El pleno de la Eurocámara, durante la votación de este jueves en Bruselas.

El pleno de la Eurocámara, durante la votación de este jueves en Bruselas. Invertia

Observatorio de la Energía

La Eurocámara adopta la reforma para descarbonizar el mercado del gas y la del mercado eléctrico

Se facilita la incorporación a la red de las energías renovables y el hidrógeno verde, además de aprobar los llamados contratos por diferencia (CfD).

11 abril, 2024 18:14

El pleno del Parlamento Europeo ha adoptado la reforma del mercado del gas de la UE para facilitar la incorporación a la red de las energías renovables y con bajas emisiones de carbono, incluido el hidrógeno verde.

La reforma contiene una nueva directiva y un reglamento sobre los mercados del gas y el hidrógeno de cara a descarbonizar el sector energético de la UE. Estas medidas están diseñadas para asegurar el suministro de energía interrumpido por las tensiones geopolíticas, en particular la guerra de agresión rusa contra Ucrania, y abordar el cambio climático.

En las negociaciones con el Consejo --que aún debe refrendar ambos textos-- sobre la directiva, los eurodiputados se centraron en garantizar disposiciones en torno a la transparencia, los derechos de los consumidores y el apoyo a las personas en riesgo de pobreza energética.

[El futuro mercado eléctrico europeo no toca lo esencial: el gas seguirá fijando precios con el mismo sistema marginalista]

En concreto, el pleno ha aprobado la directiva por 425 votos a favor, 64 en contra y 100 abstenciones, mientras que el nuevo reglamento ha salido adelante con 447 votos a favor, 90 en contra y 54 abstenciones.

Este último texto reforzará los mecanismos para establecer precios justos y un suministro energético estable, y permitirá a los Estados miembro limitar las importaciones de gas de Rusia y Bielorrusia.

La legislación introducirá un sistema conjunto de compra de gas para evitar la competencia entre los países de la UE y un proyecto piloto para reforzar el mercado del hidrógeno de la UE durante cinco años.

El reglamento también se centra en aumentar las inversiones en infraestructura de hidrógeno, especialmente en las regiones carboníferas, promoviendo una transición a fuentes de energía sostenibles como el biometano y el hidrógeno con bajas emisiones de carbono.

Reforma del mercado eléctrico

También el pleno del Parlamento Europeo ha adoptado la reforma del mercado eléctrico de la UE para que este sea más estable y asequible y proteger a los consumidores contra la volatilidad de los precios.

Las reforma, compuesta por un reglamento y una directiva que ya fueron acordadas con el Consejo --que aún debe refrendar los textos-- han sido adoptadas por 433 votos a favor, 140 en contra y 15 abstenciones, y 473 votos contra 80 y 27 abstenciones, respectivamente.

Los eurodiputados aseguraron que los consumidores tendrán derecho a acceder a contratos de precio fijo o contratos de precio dinámico, y recibir información importante sobre las opciones a las que se suscriban y no se permitirá a los proveedores cambiar unilateralmente los términos de un contrato.

Además, en base a las nuevas normas, los países de la UE pueden prohibir a los proveedores cortar el suministro de electricidad a clientes vulnerables, incluso durante disputas entre proveedores y clientes.

La legislación prevé los llamados contratos por diferencia (CfD), o esquemas equivalentes con los mismos efectos, para fomentar la inversión en energía. Se permitirá su uso en todas las inversiones en nueva producción de electricidad, ya sea a partir de energías renovables o nucleares. En un CfD, una autoridad pública compensa al productor de energía si los precios del mercado caen demasiado, pero le cobra pagos si los precios son altos.

El texto establece también un mecanismo para declarar una crisis de precios de la electricidad, de modo que en una situación de precios muy altos y bajo ciertas condiciones, la UE puede declarar una crisis de precios de la electricidad regional o en toda la UE.

Esto permitirá a los Estados miembro tomar medidas temporales para fijar los precios de la electricidad para las pequeñas y medianas empresas y los consumidores industriales con uso intensivo de energía.