Lorenzo Amor, presidente de ATA y vicepresidente de CEOE.

Lorenzo Amor, presidente de ATA y vicepresidente de CEOE. Jesús Hellín / Europa Press

Opinión HABLANDO SOBRE ESPAÑAc

Lorenzo Amor (ATA): “Si el Gobierno quiere que digamos ‘sí, bwana’ a todo, no contará con nosotros"

“Mientras suban impuestos y cotizaciones, será difícil elevar la contratación” / "El Gobierno tiene que gastar menos y no asfixiar a los autónomos con impuestos” / Los acuerdos que se han firmado comprometen en buena parte el desarrollo del tejido empresarial, de la economía, de la igualdad de los españoles".

26 noviembre, 2023 02:47

Lorenzo Amor (Córdoba, 1965) es presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA) desde hace 19 años, un periodo en el que le ha tocado lidiar con varias crisis económicas y una pandemia. Y, con toda esa experiencia a sus espaldas, el líder de la principal organización de trabajadores por cuenta propia se muestra especialmente "preocupado" por el clima político imperante

El también vicepresidente de la CEOE, en la entrevista concedida a EL ESPAÑOL, expresa la inquietud que sienten los empresarios por los acuerdos alcanzados por el PSOE para lograr la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, dado que comprometen la "igualdad de los españoles". Y muestra desconfianza ante los cambios de opinión del jefe del Ejecutivo.

Además, recuerda que tanto ATA como CEOE se sentarán siempre a dialogar con el Ejecutivo, pero ello no implica que vayan a ceder a todas las reclamaciones que se les hagan. 

¿Qué piensa del nuevo Consejo de Ministros?

Bueno, ya lo dijo nuestro presidente. Son personas que van a empezar su labor y valoraremos las políticas que hagan. La legislatura acaba de comenzar.

Pero sí tengo que trasladar nuestra preocupación ante el clima de incertidumbre y, sobre todo, de desconfianza. Los acuerdos que se han firmado comprometen en gran medida el desarrollo del tejido empresarial, de la economía, de la igualdad de los españoles, del Estado de Derecho y de tantas y tantas cosas.

A partir de ahí, vamos a ver cómo se va desarrollando la legislatura. Nosotros estamos a disposición del nuevo Gobierno para trabajar con lealtad institucional y sentido de Estado en todos los ámbitos, por supuesto en el Diálogo Social, para buscar lo mejor para este país, para el crecimiento empresarial y de la economía y el bienestar de las familias.

Habrá momentos en los que indudablemente llegaremos a acuerdos, como durante la pasada legislatura. Fueron más de 14 pactos los que se cerraron. Habrá desencuentros, claro. Lo que sí está claro es que nosotros tendremos el mismo sentido de Estado cuando lleguemos a acuerdos que cuando haya desencuentros. Miraremos siempre por lo mejor para el país y para el tejido empresarial.

Ha hecho usted referencia a los recientes acuerdos entre el PSOE y los partidos nacionalistas e independentistas vascos y catalanes que han generado gran inquietud en la CEOE.

Bueno, es que si nosotros proponemos que el salario mínimo suba un 3% pero dentro de tres meses decimos lo contrario, el nivel de desconfianza que generaríamos en la sociedad hacia nuestra organización sería tremenda.

El tejido empresarial tiene un nivel de desconfianza muy alto por determinadas medidas que se han plasmado en los acuerdos. Hay clima de desconfianza y de preocupación, sobre todo para el que tiene que invertir, que no puede disponer de una hoja de ruta o una línea clara.

Es indudable que cuando se rompe la igualdad entre los españoles, cuando se van a cambiar las leyes porque en estos momentos interesa hacerlo -aunque hace tres meses no era de interés y el interés hoy es exclusivamente político-, pues bueno, oiga, yo creo que eso no es bueno. E insisto, eso es lo que genera malestar.

Cuando se rompe la igualdad entre los españoles, cuando se van a cambiar las leyes porque en estos momentos interesa hacerlos, pues bueno, yo creo que esto no es bueno

¿Qué piensa de que PSOE y Junts hayan pactado formular un plan para que las empresas que se fueron de Cataluña por el 1-O vuelvan?

Ojalá que aquellas empresas que voluntariamente quieran, vuelvan a Cataluña, pero sin obligación de ningún tipo. ¡Sólo faltaría que se fijara por ley cuál debe ser la sede social de una empresa! Aquellas que deseen volver deben hacerlo libremente. Pero lo veo muy complicado teniendo en cuenta que hay cambios de pareceres muy rápidos.

¿Ha habido algún tipo de polémica entre Foment del Treball, la patronal catalana, y el resto de organizaciones dentro de CEOE?

Ninguna, ninguna, ninguna. Todos tenemos muy claro que estamos con el Estado de Derecho, con la separación de poderes. En que gran parte de los acuerdos supone un daño al Diálogo Social, pero también es una carga para las empresas. No ha habido ningún tipo de polémica en este asunto.

Es más, la CEOE elaboró un comunicado junto a Cepyme y ATA que ponía de manifiesto lo que han dicho jueces, fiscales, inspectores de Hacienda… Bueno, lo que decía el Gobierno hace cuatro meses, ¿no?

Pero Foment, en su propio comunicado, sí valoró positivamente el plan para fomentar el retorno de empresas pactado entre Junts y PSOE.

Eso no estaba en el comunicado de CEOE, que evidentemente fue aprobado por Foment.

Pero sí en el de Foment.

Bueno, yo creo que el de Foment exclusivamente daba la bienvenida el hecho de que se facilitara la vuelta de las empresas. No creo que llegara a otros aspectos.

Los acuerdos del PSOE también incluyeron un programa de Gobierno pactado con Sumar. En él, se recogía la iniciativa de dar entrada a nuevas patronales en el Diálogo Social y cambiar el marco de negociación con las asociaciones de autónomos.

El documento del acuerdo propone, literalmente, democratizar la representatividad de los autónomos. La representatividad de los autónomos se fijó en el Estatuto del Trabajo Autónomo ya hace 15 años. Un estatuto aprobado por un gobierno socialista.

Que se diga que lo que se ha hecho hasta ahora no es democrático… Me parece muy llamativo, ¿no? Todos sabemos cuáles son las reglas de juego. Y llevamos 15 años con las mismas reglas de juego. Cada año, las organizaciones de autónomos vamos a una concurrencia competitiva para ver cuál es el peso relativo que tiene cada organización.

Lorenzo Amor, presidente de ATA y  vicepresidente de la CEOE:

Lorenzo Amor, presidente de ATA y vicepresidente de la CEOE: Jesús Hellin / Europa Press

Cada uno sabe a principios de año qué es lo que tiene que cumplir. Y cuáles son las reglas de juego. Según la auditoría de este año, ATA tiene una representatividad del 64%, UATAE un 21% y UPTA un 15%. Querer ahora cambiar las reglas de juego porque hay que democratizar…

Las organizaciones, que somos independientes, tenemos muy claro que llegaremos a acuerdos cuando haya que llegar a acuerdos y diremos no cuando consideremos que algo no es bueno para el país y para los autónomos, para el tejido empresarial.

Lo hemos hecho así siempre, con gobiernos de diferente signo, ya sea en el ámbito de las comunidades autónomas o en el ámbito estatal. Ahora bien, si lo que se pretende es tener en el Diálogo Social a quien diga ‘sí, bwana’ a toda medida que tome un gobierno, con ATA no van a contar, y con CEOE y con Cepyme tampoco.

Además, es muy llamativo que el acuerdo hable de la representación empresarial pero no se toque la representación sindical cuando hay organizaciones o sindicatos que están ahí también.

Yo no estoy de acuerdo ni en una cosa ni en otra. Hay una representación que aglutina a todo el tejido empresarial con una CEOE muy fuerte, cada día más fuerte, y con una Cepyme que aglutinan a todos los territorios, todas las pequeñas empresas y todas las organizaciones sectoriales que firman convenios en nuestro país con presencia en más de 4.500 mesas.

Que ahora, por interés político o porque se quiera tener organizaciones que no tengan la independencia suficiente en el ámbito del Diálogo Social … Creo que esto está en la hoja de ruta final del Gobierno.

¿Cómo valora a la nueva ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz? Es con quien más le va a tocar trabajar.

Yo con la ministra he tenido ya relación en el pasado, no tanto como compañera que fue en el ámbito de la representación de los autónomos, como también como consejera. Es más, hicimos un evento en ATA y fue una de las ponentes que estuvo.

Ella hizo una gestión importante, la transición del sistema de estimación objetiva al sistema de estimación directa, es decir, la supresión de módulos, que se llevó a cabo en Navarra. Y creo que se hizo un buen trabajo.

A partir de ahí, la nueva ministra sabe que con nosotros va a contar en el Diálogo Social. Habrá temas en los que estemos de acuerdo y temas en los que tengamos desencuentros. Pero sí va a tener la lealtad institucional y la buena disposición a trabajar codo con codo.

La labor más difícil que tiene por delante parece la transferencia de la Seguridad Social a País Vasco.

No me gusta hablar de anuncios. Mientras que no lo vea concretado… Esta transferencia habrá que ver cómo queda. De lo que no estoy a favor, desde luego, es de romper la caja única de la Seguridad Social.

Habrá que ver cómo queda la transferencia de la Seguridad Social a País Vasco. De lo que no estoy a favor, desde luego, es de romper la caja única

El nuevo Gobierno también llevará a movimientos dentro de las empresas públicas. La primera Hispasat, tras la marcha de Jordi Hereu al Ministerio de Industria y Turismo. ¿Cómo valoran estos cambios de cromos en el sector público cada vez que hay un cambio de Gobierno?

Bueno, lo mismo que un consejo de administración empresarial nombra a su presidente o a su consejero delegado, cuando el consejo de administración es dominado por un gobierno es a ese gobierno al que le corresponde nombrarlo. Nosotros en eso tenemos que mantener el respeto oportuno.

Eso lo han hecho tanto unos gobiernos como otros, y de todos los signos. Lo que nos gustaría es que hubiera más gestores y menos políticos.

Como siempre, a estas alturas del año, tenemos la negociación del salario mínimo interprofesional (SMI).

Alrededor del salario mínimo se hace mucha ideología y mucho populismo. Nosotros ya hemos puesto encima de la mesa una propuesta con toda coherencia. Ya habíamos acordado con los sindicatos en marzo que los salarios subieran un 3% este año con una cláusula de un punto adicional si la inflación estaba por encima y otro 3% en 2025.

Por coherencia y respeto, si se plantea una subida del SMI mantenemos esas condiciones. Lo que nos resulta llamativo es que el Gobierno ha decidido en los cuatro últimos años aumentar el SMI un 47% y ha obligado a las empresas y a las familias, que tienen contratados cuidadores de dependientes o personas del régimen de hogar, a elevar los salarios pero la Administración se niega a subir ni un solo punto porcentual los contratos públicos que tiene la propia Administración.

Con ello, el agujero se hace cada vez más grande para esas empresas, para esos autónomos que trabajan con administraciones. Cobran lo mismo pero se les ha obligado a subir sus costes laborales.

Por eso la condición sine qua non para apoyar esa subida del SMI del 3% en 2024 y del 3% en 2025 es que se tienen que aplicar esos porcentajes a los contratos públicos que están en vigor.

¿Hay líneas rojas en la negociación? ¿Es el 3% una propuesta de máximos o de mínimos por parte de la patronal?

Nosotros hemos firmado el 3% en el acuerdo de negociación colectiva, pero esto es orientativo. Y no es un 3%, es un 3% más un punto teniendo en cuenta la inflación. Esto lo dice todo, ¿no? Se está hablando de un 3,7%, de un 3,8% en los medios. Y está en esa línea.

Lorenzo Amor.

Lorenzo Amor. Europa Press.

¿Y la vinculación a los contratos públicos?

Lo que no se puede pedir a las empresas es que hagan esfuerzos para subir el salario mínimo un 47% en los cuatro últimos años sin hacerlo la Administración. El salario mínimo está mayoritariamente en las pequeñas empresas y en los autónomos. Esa pequeña empresa de jardinería que trabaja para un ayuntamiento y que ha visto cómo se le ha incrementado el salario mínimo y, sin embargo, ese contrato público no se ha cambiado.

No puede ser que se invite a los trabajadores a cenar pero siempre paguen los mismos, ¿no? La Administración no quiere asumir su parte de responsabilidad en el SMI. Y la responsabilidad de la Administración es adecuar los contratos públicos.

¿Cómo marcha el nuevo modelo de cotizaciones de los autónomos?

Bueno, hemos visto que los rendimientos netos declarados por los autónomos han aumentado, algo en lo que ha tenido mucho ver la situación inflacionista. Han crecido prácticamente un 20% en los últimos tres años. Eso es muy llamativo.

Con el incremento de la inflación, muchos autónomos están teniendo que cotizar por encima de lo que venían cotizando. Ahora bien, el rendimiento neto medio de los autónomos sigue estando por debajo de esos 22.500 euros fijados como tope para seguir pagando igual o menos en los próximos años. Esto lo dejo claro.

[Atento al cambio en la cuota de autónomos para 2024: a quién afecta y quiénes pagarán menos]

Por otro lado, escasamente uno de cada cinco autónomos ha comunicado sus ingresos previstos a la Seguridad Social. Yo ya decía que era complicado que fuera así. Que el autónomo comunicara los ingresos es muy complicado. No tiene una minuta fija, depende de cómo evolucione el ambiente socioeconómico, si hay guerra o no, si hay gobierno o no, si el turismo funciona o no…

Este año era muy complicado prever qué ingresos se iban a tener. Y más después de la Covid, que rompió las previsiones de muchos autónomos. A partir de ahí lo que vemos es que muchos van a esperar a la revisión que tenga que hacer la Seguridad Social cuando se hayan declarado los rendimientos netos del año anterior.

¿Pedirán cambios a la nueva ministra?

Nosotros cumplimos lo acordado. Yo creo que el sistema es lo suficientemente ágil. Insisto: han subido los rendimientos netos, pero yo afirmaría que si el autónomo adecúa su cotización a los ingresos, siete de cada diez autónomos van a pagar igual o menos que el año pasado.

¿Va a echar de menos a José Luis Escrivá?

Llevo muchos años en esto. Han pasado muchos ministros y ministras… No le puedo decir que eche de menos... Pero con todos he tenido una buena relación. La sigo manteniendo.

Tenemos que dejar a un lado los sectarismos, en política hay demasiados

Con Escrivá fue un poquito tensa.

Bueno, a ver, una cosa es cuando cada uno juega su papel y otra cosa diferente son las relaciones personales. En política falta eso, más relaciones personales, independientemente de que cada uno defienda su postura.

Tenemos que dejar a un lado los sectarismos. En política hay demasiados sectarismos. Una cosa es defender una postura con más o menos vehemencia. Pero cosa diferente son las relaciones personales, que deben estar por encima de muchas cosas.

Relaciones personales que parecen haberse roto en algunos partidos, con críticas muy duras dentro del PSOE por algunas decisiones de Pedro Sánchez y luchas fraticidas dentro de Sumar.

Toda esta situación genera incertidumbre. Un día oímos a uno de los partidos que ha firmado el acuerdo decir una cosa que no está en el acuerdo, o por lo menos que dice el PSOE, el Gobierno, que no está de acuerdo. Otro día vemos que otro de los partidos que ha apoyado la investidura está diciendo los Presupuestos se tienen que negociar con él.

Todo esto genera incertidumbre. Vamos a ver cómo va andando la legislatura. No me gusta hacer de gurú. Ya veremos cada proyecto, anteproyecto u orden.

Pero hay proyectos que parecen muy claros, como por ejemplo la reducción de la jornada laboral por ley.

Nosotros en esto ya hemos sido claros. Reducir la jornada laboral por ley, tal y como está en el acuerdo suscrito entre el PSOE y Sumar, significa incrementar un 7% los costes laborales. Y el año que viene suben también las cotizaciones. Estamos hablando de subidas salariales, estamos hablando de subidas de impuestos. El problema es que a un país no se le saca hacia adelante poniendo cargas a la empresa. Cuando se le ponen cargas a las empresas, algunas huyen.

A un país no se le saca hacia adelante poniendo cargas a la empresa. Cuando se le ponen, algunas huyen

Durante su discurso de investidura, Pedro Sánchez ya anunció más impuestos para las grandes fortunas y para las grandes empresas.

En estos momentos, el Gobierno tiene que trabajar en recortar el gasto más que en asfixiar a las empresas, a los autónomos y a las pymes con más impuestos.

A toda esta incertidumbre, se suma la desaceleración económica.

La desaceleración no sólo está ocurriendo en España, sino en el resto de Europa, y es un problema agravado por los conflictos bélicos, que son trascendentales, con un incremento del gasto.

Las autoridades internacionales están diciéndonos que tenemos que empezar a apretarnos el cinturón. Pero, además, en un clima de incertidumbre y desconfianza en el tejido empresarial y la inversión que habrá que ver cómo se desarrolla. Vamos a seguir creando empleo, pero indudablemente no al ritmo que veníamos haciéndolo. Y esto se va a notar.

La economía va a crecer, pero desde luego el crecimiento va a ser mucho más suave, como ya pronostican muchos organismos y servicios de estudio. Gran parte del tejido empresarial está facturando menos que el año pasado. Sin embargo, sus gastos se han incrementado por encima del 11%. Eso hace que la situación sea compleja. Algunos están aguantando empleos. Pero la contratación se está frenando.

¿Si se aumenta el precio del despido y se dificulta su ejecución, como parece ser el plan para esta legislatura, se restará flexibilidad a las empresas?

España es líder en paro en la Unión Europea y la contratación está bajando. Que estemos hablando del despido, que es algo que no preocupa ni a empresarios ni a trabajadores, no tiene sentido cuando tenemos que hablar de contratación. Por ejemplo, de facilitar la contratación a las empresas que tienen dificultades para hacerlo.

No entiendo que estemos hablando del despido. Y sobre todo prácticamente un año después de un acuerdo de reforma laboral. Si los acuerdos se firman, se firman para cumplirse a largo plazo.

Lo que no puede ser es firmar un acuerdo, venderlo a bombo y platillo, decir ‘qué buenos son los señores empresarios, que sentido de Estado tienen’… Y prácticamente un año después saltar con eso. Nosotros no vamos por esa línea. Yo creo que ha habido consenso en el tema de los despidos con los trabajadores. Lleva años habiéndolo.

Los sindicatos no opinan igual que usted.

Ya, ya, pero nosotros los pactos o los acuerdos a los que llegamos son a largo plazo. Lo que no puede ser es llegar a acuerdos y luego, al cabo del tiempo, empezar a saltártelos.

Otra cuestión que no se ha llevado al Diálogo Social es el permiso parental del ocho semanas, que será remunerado pero todavía no se ha decidido quién lo va a pagar.

La conciliación está muy bien, estamos avanzando muchísimo en conciliación, pero cuidado con tomar medidas de conciliación que supongan más carga a la empresa.

Estamos hablando de más cotizaciones, más impuestos, menos jornada laboral con el mismo sueldo, permisos retribuidos, aumento de los periodos de paternidad o maternidad pagados por las empresas, aumento de un 60% del absentismo laboral en los últimos cinco años... Con los primeros 15 días pagados por los autónomos y las empresas. Estamos poniendo muy difícil mantener una empresa con todas las cargas que estamos poniendo encima de la mesa.

Con estos mimbres… ¿Ve posible llegar al pleno empleo?

Depende de lo que entendamos por pleno empleo. Si es bajar la tasa de paro al 9%, no descarto que se alcance algún día. Lo que sí digo es que para eso hay que poner en el centro de la agenda un apoyo real a la empresa y a los autónomos, que son los que crean empleo.

Si el pleno empleo lo vamos a alcanzar aumentando la contratación pública, eso se puede hacer mañana, pero el déficit se puede disparar. Mientras que sigamos poniendo trabas, cargas, trámites, impuestos y aumentos de cotizaciones a las empresas, es muy difícil aumentar la contratación.

Es un deseo alcanzar el pleno empleo. No solamente por un Gobierno, sino por toda la sociedad. Pero no se dan las condiciones en estos momentos, ni la hoja de ruta marcada nos indica que podamos alcanzarlo.