Rafa Benítez, con Cristiano Ronaldo de fondo, durante su etapa como entrenador del Real Madrid (2015/2016)

Rafa Benítez, con Cristiano Ronaldo de fondo, durante su etapa como entrenador del Real Madrid (2015/2016) EFE

Fútbol

El fugaz paso de Benítez por el Real Madrid: crisis con Ramos y los 'cuentos' sobre Modric y Cristiano

El ahora técnico del Celta vivió en su etapa en el banquillo blanco otras situaciones caóticas como la detención de Benzema o el 'caso Cheryshev'.

10 marzo, 2024 02:15

Siete meses dan para mucho y sino que se lo digan a Rafa Benítez (Madrid, 1960), que fue el tiempo que aguantó como entrenador del Real Madrid entre 2015 y 2016. Con contrato por tres temporadas completas, el tiempo que estuvo en el banquillo fue corto. Pero todo lo que ocurrió en su etapa dejó titulares casi cada semana, muchos de ellos lejos de su responsabilidad. Hoy, ocho años después, vuelve al Santiago Bernabéu.

Benítez no había vuelto a pisar el coliseo del Madrid desde su despido. Fue el 4 de enero de 2016 y su adiós dio paso a la era gloriosa de Zinedine Zidane en el banquillo. Con el francés tuvo una desagradable anécdota al marcharse, ya que al recoger sus cosas en Valdebebas se encontró que su sustituto ya había tomado posesión de su despacho.

Ahora como entrenador del Celta de Vigo, sumido en problemas de resultados -es 17º en Liga- y de un juego que no convence a su afición, Benítez volverá a rememorar aquellos momentos que vivió como entrenador del Madrid. Era el trabajo de sus sueños, ya que sus inicios como técnico fueron en la cantera blanca y como asistente de Vicente del Bosque en el primer equipo. Pero aquel sueño tardó poco en tornarse pesadilla

[Vinicius, Jekyll y Hyde en el Bernabéu: capaz de lo mejor y lo peor en un Real Madrid desconectado]

Benítez recogió los mandos del Madrid de manos de Carlo Ancelotti, a quien paradójicamente se enfrentará este domingo tras volver al club hace ya casi tres años. Tras su etapa en el Nápoles, el técnico madrileño volvía once años más tarde al fútbol español. Se presentó junto a Florentino Pérez entre lágrimas, por la emoción que tenía para él ese momento.

Pronto le aparecieron los primeros enanos. Cuando llegó al Madrid, al mes se despidió Iker Casillas. Quería seguir sus pasos Sergio Ramos, que pidió al club que escuchara ofertas por él. Tenía una oferta del Manchester United y estaba decidido a aceptarla. Las negociaciones con el Real Madrid estaban estancadas y la tensión crecía por momento, algo que volvió a ocurrir en 2021 y ahí sí se separaron sus caminos.

Sergio Ramos y Rafa Benítez, en un entrenamiento del Real Madrid

Sergio Ramos y Rafa Benítez, en un entrenamiento del Real Madrid Reuters

Benítez tuvo que mediar para convencer a Ramos de que siguiera en el Madrid. Fueron semanas de desgaste, que acabaron en la renovación del central hasta 2020 y un aumento de sueldo hasta los 10 millones de euros. El verano, de todas formas, le deparaba una última sorpresa desagradable: el fax que frenó el 31 de agosto el intercambio entre De Gea y Keylor Navas.

En un verano así de movido, su Madrid debutó con un empate en Gijón contra el Sporting (0-0). Las dudas llegaron pronto y algún que otro roce en el vestuario, incluso con Ramos, que sólo generaron desconfianza en el club. 

La 'verdad' con Modric y Cristiano

La relación de Benítez con la plantilla siempre se ha puesto en entredicho, aunque el técnico siempre haya mantenido que hay jugadores de aquel Madrid con los que sigue teniendo relación a día de hoy. Con los pesos pesados, sin embargo, hubo tiranteces que desembocaron en historietas que tienen parte de verdad y parte de mentira.

Un rumor que se hizo grande fue que aconsejó a Modric que dejara de dar pases con el exterior, uno de sus recursos más icónicos a lo largo de su carrera. Benítez explicó qué sucedió en una entrevista en la cadena SER el año pasado: "Es mentira que yo le dijese a Luka que no la pasase con el exterior. Simplemente le dije que no tenía por qué hacer ese golpeo en desplazamientos de tres metros porque la pelota le llega con efecto al receptor. Le da sensacional con el exterior, pero en golpeos de 15, 20 o 30 metros".

La otra "mentira" tenía como protagonista a Cristiano Ronaldo. Ya su relación con el portugués empezó algo torcida por unas declaraciones que hizo sobre Gareth Bale, que algunos interpretaron como que Benítez pretendía que el portugués diera un paso atrás para potenciar al galés. El técnico siempre ha negado que hubiera una preferencia.

Pero el auténtico mito tiene que ver con otro supuesto 'consejo' de Benítez, y es que se dijo siempre que trató de enseñar a Cristiano cómo tirar las faltas: "El único comentario que le hice a Ronaldo, como le conocía del United, es que analizamos cómo tiraba las faltas. Analizamos la trayectoria, vemos si podemos hacer algún ajuste, vimos que no y nos olvidamos del tema. Es mi única conversación con él. Todo lo demás, es mentira. Cuando tira las faltas, cuando me marcho, sus estadísticas son peores. Me sorprendía que periodistas que yo conocía decían eso sin hablar conmigo", explicó el entrenador madrileño en la misma entrevista.

Rafa Benítez, durante un entrenamiento del Celta de Vigo

Rafa Benítez, durante un entrenamiento del Celta de Vigo RC Celta

Al final, Benítez dirigió sólo 25 partidos al Real Madrid. Su balance fue de 17 victorias, cinco empates y tres derrotas. El equipo marcó 69 goles (2,76 por partido) y encajó 22. Pero parecía que cada mes le surgía un fuego descontrolado como para intentarlo apagar. En noviembre fue la detención de Karim Benzema por el 'caso Valbuena' y en diciembre la expulsión del equipo de la Copa del Rey por el 'caso Cheryshev'.

De lo de Cheryshev, Benítez siempre ha insistido en que se le responsabilizó injustamente. "Avisé tres veces y aun así se comete el error administrativo", ha dicho en alguna ocasión el técnico madrileño. Rápidamente se apagó la llama del amor y su relación con el Madrid se rompió a los meses. Se fue y a día de hoy sigue creyendo que no se le dejó ganar, como sí pasó con Zidane. Este domingo, a sus 63 años, vuelve al Bernabéu, pero como rival.