Unión Europea. Un alto porcentaje significa una generación formada, pero no necesariamente en las profesiones que demanda el mercado.

Mientras que hay sectores con altas tasas de desempleo entre sus titulados, por una sobreoferta de mano de obra o por la propia decadencia del sector, las empresas alertan de la escasez de los llamados perfiles STEM (por sus siglas en inglés: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) con los que satisfacer su conversión digital, una brecha generalizada en la UE, a excepción de Reino Unido, Suecia y Francia. La demanda de trabajadores con ese perfil STEM crece un 14% anual pero solo un 7% de los universitarios elige esas ramas.

Perfil transversal

Reducir la brecha implica analizar la demanda de mercado no solo presente sino también a medio y largo plazo, predecir cómo será el trabajo del futuro. Algunas profesiones evolucionarán y surgirán otras nuevas, relacionadas con los avances tecnológicos y los cambios sociales. Sirvan de ejemplo los community manager o los analistas SEO, de los que no habíamos oído hablar hace una década y que hoy son comunes, y fundamentales, en cualquier empresa.

Un estudio de la Universidad de Oxford señala que los empleos relacionados con procesos mecánicos o con servicios automatizables son los que están en mayor riesgo de extinción, digamos cajeros de tienda o agentes de viajes, cuya labor la puede realizar el propio consumidor desde plataformas digitales como Amazon, eBay o Booking. En el otro lado de la balanza, los perfiles con mayor demanda serían aquellos ligados a la tecnología e internet, áreas como la realidad virtual, la robótica o la ciberseguridad, entre otros. También tienen buenas expectativas aquellos relacionados con la salud y el bienestar, por el progresivo envejecimiento de la población, así como el turismo, el ocio o las energías alternativas.

Históricamente el expediente académico jugaba un papel esencial para ser un candidato diez, pero se demandan cada vez más profesionales híbridos, que cuenten con conocimientos diferenciales y competencias transversales. En esa dirección están trabajando ya algunas universidades, adaptando su metodología para ofrecer una formación con mayor énfasis en las competencias. Se amplía la oferta académica, con una mayor variedad de grados, másteres y doctorados, porque la empleabilidad pasa tanto por atinar con una carrera “con salidas” como por la diferenciación, ir más allá de los formatos tradicionales, añadir a los estudios ‘genéricos’ una especialización posterior.

Víctor Colmenarejo

El modelo de aprendizaje e institucional de la Universidad Camilo José Cela en tres grandes ejes: aproximación interdisciplinar, mentalidad innovadora y escala internacional.

Una universidad adaptada al siglo XXI

Es el modelo de la universidad Camilo José Cela, que ha creado cuatro nuevos grados, con estancias internacionales en varios continentes, enfocados a profesiones del futuro. Uno en Gestión Urbana, para formar líderes en el desarrollo sostenible, una materia de creciente importancia, dado que para 2030 se espera que un 70% de la población mundial viva en ciudades.

La Camilo José Cela oferta también un grado de cuatro años en Empresa y Tecnología, una vuelta de tuerca al tradicional ADE, poniendo el acento en la transformación digital, la aplicación del Big Data a las decisiones empresariales. Además, cuenta con otro programa de tres años en Artes Digitales, que combina la formación en procesos artístico-creativos con un conocimiento de herramientas tecnológicas aplicadas. Y, por último, pone en marcha este curso un grado de cuatro años en Comunicación, que unifica las tres ramas tradicionales de las facultades de información: Periodismo, Comunicación Audiovisual y Publicidad y RRPP.

Por otra parte, la Universidad Camilo José Cela oferta también un Pre-college Humanities Sciences and Technology, un programa innovador, donde se fomenta la transversalidad a través de una mezcla de diferentes temáticas relacionadas con las humanidades, la creatividad audiovisual, el futuro tecnológico en la cultura, la arquitectura o la salud.

El rector, Samuel Martín-Barbero, basa el modelo de aprendizaje en tres grandes ejes: aproximación interdisciplinar, mentalidad innovadora y escala internacional. Su programa poliédrico La Colmena permite, desde una concepción transversal y multidisciplinar, que todos los alumnos adquieran conocimientos más allá de cada especialidad. Cada estudiante de la Camilo José Cela, con independencia del grado elegido, cursa cada año asignaturas de este programa con el fin de incorporar a su desarrollo personal y profesional nuevas perspectivas y competencias.

La universidad debe estar muy atenta a lo que acontece en el mercado laboral, pero no sólo al mercado laboral de hoy, sino al mercado laboral del mañana.

Víctor Colmenarejo
Campus UCJC