Sergio Parisse pasa la pelota.

Sergio Parisse pasa la pelota. Benoit Tessier Reuters

Otros Deportes

Sergio Parisse, alma italiana con acento argentino

El octavo, tras su fallo ante Francia, buscará cambiar la dinámica frente a Inglaterra. 

14 febrero, 2016 02:48

Noticias relacionadas

El capitán de la selección de Italia, Sergio Parisse, lleva una semana complicada al frente del combinado azzurro. Arreciaron las críticas después de desperdiciar la última jugada del partido con un drop en el tiempo de descuento que dejó a los azzurri con el mal cuerpo de caer por un ajustado 23-21 ante el XV del Gallo en el Stade de France de París.

Con tiempo solo para disculparse ante la afición y admitir toda la responsabilidad, Parisse y sus compañeros ya solo piensan en el próximo gran objetivo de la escuadra transalpina: ganar a Inglaterra, algo que nunca ha pasado pese a que ambos equipos se llevan enfrentando de forma ininterrumpida desde 2000, cuando Italia entró a formar parte de los seis grandes en el clásico del rugby del Viejo Continente.

La experiencia y carisma de Parisse le hace sobreponerse de los golpes físicos y morales dentro del campo. Un hombre curtido en cientos de batallas sobre los campos de rugby, que sabe lo que es ganar títulos en Italia y Francia y que pese a sus 32 años aún piensa en seguir placando y jugando sobre el campo hasta que el cuerpo diga basta. Quién diría que este joven nacido en Argentina, de padres italianos emigrados, encabezaría el empuje del rugby en el país transalpino en la última década.

Sergio nació en la ciudad de La Plata, en la provincia de Buenos Aires. Cuando naces en Argentina, el fútbol te rodea por todas partes. Y siendo platense, te toca decidir: o eres de Estudiantes o de Gimnasia y Esgrima. Pero Sergio siguió los pasos de su padre, jugador de rugby en L’Aquila en los años 60, y pronto se decantó por el balón ovalado.

Podría haberse ido a los clubes más granados de la Ciudad de la Plata, como a los canarios de La Plata Rugby Club o al Club de Rugby San Luis, pero finalmente se decantó por el humilde Universitario de La Plata para comenzar a despuntar desde las categorías inferiores.

DEBUT CON ITALIA

La tradición familiar continuaba en casa de los Parisse en La Plata pese a estar a miles de kilómetros de distancia de Italia. La llamada a Sergio de la tierra de sus padres para jugar al rugby no se hizo esperar y tras jugar con los juveniles azzurri, debutó con solo 18 años ante los todopoderosos All Blacks en 2002.

Las normas de World Rugby, la Federación Internacional de Rugby, permiten a un jugador no nacido en el país jugar con la selección si sus padres o abuelos tienen la nacionalidad. A esta norma se añade otra en la que aquellos jugadores extranjeros que llevan 36 meses jugando de forma ininterrumpida pueden ser de la partida en el combinado nacional, si previamente no han jugado en la selección de su país de origen.

Parisse no ha dejado de progresar desde que dejó su Argentina natal para volver a sentirse como en casa en Italia. Lleva disputados cuatro mundiales consecutivos (2003, 2007, 2011 y 2015), cuenta con más de de 110 caps con la casaca azzurra en los que ha logrado imponerse a Francia, Irlanda, Gales o Escocia en este Seis Naciones como uno de los terceras líneas más destacados del panorama mundial. Pero aún le queda una espina clavada en su amplio palmarés: lograr derrotar a Inglaterra.

El Seis Naciones 2016 se presenta como uno de los más igualados de la historia después de la resaca del pasado Mundial, disputado el pasado otoño en Inglaterra, donde el Viejo Continente se vio avasallado por las potencias del Hemisferio Sur. De hecho, la primera jornada dejó unos resultados realmente ajustados, con un empate entre irlandeses y galeses y dos victorias ajustadas para el XV de la Rosa y el XV del Gallo, con rentas menores a 6 puntos.

Con solo unos días para recuperarse del error ante Francia, Parisse lidera ahora otro gran reto para los suyos: ganar a Inglaterra. En los 16 años que la selección italiana lleva disputando el emblemático Seis Naciones, no ha sido capaz aún de imponerse al XV de la Rosa, ni en ninguno de los 21 partidos a lo largo de la historia.

Los ingleses llegan a Roma con buenos ánimos, pero con mucho que perder si no logran consolidar el cambio que está realizando el australiano Eddie Jones desde la dirección técnica tras el fracaso del Mundial.

La veteranía de Parisse tendrá frente a sí el ímpetu y la juventud de Billy Vunipola, el octavo de moda entre los ingleses, en el que será uno de los choques decisivos en el partido del Estadio Olímpico romano.