"Julio le fue infiel a Isabel desde el primer día. Era tan celoso que la encerraba en el hotel"
Pilar Eyre reconoce que 'Un amor de Oriente' es una biografía no autorizada del matrimonio de Isabel con el cantante. Los secretos de seducción de la filipina quedan al descubierto.
5 octubre, 2016 00:51Noticias relacionadas
"La novela de la que todo el mundo hablará", así se promociona el último libro de la periodista Pilar Eyre, finalista del Premio Planeta con Mi color favorito es verte. Un amor de Oriente (Ed. Planeta) es una biografía íntima y secreta de Muriel (Isabel Preysler) y Luis (Julio Iglesias). Este martes ha empezado la promoción en Madrid y se cita con JALEOS, en el Hotel de Las Letras. Eyre esta guapa, radiante, ilusionada, coqueta, enamorada... Y cuando empieza hablar no hay quien la pare.
¿Es una biografía de Isabel Preysler o no?
Con lo que te voy a decir, me voy meter en un lío. Yo no me veo a mí misma montándome una película y fingiendo lo que no es. El libro es una biografía de Isabel Preysler, la verdad es que yo estaba escribiendo otra cosa, pero me llamaron de la editorial y me la encargaron, yo investigue la vida de Isabel con el mismo rigor que he hecho otros libros. He hecho una biografía novelada. Lo entregué a la editorial, les gustó mucho, pero como había mucha intimidad y había escenas delicadas e incluso escandalosas dijeron "vamos a pasarlo por el equipo jurídico". Éste dijo que el libro con los nombres auténticos de Isabel y Julio no podía salir. Tuvimos que cambiar los nombres de los protagonistas. Pero yo ahora no me veo vendiendo una novela diciendo que son dos personajes que se parecen a Julio e Isabel. Hice una biografía novelada de Isabel Preysler en la que se retratan dos personajes que no tienen nada que ver con el Julio y la Isabel que nosotros conocemos.
¿Por qué el Julio y la Isabel que conocemos no tienen nada que ver con los que nos descubre Eyre?
Ella era una niña cuando vino de Filipinas, pero no inocente. Había tenido un amor absoluto apasionado en Manila y por eso los padres la enviaron a España. La madre le dijo "pórtate bien" y ella no le hizo caso, porque al poco tiempo estaba casándose embarazada y se casaba con un hombre que o él la engañó a ella o ella tuvo una imagen de él que no se ajustaba a la realidad. Ella creía que él era un cantante importante, que renqueaba un poco porque había tenido un accidente de coche, creía que dejaría la canción tarde o temprano y que sería abogado.
Creía que sería un buen marido y un buen padre de sus hijos. Julio no era nada de esto. Era un cantante que no ganaba dinero. Por eso, para llegar a final de mes, tenía que pedir ayuda a sus padres. Había ganado el Festival de Benidorm pero por influencias de su padre con el régimen, maniobrando para que se lo dieran. Era denostado por la crítica, a veces en los conciertos no tenía ni siquiera dinero para pagar a los músicos. No tuvo un accidente de coche, esa cojera es por un hecho que yo revelo en el libro, que es totalmente distinto y luego no fue ni buen padre ni buen marido.
¿Le era infiel?
Desde el mismo viaje de novios. Y encima, como todos los infieles, era un celoso enfermizo. Él también se engañó porque creía que Isabel era un chica sumisa, oriental, que sería la mujer ideal de todo artista, que aguntaria todos lo embates de la vida pública. Y se encontró con una mujer que era fuerte y compleja. En esta pareja el simple es Julio y la compleja es Isabel.
Y así empezó una relación de siete años que fueron un infierno en gran parte y que evolucionó de una manera paralela como evolucionó la situación de la mujer en España. Yo tengo la misma edad que Isabel y tuvimos que pasar del colegio de monjas a la liberación sexual en tan solo siete años. Y la mujer que renació de su matrimonio con Julio es la que ahora conocemos.
Dice que ella vino de Filipinas tras un fracaso amoroso por lo que no era virgen en ese aspecto. Sin embargo, el primer hombre al que conoce en nuestro país, la deja embarazada. Entonces, ¿Chabeli no fue una niña buscada?
No, no, ella estaba desesperada. Cuando se enteró, ella no quería casarse. Quería tener a su hijo en San Francisco, dónde tenía una tía y que nadie se enterara. De hecho, el día de la boda lloraba tanto que hasta el cura decía: "nunca he visto a una novia llorar tanto". La boda fue ya una escenografía de lo que iba a ser su matrimonio futuro. Estaba lleno de invitados y fans pagados por su mánager. Incluso este le pidió a Isabel que mintiera y dijera a los periodistas que el vestido, que le había hecho su modista de toda la vida, Mercedes Ojén, era de Pedro Rodríguez. Su vida de casada ya empezó con un engaño.
¿Es usted amiga de Isabel y de Julio?
Yo tengo con ellos una relación de periodista, no soy amiga, ni me han invitado a la boda de sus hijos ni yo a la del mío. Soy simplemente periodista y les he entrevistado a los dos y la verdad es que Isabel no sabía nada de que yo estuviera escribiendo esta biografía. Y las últimas veces que he he hablado con ella, en los últimos tiempos, no le había dicho que estaba escribiendo este libro. Era un proyecto que llevabamos en secreto en la editorial. Se lo voy a enviar y a dedicar hoy, como he hecho con todos mis anteriores libros. Y si me preguntas cuál va a ser la reacción de ella, te digo que no le va a gustar. Ella hubiera preferido que no se escribiera.
¿Por qué?
Porque desvelo mucha intimidad y porque seguro que en el libro hay cosas que a ella le va a doler recordarlas porque realmente fue un matrimonio duro. Él por ejemplo, no le dejaba llevar ni falda, le hacía abrocharse la blusa hasta arriba. En una convención en Mexico D.F había muchos políticos españoles y estaba Julio actuando en la sala de espectáculos. Isabel estuvo con sus hijos encerrada una semana entera sin salir de la habitación, porque Julio no la dejaba salir. Hasta el punto que él le pedía que cuando los camareros entraran en la habitación o para llevar la comida o la cena, ella se encerrara en el baño para que no la vieran.
El grupo de periodistas españoles que cubrían el viaje oficial, compadecidos por ella, fueron a buscarla porque hacían una fiesta en el hotel. Ella abrió la puerta con lo que daba de sí la cadenita y asomó la cara con su pijama y los niños al fondo y asustada con los ojos abiertos dijo: "No, no, Julio no me deja". Y estos periodistas son todos testigos de que estuvo una semana entera, ella y los tres niños, encerrados en la habitación.
Y, ¿cómo pudo ella aguantar tanto?
Era la España de los años 60, en una familia de extrema derecha, porque el padre de Julio era de Fuerza Nueva. Julio hijo siempre decía: "esas pelanas, esos tíos que cantan, esos Víctor Manueles. Yo soy un tío bien, soy un señorito". El libro esta lleno de expresiones clasistas de este estilo. Ella hablaba muy mal el español, no tenía a nadie de familia y se vio metida en esta dónde la suegra le puso una chica de la limpieza para que la espiara, ella se creía que el mundo tenía que ser esto. Hasta que un día se enfrentó con una infidelidad de Julio.
Ella le había preguntado muchas veces, pero él siempre le contestaba: “Qué dices, ¿estás loca?… Estas son chicas del coro, es la mujer del mánager...” Siempre ponía excusas, cuando él se movía como si fuera un hombre soltero. A él le fotografiaban en Clarín y en otras revistas extranjeras con otras mujeres y titulaban 'Su nueva acompañante' … Hasta que un día se encontró en Madrid con una infidelidad en el Meliá Castilla que yo cuento en el libro.
Sin embargo, ninguno de los dos ha hablado nunca mal el uno del otro, ¿no?
Ella es una mujer muy reservada. Ella en broma le decía que 'moro' eres y el le respondía y 'tú que oriental'. Lo que le fastidiaba a él es que ella fuera una mujer calmada y que ante sus ataques de rabia siempre contestara con una sonrisa enigmática. Julio no habla mal de ella pero en el fondo la odia, creo, es una suposición mía, porque es la única mujer que le ha dejado. A Julio sólo le han dejado dos personas: Alfredo Fraile e Isabel Preysler. En una entrevista que yo le hice a Fraile en Interviú, me contó muchas cosas de la relación de ambos. Luego me enteré que Julio le había pegado una bronca a Alfredo por hablar bien de Isabel en la misma. Con su hijo Enrique pasa igual, hace diez años que no le ve. Y Enrique no conoce a sus hermanos, los hijos que su padre ha tenido con Miranda.
O por ejemplo ayer mismo, en unas declaraciones a un periódico en Argentina explicó que él era un gran admirador de Mario Vargas Llosa, que había leído todos sus libros. Cuando Julio no se ha leído un libro en su vida. Yo creo que leyó Papillon en su momento y no pasó de la segunda página. Es un hombre demasiado nervioso para estar concentrado y no le gusta el cine ni los libros. Pero es muy listo, le encanta hablar con la gente que le explique cosas. Por ejemplo, ahora cuando viaja se queda tres días en los sitios; uno para cantar y dos para estar con gente y que le expliquen como es el país, que están haciendo. De Vargas Llosa no ha leído nada ni loco.
¿Le compensó el divorcio con Julio?
Cuando Isabel decidió abandonar a Julio ya había aparecido el marqués de Griñón en su vida y Julio había firmado el contrato con CBS por 69 millones de dólares. Estamos hablando del año 77. Entonces fue cuando le dijo, empecemos de cero, me voy a convertir en un cantante internacional, vámonos a vivir a San Francisco como querías. Te juro que te voy a ser fiel . Isabel hubiera sido la mujer de un cantante multimillonario y ella le dijo que no.
Total fue para irse a vivir con el marqués de Griñón, que no tenía liquidez. Tenía fincas, ideas, era un hombre culto, inteligente y era un señor que la escuchaba, que no era nada celoso. Ella decía que por primera vez podía tener conversaciones con alguien. No era la 'pequeña'. Julio siempre la llamaba así y ella al final le dijo: “no te has dado cuenta de que odio que me llames pequeña”. Ella se fue con poco dinero.
¿Por qué insiste en la idea de que Julio es un hombre muy simple?
Él siempre tenía una frase que le define mucho. “Yo soy como el hombre de las cavernas, que llevo comida a la cueva para la mujer y los hijos. Y la mujer lo que tiene que hacer es tener la cueva limpia y darme placer”. Él tenía esta idea del matrimonio.
¿Le costó divorciarse?
Ella cuando se separa en el año 1977 todavía no existe el divorcio en nuestro país y tuvo que esperar hasta 1979. Y en esa época sólo se atrevieron hacerlo Carmen Martínez Bordíu y ella. La nieta de Franco es muy protagonista del libro. Era más valiente que Isabel y se lanzaba más. Y Julio la reñía porque salían mucho juntas mientras el estaba por ahí de gira.
Relata muchas escenas eróticas en el libro. ¿Qué hay de ese mito de que Isabel es única en la cama?
Las mujeres filipinas son unas grandes amantes porque tienen el sentido del tacto y las caricias y los masajes los hacen como nadie. De todas formas el alma de seducción de Isabel es lo que les enseñan a las niñas filipinas de pequeñas a encender los puros, primero de sus padres y después de sus maridos. Isabel conquistaba así. Una mujer tan femenina y tan frágil encendiendo puros a sus parejas con una seducción que sus parejas se derretían. Años después del divorcio, Julio dijo: “bajo su aparente frialdad, se esconde un volcán de pasión” y en otra ocasión dijo “ no he vuelto a conocer unas caricias iguales”.
¿Qué opina de su relación actual con el Nobel, Mario Vargas Llosa?
Yo creo que uno de los motivos por los que no le va a importar que escriba este libro es porque Mario está escribiendo sobre ella. Ha escrito sobre todas las mujeres de su vida y yo creo que el próximo libro que escribirá Mario, que espero que tarde para que no me haga competencia, supongo que versará sobre Isabel. Este amor me parece estupendo por la cuenta que me trae. (ríe). Me parece fenomenal que la gente se enamore apasionadamente tenga la edad que tenga. Mario es un hombre muy atractivo, muy seductor, muy inteligente, modesto. Ella me ha dicho: “yo estoy apasionadamente enamorada”.
¿Qué tienen que tener los hombres de Isabel?
Algo que no busca Isabel en los hombres es lo material. Tiene fama de ello pero es una mujer independiente económicamente. Es empresaria de sí misma, y no necesita a nadie para vivir. Si te fijas ninguno de los hombres con los que ha estado han sido megamillonarios. Julio ya he dicho que no tenía dinero entonces, el marqués le pidió dinero para un proyecto del Safari Park, Miguel Boyer llegó con un cuadrito debajo del brazo y nada más y Vargas Llosa gana dinero por sus conferencias pero tampoco vende tantos libros como creemos ni es tan rico como se ha dicho. Ella es una mujer muy divertida y admira mucho la inteligencia y el sentido del humor.
¿A cuál de sus tres maridos ha querido más?
Yo creo que ella de Julio no estuvo enamorada, del marqués tampoco, creo que fue una balsa de aceite y yo creo que del primer hombre que se enamoró de verdad fue de Miguel Boyer. Cuando empezó a vivir con él me dijo un día: “Ninguno de los dos teníamos un matrimonio feliz y nos enamoramos profundamente”.
¿Cómo va a capear las críticas?
Hay una frase de Donna Tartt, una de mis escritoras favoritas que dice: “Nunca leo las críticas. Las positivas porque no te aportan nada y las negativas porque te hacen mucho daño”. Yo siempre he querido vender mucho y gustar a los críticos. Quiero seguir escribiendo libros mejores cada vez.