Ya se publicó el crecimiento del PIB y la EPA del primer trimestre de 2024. Los datos fueron los esperables. Crece la economía y, a la vez, se deshacen puestos de trabajo creados en navidades y rebajas con aumento del paro. Los análisis de los expertos dependen de su inclinación.

Los economistas independientes, o de la oposición, analizan los datos como señal de que el mercado de trabajo no es tan sólido como dice el Gobierno. Hay 139.700 empleados menos y 117.000 parados más; rozando los 3 millones (2.977.900).  

El Gobierno y sus aledaños consideran normal el descenso de ocupados y aumento del paro ese trimestre. Hacen hincapié en la estacionalidad del periodo y su tasa anual. Los ocupados crecen en 615.800 personas en 12 meses y los desempleados disminuyen en 208.500 en el mismo periodo. Además, añaden un buen crecimiento de la economía con un 0,7% del PIB en el primer trimestre, lo que supone un 2,4/2,5% anual.

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, resalta que baja la temporalidad a un 15,7% y los trabajadores con contrato indefinido son ya 15,2 millones. Récords que atribuye a la Reforma Laboral de 2021 (RL21).   

Una RL21 que tenía buenas intenciones con acuerdo entre el Ministerio de Trabajo, los sindicatos (UGT y CCOO) y la CEOE/CEPYME. Yolanda Díaz ha vivido de su renta durante unos años.  

Los ocupados crecen en 615.800 personas en 12 meses y los desempleados disminuyen en 208.500 en el mismo periodo

Una de sus ventajas fue estadística. Al no contabilizar como parados los fijos discontinuos sin actividad, baja el número oficial de desempleados registrados en el SEPE. El Gobierno que puede alardear de menos parados. El ministerio indica que antes tampoco se contabilizaban y es cierto. Pero, entonces, al ser muchos menos los contratados como fijos discontinuos, su cifra en inactividad no era significativa. Ahora sí. 

Como muchas veces los fijos discontinuos en inactividad superan el medio millón, si se contabilizasen como desempleados daría una imagen del mercado laboral diferente a la que ahora se da ¿Quién gana con ello? Cómo ya se ha indicado el Gobierno que presenta una imagen mejor ¿Quién pierde? Los expertos en el mercado laboral que no saben exactamente lo que ocurre. También los fijos discontinuos que son temporales disfrazados. 

El Gobierno aduce que como las cifras son comparativas, lo importante es que, aunque la cifra de fijos discontinuos inactivos no se sepa, en los últimos años el número de desempleados registrados en el SEPE disminuyen. Otros expertos indican que la cifra absoluta es falsa. El público considera que es una discusión de “entendidos” en la que no entra. Lo que es cierto es que el contrato fijo discontinuo es cada vez más discontinuo y menos fijo. Según Fedea a finales de 2022 el número de esos contratos llegó a 1,4 millones de los que 700.000 estaban inactivos.

Pero hay otro efecto de la RL21 también significativo. En ella se prohibió el contrato temporal, salvo dos casos: el de circunstancias de producción (previstas o impredecibles) y el de sustitución. Ambos con duración limitada. Todo para favorecer la “contratación indefinida” y evitar la precariedad de la temporalidad.

Efectivamente, con el tiempo se ha aumentado el porcentaje de contratos indefinidos sobre el temporal.

Efectivamente, con el tiempo se ha aumentado el porcentaje de contratos indefinidos sobre el temporal

Sin embargo, el efecto colateral es que casi un 50% de esos “contratos indefinidos” tienen una duración inferior a un año. Muchos acaban antes del periodo de prácticas de seis meses con un despido o un abandono del trabajador. Otros lo hacen en los seis meses posteriores. De manera que el “contrato indefinido” es cada vez más definido. En muchos casos el “contrasto indefinido” también es un contrato temporal disfrazado. Con una mayor indemnización, pero temporal. La precariedad no desaparece del mercado laboral; aumenta.

Antes, cuando a los jóvenes se les hacía un contrato indefinido, podían pensar en cierta estabilidad, independizarse o, incluso, formar familia. Ahora con la RL21 ni siquiera con un contrato indefinido pueden estar tranquilos sobre su futuro laboral.

Mientras, el presidente de Gobierno (el fijo discontinuo) entra en actividad. Un dato inquietante para las clases trabajadoras, porque la situación descrita se debe a sus políticas. 

** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.