El escándalo de los 'emails' golpea a Hillary Clinton en la recta final de las primarias
Un informe oficial afirma que la ex secretaria de Estado violó normas de la Administración al usar un servidor de correo privado.
25 mayo, 2016 18:43Noticias relacionadas
La favorita en las primarias demócratas, Hillary Clinton, no logra enterrar el escándalo de sus correos electrónicos cuando era secretaria de Estado de la Administración Obama.
Este miércoles, ha visto la luz un informe del inspector general del Departamento de Estado que acusa a la antigua responsable de la institución de violar sus reglas al utilizar un servidor de correo privado en lugar de uno oficial.
El documento afirma que Clinton no pidió permiso para usar un servidor personal y que de haberlo solicitado no lo habría obtenido por “riesgos de seguridad”.
“La OIG [Oficina del Inspector General] no encontró pruebas de que la Secretaria hubiera solicitado u obtenido orientación o aprobación para desarrollar su actividad oficial a través de una cuenta de correo electrónico personal en su servidor privado”, indica el texto. “La Secretaria Clinton tenía la obligación de discutir el uso de su cuenta de correo electrónico personal para desarrollar actividad oficial”.
La candidata demócrata lastra este fantasma de su pasado desde que el New York Times publicara hace algo más de un año un artículo donde funcionarios del Departamento de Estado alertaban de que Clinton “pudo haber violado” normas de la Administración por utilizar un servidor de correo electrónico personal.
Las críticas no han cesado desde entonces -especialmente, desde el bando republicano. De hecho, la ex secretaria de Estado ha llegado a declarar ante una comisión especial del Congreso que investiga el asalto a un complejo diplomático de Estados Unidos en Bengasi (Libia) cuando ella integraba el Ejecutivo de Barack Obama.
Clinton también afronta una investigación del FBI acerca de si vulneró información clasificada con su uso del correo. Docenas de sus emails incluyen referencias a información de este tipo, dice el New York Times. Pero el informe del investigador general emergido este miércoles no ahonda en dicho asunto.
El documento apunta, sin embargo, que la antigua dirigente del Departamento de Estado “debería haber guardado cualquier registro federal creado y recibido en su cuenta personal imprimiéndolo y archivándolo con sus archivos relacionados en la Oficina del Secretario”.
“Como mínimo”, continúa el informe, “la Secretaria Clinton debería haber entregado todos los correos electrónicos relacionados con la actividad del Departamento antes de dejar el oficio gubernamental y, al no hacerlo, no cumplió con la política del Departamento implementada de acuerdo a la Ley de registros federales”.
El documento abarca también el paso de otros responsables de Estado por la institución y critica la existencia de "debilidades sistémicas antiguas" en el Departamento "más allá del ejercicio de cualquier Secretario de Estado".
Hasta ahora, Clinton ha argumentado que sus prácticas eran lícitas y no conllevaron riesgos de seguridad, si bien ha pedido perdón por no usar dos cuentas de correo distintas.
Ha defendido que no compartió información clasificada y que el Gobierno guardaba registros de sus correos porque la mayoría fueron enviados a cuentas de la Administración y porque entregó además una amplia caché de correspondencia electrónica a las autoridades a petición de éstas. La candidata justifica su uso de una cuenta privada porque "era práctico" a la hora de trabajar y mantenerse en contacto con su familia.
Tras la publicación del informe, un portavoz de la aspirante demócrata ha asegurado en declaraciones recogidas por Reuters que su uso del correo imitaba el de anteriores secretarios de Estado y que los fallos de la agencia gubernamental -que ha sufrido ciberataques- vienen de tiempo atrás.
"El informe muestra que los problemas con los sistemas de mantenimiento de registros del Departamento de Estado son antiguos y que no existía el precedente de que alguien en [la posición de Hillary Clinton] tuviera una cuenta de correo del Departamento de Estado hasta la llegada de su sucesor", ha declarado Brian Fallon en nombre de Clinton.
Pero las palabras del investigador general pueden suponer un mazazo a su candidatura presidencial al reavivar el debate sobre su uso del correo electrónico al frente del 'Ministerio de Exteriores' estadounidense.
Encuestas recientes muestran al polémico magnate republicano Donald Trump por delante de la ex primera dama. Asimismo, aun con la nominación de su partido en la punta de los dedos, Clinton se enfrenta todavía al senador por Vermont Bernie Sanders, que se niega a retirarse de la carrera.
"Creo que el informe no va a tener prácticamente ningún impacto en lo que queda de la primaria demócrata, donde Clinton tiene una ventaja casi insalvable de delegados", dice Molly Reynolds, analista del think tank Brookings Institution, basado en Washington DC. "Respecto a las elecciones generales, anticipo que el informe formará parte de una estrategia por la que Trump intentará relacionar a Clinton con un amplio abanico de escándalos -basados en diversos grados de evidencia real- como parte de su ofensiva contra ella. Ya hemos visto cómo empieza a desarrollar esta estrategia y creo que continuará durante la campaña para las elecciones generales".
El escándalo emailgate afectó duramente a Clinton en la primera parte de la carrera electoral. Politico lo calificó como un “cáncer” en su campaña. Un análisis publicado por la cabecera norteamericana en otoño mostraba cómo la popularidad de la candidata demócrata cayó durante los meses siguientes al estallido de la polémica. “Ha empezado una espiral destructiva en los medios y claro que ha hecho daño en su campaña”, dijo por aquel entonces a EL ESPAÑOL Alana Moceri, analista y responsable de la iniciativa Spain for Hillary. “Han sido unos meses duros [para Clinton]”, aseveró.