Las viudas argentinas de Prosegur se frotan las manos con los blindados
Helena Revoredo, retribuida con 46 millones de dividendo en 2016, mantendría el 30% de la filial Cash.
16 febrero, 2017 02:41Noticias relacionadas
Nuevo movimiento el dado por Prosegur, la multinacional española de seguridad, para sacar mayor rentabilidad a su actividad. Acaba de anunciar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su intención de sacar a bolsa, antes del 30 de junio de 2017, su nueva división Prosegur Cash.
Se trata de un paso más para lograr aumentar de manera significativa el valor de la compañía. Actualmente, con todos los negocios bajo el paraguas de la matriz, capitaliza en bolsa entre 3.500 y 4.000 millones de euros. “Las tres por separado valen mucho más que juntas, Con esta intención queremos sacar Cash a bolsa”, apuntan desde la compañía.
De hecho, el objetivo es que, en esta salida a bolsa -si finalmente se produce-, el valor de la filial sea prácticamente igual, o incluso superior, al de la propia matriz, en base a que Prosegur Cash representaba en 2016 el 85% del resultado operativo (ebitda) de todo el grupo.
Revoredo y Giesso echan cuentas
Con este movimiento, las dos viudas argentinas -Helena Revoredo y Mirta María Giesso- que son las principales accionistas de Prosegur, ya han empezado a echar números. Lo hacen, tras embolsarse, entre julio de 2016 y enero de 2017, 51 millones de euros por los dividendos a cuenta del ejercicio 2015. Revoredo percibió casi 46 millones netos y Giesso algo más de 5 millones
Revoredo, presidenta desde 2004 y viuda del fundador del grupo de seguridad, Herberto Gut -nacido en Rosario (Argentina) en 1946 y fallecido en un accidente de tráfico en Buitrago de Lozoya (Madrid) en junio de 1997-, mantiene el 50% del capital, y Giesso Cazenave, aunque ya no es consejera, sí ostenta el 5,64% desde que en el año 2000 falleciera su marido, el también argentino Graciano Álvarez, hasta entonces presidente de Prosegur Latam y de Protección Activa.
De acuerdo con el diseño inicial de la salida a bolsa de la Oferta Pública de Venta (OPV), en la nueva Prosegur Cash -actualmente controlada por la matriz al 51% y por la sociedad Prosegur Assets Management, al 49%-, la matriz mantendría su 51%, pero la filial Prosegur Assets diluiría su actual 49% a un margen de entre el 9% y el 24%, en función de la aportación -de entre el mínimo legal del 25% y el 40% del capital-, que realicen los inversores internacionales cualificados a los que va dirigidos la oferta.
Objetivo: que la filial valga más que la matriz
A partir de aquí, Helena Revoredo, caso de que el ‘free float’ definitivo de la OPV alcanzase el máximo del 40%, se aseguraría el 30% de la nueva Prosegur Cash. Un capital que, en función de lo que logre captarse en la oferta, podría valorarse en torno a los 1.200 millones de euros si, como pretenden los bancos colocadores, se llega a valorar el 100% de la filial de logística y traslado de efectivo por unos 4.000 millones de euros, por encima de la actual capitalización de todo el grupo.
Si todo sale según lo previsto, la filial repartiría, en diciembre de 2017, su primer dividendo entre los accionistas por un importe del hasta el 60% del beneficio que se genere.
En 2016, Prosegur Cash facturó 1.700 millones de euros y generó el 90% del beneficio del grupo, que se elevaba a 134 millones, tras, precisamente, destinar 51 millones a los gastos asociados al proceso de reorganización societaria.
Crecimiento de ingresos y de inversión
De cara a convencer a los inversores, la filial prevé alcanzar en los próximos años tasas de crecimiento orgánico del orden del 5% de sus ingresos en euros e invertir entre 50 y 150 millones de euros al año en adquisiciones.
Por lo que a la estructura financiera se refiere, el grupo cerraba el pasado ejercicio con una deuda de 637 millones, con una ratio de apalancamiento de 1,4 veces el ebitda y un coste medio rebajado del 3,3% al 2,7%. Y esta misma semana, el grupo cerraba un crédito sindicado por 1.100 millones de euros, de los que 200 millones los suscribió la matriz y los 900 restantes la filial Prosegur Cash.
El tramo principal, de 600 millones, firmados por esta filial, se emplearán para refinanciar deuda y amortizar el bono que Prosegur emitió en marzo de 2013 y que vence en 2018. Los 300 millones del segundo tramo, también suscritos por Prosegur Cash, se destinarán a usos generales corporativos. Y un tercero, los 200 millones suscritos por la matriz, para el mismo fin.