Jumilla-Lorca, el ‘derbi de Shanghái’, se jugará en Murcia y se emitirá en China
El choque entre ambos equipos de la 2ª División B (propiedad de empresarios chinos) se jugará en horario matinal y en el estadio de la Nueva Condomina (31.000 espectadores) para poder ser emitido por televisión en el gigante asiático.
8 octubre, 2016 02:30Noticias relacionadas
La pasión china por el fútbol, asignatura obligatoria en todos los colegios de aquel país desde 2015, llega hasta el Lorca-Jumilla de la Segunda División B española, Grupo 4. En condiciones normales el encuentro, previsto para el 6 de noviembre, se disputaría en el Polideportivo Municipal de La Hoya, pero Tang Hui y Li Xiang, los dueños del Jumilla, quieren aprovechar el partido para promocionar el fútbol español y atraer tanto inversores como futbolistas jóvenes a Murcia.
Para ello, han decidido ‘alquilar’ el moderno estadio de La Nueva Condomina (del Real Murcia), con un aforo de 31.000 espectadores, y dar una mejor impresión del fútbol local durante el partido que les enfrentará al Lorca de su compatriota, el exjugador y exseleccionador chino Xu Genbao. Los tres dirigentes, nacidos en la misma ciudad, han alumbrado un nuevo nombre para el duelo murciano: “El derbi de Shanghái”.
Los propietarios del club jumillano (un conocido periodista deportivo y un experto en marketing deportivo) piensan incluso fletar un jet para que otros empresarios chinos puedan asistir al partido entre el tercer y el décimo clasificados, respectivamente, de su grupo (el mismo que lidera el Marbella, con siete victorias, el único equipo de Europa que no ha perdido ningún punto hasta ahora). El único obstáculo, como reconoce el presidente del club (y socio de los chinos), Rubén Iglesias, es “llenarlo de gente… Ése es el desafío que me he puesto a mis espaldas. Algunos se ríen, porque la Nueva Condomina no se ha llenado nunca en su historia, pero me gustan los grandes retos”.
La transformación del fútbol murciano
El fútbol murciano ha cambiado mucho desde que se inauguró el estadio del Real Murcia, en 2006, con un partido amistoso entre España y Argentina (2-1). No había llegado la crisis económica aún a España, y en cuanto al fútbol, el equipo con más solera de la comunidad autónoma jugaba en Segunda, ascendiendo incluso a Primera División (donde fue entrenado por Javier Clemente) en 2007. En 2010 descendió a Segunda División B, adonde cayó en una segunda ocasión por problemas económicos e impago de deudas. Su vitola tradicional como primer equipo de Murcia la lleva ahora el UCAM Murcia, fundado en 1999 y octavo clasificado en la Liga 123.
Hoy la Nueva Condomina se alquila para bodas y pachangas de aficionados (puede jugarse en el estadio por 600 euros entre semana y 1.000 euros los sábados, bajo el rótulo ‘Yo debuté en la Nueva Condomina’). Cualquier ingreso es bienvenido para un club ‘histórico’ con una deuda acumulada de 44 millones de euros que ha dejado de ser el primer equipo de la región. El uso de La Nueva Condomina para el Lorca-Jumilla está aparentemente relacionado con un pago reciente de 20.000 euros que recibió de los directivos del Jumilla tras la petición expresa que hizo el presidente del Real Murcia, Guillermo Martínez-Abarca, a empresas de la comunidad autónoma para que les socorriesen con algunos pagos (llamamiento al que respondieron diversos empresarios y grupos, entre ellos el club jumillano, según informó el diario murciano La Verdad).
Ambos clubes, sin embargo, niegan el movimiento económico y hablan de “excelente relación”. La idea de utilizar el estadio ‘pimentonero’ y sus instalaciones profesionales fue una forma de decir “hoy por ti y mañana por mí”, explica el presidente jumillano: “Es una oportunidad fantástica, sin perdedores”.
Inversiones y jóvenes talentos
La operación podría traer, en efecto, beneficios al propio Real Murcia, tanto a nivel de posibles inversiones procedentes de la segunda economía mundial como de jugadores jóvenes chinos: una oportunidad de rentabilidades futuras que sostengan las finanzas de un club hundido en una categoría poco atractiva económicamente, incapaz de enjugar su deuda hasta que ascienda como mínimo a Segunda (y en concurso de acreedores).
“La idea del partido no tiene nada que ver con los problemas del Murcia”, dice su presidente, Guillermo Martínez Abarca, “aunque desde luego que nos vendría bien que algún inversor se interesase por nosotros o por nuestro estadio”. El plan, insiste Martínez Abarca, no está aún cerrado: depende primero de la Federación y después del Ayuntamiento, dueño de los terrenos (que dio una concesión de uso al club grana por 50 años). “No creo que tengan pegas”, razona, “puede ser bueno para todo Murcia en términos de promoción turística”. Su única preocupación es que “en un estadio tan grande haya al final cuatro espectadores”.
Los millones de Oriente
El dinero chino ha saneado ya varios equipos murcianos, como sucede de forma creciente en otras zonas de España. Cuando los empresarios asiáticos aterrizaron en Jumilla, este mismo año, “el equipo estaba al borde de la desaparición, con los jugadores sin cobrar”, explica el periodista murciano Vicente Cánovas. Una Junta Gestora dirigida por Francisco Serrano se hizo cargo del club vinícola hasta que llegó el grupo inversor para sufragar la deuda acumulada (más de 200.000 euros entre salarios adeudados y facturas impagadas) y asumir el control del conjunto. Cinco meses después, el equipo disputa las posiciones de ascenso en su grupo y todos los empleados cobran a final de mes.
El fútbol en Lorca, aunque con menos deudas, también habla en chino. Hace un año aterrizó en la localidad el exseleccionador chino Xu Genbao con la promesa de conducir al equipo (antiguo La Hoya Lorca, hoy sencillamente Lorca FC) a la Segunda División del fútbol español en un plazo de tres años. Cambió el nombre del club a Lorca FC y generó una dualidad con el Lorca Deportiva de toda la vida, actualmente en Tercera División después de desaparecer unos años (llegó a jugar en Segunda e incluso a luchar por el ascenso a Primera con Unai Emery en el banquillo).
Hoy el Lorca FC tiene el dinero y la Lorca Deportiva arrastra la gente. Los primeros, de hecho, juegan en un estadio prácticamente vacío en Pinatar, a más de 100 kilómetros de Jumilla, mientras remodelan el Polideportivo Municipal de La Hoya. Es allí donde Xu Gembao saca partido al Pinatar Arena Football Center, centro de entrenamiento donde han traído recientemente a 28 juveniles chinos para rodarse con equipos y canteras de la región murciana.
Federación y Ayuntamiento
La celebración del partido depende del visto bueno de la Real Federación Española de Fútbol, a quien ha enviado la solicitud la Federación Murciana (según explica a El Español su presidente, José Miguel Monje Carrillo). No se espera que nadie ponga trabas al plan del Jumilla. De hecho, la localidad entera (35.000 habitantes) podría caber prácticamente en el estadio del Real Murcia. El encuentro se retransmitirá por una cadena de Shanghái y por el portal deportivo más seguido en China. La audiencia es una incógnita (sobre todo teniendo en cuenta que el Real Madrid–Leganés se juega a la misma hora), así como el evento qué montarán “para atraer a la gente”, como dice Rubén Iglesias.
Que el Lorca de Xu Genbao y el Jumilla de Tang Hui y Li Xiang jueguen en un campo para 31.000 espectadores pensando en la televisión china es una estampa cristalina del proceso de venta del fútbol español a capitales extranjeros: un “desembarco bestial”, como dice el periodista murciano José Otón, que afecta en toda España a clubes como el Granada, el Espanyol, el Valencia, el Atlético de Madrid, el Getafe, el Celta, el Oviedo, el Mallorca y una larga lista que llega hasta el Jumilla y el Lorca. En muchos casos, el aterrizaje es como propietarios únicos y gestores del club. Aunque parezca mentira, los chinos podrán ver el Jumilla-Lorca por televisión; no en vano, es el derbi de Shanghái.