La CUP coge la escoba, un símbolo recurrente en tiempos de guerra
El partido independentista se prepara para el 1-O con una imagen muy repetida en la propaganda bélica. Animan a "barrer" a los enemigos de Cataluña.
10 agosto, 2017 19:08Noticias relacionadas
Bajo el eslogan Autodeterminación, desobediencia, Países Catalanes: barrámoslos la CUP ha presentado este jueves su campaña para el referéndum de independencia del 1-O. Junto con el lema han mostrado el cartel que será la imagen que exhibirán en sus actos en toda Cataluña.
La idea que tratan de trasladar es la de "barrer" a referentes políticos como el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el exjefe del Ejecutivo, José María Aznar o los expresidentes de la Generalitat, Jordi Pujol y Artur Mas. La imagen no es una novedad gráfica ya que en diferentes situaciones históricas se ha usado para hacer propaganda de diferentes grupos ideológicos, eso sí, siempre en contextos bélicos.
La Rusia de Lenin ya usó la alegoría para mostrar cómo el comunismo borraría los grandes problemas de la época. Con el lema Lenin barre los males del mundo, se mostraba a éste deshaciéndose del zarismo, la burguesía y la Iglesia. Un mensaje que también pretende transmitir la CUP ya que en su cartel aparecen personalidades como el rey Felipe VI, la infanta Cristina o el cardenal Rouco Varela.
Igualmente, en la Rusia comunista, en 1945, el dibujante Viktor Deni realizaba un pasquín titulado La escoba del Ejército Rojo barrió a la canalla nazi donde retrataba a un soldado soviético con su arma reconvertida en escoba -con las cerdas hechas de cuchillas- descuartizando al enemigo. Además, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas usó la misma imagen en otro cartel para ensalzar su imperio y caricaturizar a sus adversarios con una estética típica del cómic.
En plena Guerra Civil española la imagen fue usada por ambos bandos. Los nacionales recurrían a la metáfora para ilustrar una España limpia de bolchevismo, injusticia social, politicastros, masones, anarquistas y separatistas. Así, un hombre rudo y con expresión decidida barría con brío aquellos elementos que creía perjudiciales para la sociedad, elementos que -como retrata el cartel- eran polvo para el país.
Por su parte, los republicanos usaban en 1937 la imagen para reclamar una España limpia de fascistas. En esta ocasión, el barrendero aparece en segundo plano y protagoniza la imagen un cocodrilo que representa alegóricamente el nazismo y el falangismo.
El cartel de la CUP usa la misma metáfora gráfica para animar a desobedecer las "leyes injustas" del Estado y proponer la "construcción de una nueva república a través del ejercicio de la desobediencia". Además, en la presentación de su campaña, sus promotores han animado a la "movilización popular" como un activo para "plantar cara" a las "fuerzas españolas".
Si bien el pasquín continúa con una larga tradición propagandística, los autores han innovado con el sujeto que barre a los enemigos: han elegido a una mujer para limpiar, algo que ha sido muy criticado en las redes sociales.