Ilustración: Tomás Serrano

Política ORIENTE PRÓXIMO

Los ataques de ministros de Sumar a Israel por "genocidio" debilitan a Albares ante Blinken

La cuarta crisis diplomática con Israel desde el 7 de octubre condiciona los planes de Pedro sánchez para hacerse entender por sus socios aliados en la iniciativa de reconocer el Estado palestino.

9 mayo, 2024 03:40

El plan de Pedro Sánchez para el reconocimiento del Estado palestino se ha ido enquistando. Si ya cuando comenzó su iniciativa se encontró con las reticencias de casi todos sus socios europeos, el rechazo diplomático de Estados Unidos y la beligerancia activa de Israel, los ataques de los ministros de Sumar acusando de "genocidio" al Gobierno de Benjamin Netanyahu han debilitado la posición de la diplomacia española: la cumbre de José Manuel Albares con Antony Blinken, este viernes en Washington, nace herida.

El ministro español de Exteriores ha visto debilitada su posición ante su "buen amigo" y homólogo, el secretario de Estado estadounidense. Pablo Bustinduy, ministro de Derechos Sociales, mandó este miércoles una carta a las empresas españolas con intereses en Israel como "requerimiento del Gobierno" para que dejaran de colaborar "en el genocidio" del que él acusa al Ejecutivo de Jerusalén en la guerra de Gaza.

Por su parte, la ministra de Infancia y Juventud, Sira Rego -de origen familiar palestino-, compartió un post en la red social X con el lema "Desde el río hasta el mar!!".

Esa frase no se compadece en nada con la posición oficial del Gobierno español, porque niega "la solución de dos Estados", al reclamar la eliminación de Israel y el desalojo de la tierra que le fue concedida en la partición decretada por Naciones Unidas en 1947. 

Bustinduy fue duramente reprendido por los titulares de Exteriores, Economía y la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera.

Un "cúmulo" de ofensas

Y fuentes diplomáticas israelíes expresaron su "enojo más enérgico" ante el tuit de Rego sólo minutos antes de que la Embajada de Israel en España emitiera un durísimo comunicado. En él manifestaba el "total rechazo" del Gobierno israelí "a la falsa acusación difundida por algunos ministros, intelectuales y medios de comunicación de que Israel está cometiendo un genocidio".

Hace ya meses que Sánchez sostiene que "en las próximas semanas" reconocerá el Estado palestino. Su vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, lo desafió este fin de semana a hacerlo ya, en el Consejo de Ministros de este martes. No ocurrió, entre otras razones, por respeto a Estados Unidos, a la espera de que Albares se explicara ante Blinken.

Este periódico ha podido confirmar que el Gobierno de Israel no tiene pensada reacción alguna si el Ejecutivo español cumple con su anuncio. Eso sí, fuentes diplomáticas advierten, tras el incidente de este miércoles, que la respuesta del Ejecutivo de Netanyahu dependerá del cuándo, el cómo "y los términos" en que lo haga España.

Y aclaran que la nueva crisis es la gota que ha colmado el vaso de un "cúmulo" de ofensas desde el Gobierno de España... 

Porque a efectos de diplomacia internacional, no se repara en si un ministro es de un partido o de otro. Todos son miembros del Gobierno de España. Y en nombre de ese Gobierno de España, invocando los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) hablaba Bustinduy en su misiva a las empresas españolas con inversiones y comercio en Israel.

Misión imposible

Ya después del veto del embajador de EEUU ante Naciones Unidas a la iniciativa de Sánchez de reconocer el Estado palestino, minutos después de que fuera defendida por el mismo jefe de la diplomacia española en el Consejo de Seguridad de la ONU, era difícil que España lograra hacerse entender por EEUU. Pero ahora, la misión es ya imposible. 

Albares ha visto reducido su margen de maniobra para hacerse entender ante el Gobierno de un país "amigo, socio y aliado" como Estados Unidos, que considera en términos iguales -pero en una gradación geopolíticamente mucho mayor- a Israel. Y aunque el titular de Exteriores español insistió en su deseo de mantener la "amistad" de Israel, otras fuentes del Ejecutivo de Jerusalén advertían de que "esta nueva crisis no ayuda".

Albares también advirtió de que sus compañeros de Sumar en el Consejo de Ministros no tienen "competencia" para inmiscuirse en cuestiones de relaciones internacionales o económicas. Pero el Gobierno israelí ya cuenta por cuatro los encontronazos con el español desde que el pasado 7 de octubre cientos de terroristas de Hamás y la Yihad Islámica asesinaran salvajemente a 1.400 personas y secuestraran a otras 240.

El pasado invierno, Netanyahu llegó a retirar a la embajadora en España, Rodica Radian-Gordon, en protesta por la actitud de Sánchez en su visita a Netanyahu y otras acusaciones similares por parte de las ministras de Unidas Podemos Irene Montero y Ione Belarra. Posteriormente, Jerusalén dio por cerrada la crisis, aunque fuentes diplomáticas expresaron sus "reservas" ante la actitud de España.

Reservas que se renuevan ahora. Otros expertos diplomáticos advierten a este diario de que no habría sido lo mismo el desafío de reconocer a Palestina desde una posición de calma entre ambos gobiernos que ahora, "cuando has vuelto a ofender a Israel". De hecho, la nota de la Embajada destacaba no sólo las ofensas, sino "el incomprensible silencio en España" por la suerte de los 132 secuestrados que permanecen "en manos de los terroristas de Hamás".

Planes truncados

El pasado abril, Albares defendió con vehemencia los argumentos del Gobierno español en Naciones Unidas. Sánchez acababa de regresar de sus minigiras por Oriente próximo y Europa, buscando apoyos para liderar el reconocimiento del Estado palestino "con el mayor peso posible"... a pesar de que esto podía deteriorar sus relaciones con EEUU.

El objetivo era impulsar "una conferencia de paz" con el gesto político de reconocer el Estado palestino de la mano de otros socios y aliados... pero el plan fracasó, logrando sólo la adhesión de Irlanda y Bélgica, ya comprometidas, y la retirada de Eslovenia

Ahora, los ministros Bustinduy y Rego, apoyados en redes por la cuenta oficial de su formación política, Sumar, no sólo han provocado la cuarta crisis con el Estado judío, sino un problema de difícil solución a Albares y a Sánchez.

Según fuentes de su departamento, el ministro español tenía previsto departir con Blinken no sólo de la situación en Gaza y en Oriente Próximo, sino de "la evolución de la guerra en Ucrania y la ayuda a este país", las perspectivas de la próxima cumbre OTAN, y la "actualización del tema de Palomares, para evaluar avances" en el compromiso por parte de EEUU, siempre dilatado, de retirar las tierras contaminadas desde el accidente nuclear, en 1966.

No hay noticias de que la agenda vaya a cambiar, después de que Albares la cerrara el pasado martes con la embajadora estadounidense, Julissa Reynoso. Y es cierto que España "no tiene ya ningún peso geopolítico" para Israel, a pesar de haber sido elegida para ser sede de la primera gran conferencia de paz que sentó a palestinos e israelíes en la misma mesa, en octubre de 1991.

Washington rechazó con educación, pero firmemente, el plan español con Palestina en su momento: "Cada país está en su derecho de reconocer a otro Estado cuando considere, pero no es el momento ni ayuda a hallar la salida a la actual escalda bélica en la región".

Jerusalén es mucho más vehemente. Fuentes del Gobierno israelí consultadas por este periódico lo expresan explícitamente: "Si una decisión tuya va a ser celebrada por terroristas como los de Hamás, cuya crueldad sólo es comparable a la del ISIS, quizá deberías plantearte no dar ese paso".