El cuaderno que descubre el amor entre Rubén Darío y Francisca
Las cartas que el poeta nicaragüense escribió al amor de su vida, nacida en Ávila, analfabeta y su gran ayuda para centrarse en la escritura y olvidar la bebida.
16 septiembre, 2016 01:05Noticias relacionadas
El cuaderno de hule negro que llevó consigo Rubén Darío durante su viaje a Nicaragua de 1907 a 1908 se ha expuesto por primera vez al público este jueves en la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid (Calle Noviciado, 3). Éste y otros tesoros del poeta nicaragüense componen la exposición Una historia en fragmento de papel, que podrá visitarse hasta el próximo 22 de diciembre.
La mejor prueba de que los dos amores del poeta fueron Francisca Sánchez y su hijo Rubén Darío Sánchez 'Güicho' es este cuaderno. En él hay dibujos y garabatos del pequeño, caligrafía que hacía Francisca y con la que aprendío a escribir y a comunicarse con su amado. Y también sus páginas sirvieron para escribir La isla de oro, una de sus novelas más relevantes. El Centro de Editores ha aprovechado el centenario de la muerte del poeta para hacer una tirada de cien ejemplares de este cuaderno, numerados y firmados por el editor.
La pasión entre Darío y Sánchez se alimentaba en la distancia con palabras, las que utilizaban para escribirse las cartas de amor más maravillosas del mundo. Algunas de las cuáles pueden contemplarse en esta exposición, ya que Francisca las donó en 1956 al Ministerio Español de Educación Nacional.
Ella fue su musa, a su lado escribió algunas de sus obras magistrales como Cantos de vida y esperanza o Tierras Solares. Francisca pasaba las noches en vela a su lado cosiendo y practicando la escritura para que a él no se le fuera la inspiración y evitar que cayera en las garras del alcohol. Sólo conseguía estar abstemio cuando pasaba largas temporadas con ella.
Por eso le dedicaba cartas como esta:
Budapest, 1904 Mayo 16 Mi querida hijita, Ya voy por la mitad del viaje y felizmente no tengo ninguna novedad. Dios quiera que tú estés bien como te dejé y el tataicito lo mismo. No te he escrito antes porque vamos volando y no nos detenemos casi en ninguna parte. En Venecia espero encontrar cartas tuyas y de Sedano. Escríbanme ahora al consulado Argentino en Napoli, Italia. Te mando muchos besos y abrazos y recuerdos a Theodora y familia. Tengo muchísimas cosas que contarte. Como siempre te digo que te quiero mas que a todo, mas que a "mi pellejo”. Y pronto nos veremos. Tuyo ,Tatay
Su flechazo también es digno de la literatura, de ahí que su nieta, la periodista Rosa Villacastín, decidiera homenajearla hace un año publicando la novela La Princesa Paca (Ed. Plaza y Janés), para la que contó con la colaboración del poeta Manuel Francisco Reina. Un éxito de ventas que ha traspasado fronteras y que ha arrasado en el mercado latinoamericano. Y que ha sido adaptado a la pequeña pantalla por la productora La Cometa TV que ha empezado ya el rodaje de la miniserie, con el mismo título, que emitirá TVE próximamente. La actriz Irene Escolar, Goya a la mejor actriz revelación en 2016, dará vida a Francisca Sánchez y Daniel Holguín a Rubén Darío. Ana Wagner, Luisa Martín y Álex Albarracín también se encuentran en el reparto de este ambicioso proyecto audiovisual que dirige Joaquín Llamas.
El comienzo no puede ser más cinematográfico. Primavera de 1899, Casa de Campo de Madrid. Rubén Darío, enviado especial del diario argentino La Nación, paseaba con Ramón del Valle-Inclán. Ella, hija del jardinero del rey Alfonso XIII, tenía entonces 24 años y le regaló una flor para la solapa. El poeta quedó prendado de su belleza y su frescura. Tanto, que volvió a buscarla al cabo de unos días. Ahí comenzaría esta historia de amor de una mujer que fue una adelantada para su época en todos los aspectos. Él tampoco se equivocó y sabía a quien le donaba todo su legado. Así lo hizo constar en el testamento y en esta nota escrita de su puño y letra. "A Francisca Sánchez dejo todo lo que tengo, rentas o bienes. Ella ha sido mi compañera. Ella ha sido mi buena amiga. En caso de que ella falleciera, todo queda para su hermana María Sánchez. París, 22 de febrero de 1905".
Y ella supo ser generosa. Por eso sus nietas Rosa y Ángeles Villacastín estaban orgullosas este jueves durante el acto de inauguración de la exposición. Su abuela tuvo la visión de donar esta parte de su vida y la del poeta que ninguna poesía podría haber mostrado. Francisca Sánchez, siempre nos acompañará...