Participantes en la mesa de liderazgo femenino. Isabel Pardo de Vera, Cruz Sánchez de Lara, Marta Rivera y Charo Izquierdo.

Participantes en la mesa de liderazgo femenino. Isabel Pardo de Vera, Cruz Sánchez de Lara, Marta Rivera y Charo Izquierdo. Jesús Umbría

Wake Up Spain (2024)

Capacidad, impulso, referentes y resilencia: las claves para el nuevo liderazgo femenino

La mesa redonda que ha cerrado la tarde en la cuarta jornada de Wake Up, Spain! ha puesto las claves para construir un nuevo liderazgo y contribuir al relevo generacional.

18 abril, 2024 19:12

En esta cuarta jornada del Wake Up, Spain!, la tarde es para el liderazgo femenino y las Top 100 Mujeres Líderes. Se desarrolla una mesa redonda integrada por cuatro mujeres de excepción: Isabel Pardo de Vera, exsecretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana; Marta Rivera de la Cruz, tercera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid, miembro de la Junta de Gobierno y delegada del Área de Cultura, Turismo y Deporte.

Cruz Sánchez de Lara, vicepresidenta de EL ESPAÑOL y Charo Izquierdo, consejera editorial de EL ESPAÑOL para Magas y Enclave ODS como moderadora de la mesa.

“Si hablamos de inteligencia artificial e innovación es preocupante la menguante incorporación de la mujer a la tecnología y a las STEM. Después de tantos años insistiendo en que tiene que mejorar no ha cambiado nada e incluso va a peor. ¿Qué hemos hecho mal?”, pregunta Charo Izquierdo a la mesa.

Falta de referentes

“Las transformaciones sociales y culturales requieren mucho tiempo, pero también ellos están bajando en número en el sector de la inteligencia artificial. Lo hemos repetido hasta la saciedad, en nuestro adn como mujeres está grabada la vocación de servicio”, asegura Isabel Pardo de Vera.

Y continúa: “Y no se perciben estas carreras como servicios de ayuda a la sociedad, se ven de una manera menos humanista. Además, no tenemos referentes que como es de maravilloso participar en la tecnología”

“En medicina, por ejemplo, hoy hay más mujeres que hombres. En mi entorno, todas quieren ser ingenieras y genetistas, y creo que hay que trabajar en poner esos referentes. Yo estudie letras, pero no porque alguien me dijera que no podía enfrentarme a una carrera científica. No nos obsesionemos en que hay un ‘no puedes’”, asevera Marta Rivera.

Mesa de liderazgo femenino y Top 100.

Mesa de liderazgo femenino y Top 100. Jesús Umbría

“En nuestra generación esto tiene una explicación. Las chicas de entonces necesitábamos hacer algo con propósito. Por ejemplo, en el caso de la ingeniería, si alguien nos hubiera dicho que ser ingeniera era para hacer un puente que uniera dos ciudades, pues igual me lo hubiera planteado, pero eso yo creo que está superado”, asegura Cruz Sánchez de Lara.

Y continúa “En cuanto a qué hacemos mal, creo que ha habido una frase muy repetida, que se la debemos a la alcaldesa de Valencia, el dato mata al relato. Y me ha llamado la atención, a pesar de los porcentajes de intervención, el primer día estábamos aquí cuatro mujeres y eso es una cuestión real que está sucediendo”.

“Me gustaría también que habláramos de las cosas que se hacen bien, las empresas, por ejemplo. Viendo a Alberto y Montse de Oracle con el proyecto Reinvéntate, y ahí tenemos que poner el foco que todas las empresas deberían copiar”, confirma.

24. Mesa redonda. El liderazgo femenino y las 'Top 100'

Sostenibilidad y mujer

“El otro gran vector es la sostenibilidad”, asegura Charo Izquierdo. Y añade: “Si queremos empresas sostenibles, necesitamos líderes sostenibles. ¿Estamos las mujeres más preparadas para la sostenibilidad?

“Nuestro cerebro es apto para esto, sobre todo, en el manejo del tiempo. Tenemos a nuestro favor, esa capacidad de organización especialmente útil. Me preocupan mucho los proyectos fuegos artificiales, nosotras tenemos una capacidad de mirar a largo”, dice Marta Rivera de la Cruz.

“Uno de los aspectos más destacables es la resilencia. A la hora de poder medir los impactos de los ods hay un gran avance en el que nos podemos apoyar. Si creo que la mujer tiene que estar más aquí, ya que somos el 52% de la sociedad en España. No podemos ser tan pobres de espíritu de pensar solo en nuestra generación o la siguiente”, afirma Isabel Pardo de Vera.

“Los ODS son el paraguas que cubre toda la sostenibilidad. Con las denominaciones que ponemos a las cosas pretendemos separar, pero todos hablamos de los mismo. Tenemos un reto precioso y muy ilusionante”, confirma Cruz Sánchez de Lara.

Y añade: “Pero creo que ellos sufren mucho menos el síndrome del impostor, tienen menos problemas de autoestima, de conciliación…, y desde ese parapeto que nos ha puesto la sociedad y nosotras mismas, tenemos que ser más positivas”.

Ranking de las Top 100

“Tenemos la suerte de que EL ESPAÑOL a través de su portal Magas contamos con el ranking de Las Top 100 mujeres porque tenemos la necesidad de visibilizar a las mujeres. ¿Es fundamental este tipo de plataformas para que el resto sientan la necesidad de emulación?

“Es un trabajo impresionante el que se está haciendo en las Top 100. Se nota la ilusión de las mujeres para relacionarse. La gestión del tiempo nos ha impedido asociarnos en diferentes causas, necesitamos impulsarnos para que seamos las protagonistas directamente. Ellos lo han hecho y están en todos los sitios”, dice Isabel Pardo de Vera.

“Estos foros permiten visibilizar esos casos de éxito. Si ella lo consigue, yo también puedo. Esa foto puede ser muy importante, así como poner nombres y apellidos a casos de éxito es esencial”, confirma Marta Rivera.

“Me he rodeado de mujeres generosas y siempre lo he tenido claro. Teníamos que tener un ranking y una comunidad de mujeres. Yo era top 100 y quería para las demás lo que yo sentí en aquellas galas de las Top 100. Agradezco la generosidad del periodico y de nuestro presidente que no me costó demasiado convencerlo”, asegura Cruz.

Y añade: “Invertid en vosotras, sois vuestro principal activo en vuestra empresa personal”.

Relevo generacional

Charo Izquierdo pone sobre la mesa cómo hacer la transición para la integración de diferentes generaciones.

“A mí me preocupa el edadismo, mujeres de 60 años de las que no podemos prescindir”, asegura Marta.

“Claro. Cuando hablamos de diversidad también hablamos de las edades. Este tema requiere una estrategia, de análisis de curvas en las organizaciones, de cómo la gente de mayor edad tiene una brecha digital mas amplia y la gente joven puede ayudar, pero la experiencia no se puede perder, y esto hay que hacerlo de forma organizada”, defiende Isabel.