El presidente de Coalición por Melilla, Mustafá Aberchán.

El presidente de Coalición por Melilla, Mustafá Aberchán. EFE

Tribunales CASO MELILLA

La red de Melilla compró votos de ancianos sin estudios y toxicómanos y coaccionó a quien no cedía

La UDEF describe una estructura jerárquica de cuatro niveles encabezada por altos cargos de Coalición por Melilla, partido que fue socio del PSOE.

19 abril, 2024 02:21
Javier Corbacho Jorge Calabrés Luis Casal Sara S. Bas

Drogodependientes, vecinos de barrios marginales, chavales asiduos a las casas de apuestas, delincuentes con antecedentes, ancianos y personas sin estudios... Éstos eran algunos de los grupos sociales utilizados por la trama dedicada a la compra de votos en Melilla.

Es lo que relata un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. Dicho documento detalla que la supuesta organización criminal del caso Melilla se dividía en cuatro niveles, "de jerarquía descendiente", para actuar.

Así le fue revelado a la UDEF por parte de un testigo protegido, de forma confidencial. Los agentes, posteriormente, lo constataron; gracias, también, al testimonio de un empleado que trabajaba en Correos en 2019.

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En la cúspide (denominado "nivel A"), la Policía sitúa a Mustafá Aberchán, líder del partido promarroquí Coalición por Melilla (CpM), que fue socio del PSOE. También, a otros altos cargos de la formación política, cuyos nombres figuraban en la papeleta electoral y se jugaban acceder a un cargo o la reelección. Todos ellos fueron detenidos y están siendo investigados por una juez.

El "nivel B" lo componen personas que "conocen muy bien la calle, ya que varias de ellas tienen antecedentes policiales". Se trata de "mediadores que hacen llegar el dinero a los encargados de distrito".

Nivel Función (según el informe de la UDEF)
A Cargos políticos de la cúpula del partido. No ejercen violencia directamente. Coordinan el funcionamiento de la trama.
B Conocen la calle. Tienen antecedentes y median con los encargados de distrito, el nivel inferior.
C Son los encargados de distrito, en los que residen. Infunden temor a los lugareños, dados sus antecedentes. Reclutan a los captadores directos de voto.
D Captadores directos de voto. Contactan con los vecinos de barrios marginales y les prometen un pago a cambio de sus sobres a favor de Coalición por Melilla.

Estos últimos forman parte del "nivel C" y, previamente, han sido "seleccionados por el escalón superior, al ser personas que infunden temor y respeto en sus respectivos distritos". ¿Por qué asustan a sus vecinos? Porque "son personas que residen en dichos barrios y a las que los lugareños temen, ya que saben de sus antecedentes penales. La mayoría, por delitos violentos", indica la Policía Nacional.

Este tercer grupo —detalla el informe de la UDEF— es el encargado de reclutar al cuarto: los "captadores directos de voto", que componen el "nivel D". ¿Cuál es su función? Contactar con los vecinos de barrios marginales de Melilla y comprarles "su intención de voto, ofreciéndoles un pago futuro una vez que éstos entreguen su sobre con la papeleta del partido [CpM]".

A cambio, estos vecinos de Melilla recibían entre 30 y 40 euros por su voto por correo, proceso que se tramita a través de las oficinas del servicio público de mensajería postal. Generalmente, eran captados en salones de juego o cafeterías.

"Coacciones"

La UDEF detalla, incluso, que estos ciudadanos llegaban a recibir "amenazas o agresiones" si se planteaban no votar. Y desvela que el valor de los sufragios aumentaba en función de los sondeos electorales y de la cercanía a los comicios. Llegaban a costar hasta 120 euros.

Pero este incremento de valor sólo beneficiaba a los niveles C-B o B-A y casi nunca afectaba a los escalones inferiores. ¿Por qué? Porque los miembros de los barrios marginales "conocen el riesgo y la posibilidad de agresiones por parte del nivel directamente superior".

El sumario del caso Melilla, investigado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Melilla, revela que algunos miembros de la trama llegaron a telefonear a algunos votantes, "recordándoles que deben cumplir su compromiso hacia CpM, creando así una atmósfera intimidatoria, que garantiza dicho cumplimiento".

Imagen de un informe policial que refleja la estructura piramidal de la trama.

Imagen de un informe policial que refleja la estructura piramidal de la trama. EL ESPAÑOL

En palabras de la UDEF, esta red llegó a "coaccionar" in extremis a quienes eran "reacios" a vender su sufragio o, quienes, simplemente, no estaban interesados en votar. A estas personas, la supuesta organización criminal les facilitó, incluso, el traslado en coche a los colegios electorales.

La comunidad islámica

Esta estructura piramidal, tal y como explica la UDEF, permitía a los altos cargos del nivel A no implicarse en las labores de "violencia o coacción que otros miembros de escalones inferiores sí llegan a ejercer".

La Policía también ubica a empresarios melillenses en esta jerarquía, ya que "financian las operaciones ilegales de compra de voto de CpM". También la integran "los abogados que los asesoran y los responsables de empresas o fundaciones afines al partido en la ciudad, como la propia comunidad islámica".

Un testigo protegido que militó en Coalición por Melilla y tuvo "estrecha relación" con su cúpula relató ante la Policía que conoció de primera mano el "uso de la violencia" para conseguir los objetivos del partido. También supo de las acciones destinadas a "hostigar" a ciertas voces críticas con este modus operandi. Así lo recoge también el citado informe de la UDEF.

Dicho testigo reveló que poco antes de las elecciones del 28-M se celebró en Melilla una reunión entre altos cargos de CpM y "personas que se desplazaron de la Península", quienes "dieron instrucciones claras que debían propagar al resto de niveles". ¿Cuáles eran sus órdenes? El informe de la UDEF cita varias: "En esta campaña hay mucho en juego. Todo vale: extorsión, amenazas... No podemos perder. Todo aquel que perjudique al partido o haga que perdamos, que sepa que iremos a por él después de las elecciones".

Captadores 'freelance'

Además de estos cuatro niveles, existían los que la UDEF denomina "captadores independientes". Trabajaban a modo de freelance.

El citado informe explica que "se atrevían a plantear sus propias reglas" a la cúpula de Coalición por Melilla y trabajaban de forma "paralela" a la trama.

"Son personas con perfil delincuencial, que conocen la labor ilegal de compra
de votos que lleva a cabo el partido político desde hace muchos años", relata el documento. Y se aprovechan de ella.

"En los días previos a las elecciones, desde el 8 de mayo, localizan votantes vulnerables y, sin ejercer violencia, les compran los votos por correo para especular con ellos, vendiéndolos a Coalición por Melilla, en el momento álgido del precio, cercano al día de la votación", añade el informe.