Sebastián Fiorilli: el látigo del amor, a veces hierro, a veces seda
En 'El perfecto dejado', el poeta denuncia la inconstante necesidad de los necios, se aferra a las vírgenes aniquiladas y se sumerge en la poesía de Juarroz
En 'El perfecto dejado', el poeta denuncia la inconstante necesidad de los necios, se aferra a las vírgenes aniquiladas y se sumerge en la poesía de Juarroz