Quince lecciones que hemos aprendido con Las Chicas Gilmore

Hace casi diez años que los guionistas de esta serie de televisión pusieron punto y final a la historia de Lorelai y Rory Gilmore, una familia de madre e hija con una relación poco convencional y muy, muy emotiva. Ambas estaban hechas la una para la otra y, muchas veces, los espectadores olvidábamos que se trataba de una relación parental.

A finales de 2015 sus creadores anunciaron la vuelta de Las Chicas Gilmore a Netflix el próximo 25 de noviembre, una noticia que ha hecho mella en toda la comunidad de fans que esperan(mos) ansiosos la llegada de la nueva temporada de esta gratificante serie. Su vuelta se dará en cuatro episodios de 90 minutos cada uno y participarán casi todos los actores originales de la serie, como Kelly Bishop (Emily), Sean Gunn (Kirk), Scott Paterson (Luke) y Keiko Agena (Lane). También volverán como secundarios Rose Abdoo (Gypsy), Liza Weil (Paris) y Yanic Truesdale (Michel Gerard). 

Mientras esperamos su regreso, hemos decidido recordar algunas de las lecciones (15 en concreto) que aprendimos con los personajes más entrañables de la televisión, que fueron muchos.

Los tacos son buenos aliados

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Puede que no te solucionen el problema, pero desde luego te ayudarán a sentirte mejor. Lorelai y Rory saben de lo que hablan.

Lecciones de belleza

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El maquillaje es un buen aliado, pero descansar te otorgará un rostro fresco y brillante. Eso y “cualquier excusa es buena para dormir”.

Lecciones de belleza #2

Se puso de moda hace unos años el lema de “Reading is sexy” o “Brain is the new sexy”, pero si pensabas que estabas siendo transgresor, entonces es que nunca has visto a las Gilmore en acción. Y sí, nada como un cerebro cultivado. ¿Cuántos libros habrá devorado Rory a lo largo de la serie?

Piensa a lo grande

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El ‘no’ ya es tuyo. Si piensas siempre en términos gigantes, puede que consigas aquello que nunca habías imaginado.

Naturalidad ante todo

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No se crean situaciones raras si una no siente que está viviendo una situación rara. No os perdáis, que es fácil. ¿Cómo reaccionarías tú si tu madre te pidiese que comprobases si lleva ropa interior? Para las Gilmore la confianza es ciega.

Te guste o no, eres como tu madre

Lorelai no soportaba demasiado a su madre, tan correcta, tan convencional y sin embargo… Tarde o temprano acabó descubriendo que se parecía a ella. Bueno, que era una calcomanía de ella. No es un caso aislado, tú también lo padeces.

Usa la ironía para todo

Lorelai es el sarcasmo y la ironía personalizados. Lo utiliza para todo y en todas las situaciones. A veces no le sale muy bien la jugada, pero siempre demuestra tener una rapidez mental envidiable.

Las mañanas están sobrevaloradas

Nadie lleva bien eso de madrugar.

Aunque no nos gusten algunas cosas, debemos afrontarlas

Al final siempre debemos dar (o poner) la cara ante esas situaciones desagradables. Lo que no podemos hacer es huir de ellas.

No puedes saltarte los viernes de pizza y 'peli' con tu madre

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Si no has tenido ninguno, ¿a qué estás esperando?

Lo que realmente importa en esta vida

Es importante no arrepentirse de ‘no’ haberlo hecho.

El amor es complicado

¿O seremos nosotros los complicados? Lo que está claro es que Lorelai y Rory Gilmore son mujeres de armas tomar y que no se conformarán con poco.

Disimular es importante

Aunque nunca debemos hacerlo de esta manera. De hecho, ¿en qué momento la familia Gilmore demostró saber pasar desapercibida? Mejor olvida este consejo.

El verdadero significado de ‘flexible’

Lorelai: “Puedo ser flexible, siempre y cuando todo esté como yo quiero”. Así somos todos tolerantes.

Las relaciones entre madre e hija deberían ser siempre así:

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