La Subdelegación de Gobierno ha presentado el dispositivo de seguridad para el derbi entre Betis y Sevilla, que se disputa este domingo. En él, se volverán a activar “burbujas de seguridad” en los aledaños del estadio. Estas impedirán que los aficionados se acerquen a los autobuses de sus equipos en la llegada al Benito Villamarín.

La medida responde a una petición de la Comisión Antiviolencia hace más de un año. Desde entonces está vigente. Pidió a los clubes tomar cartas en el asunto para evitar que se repitieran incidentes. En uno de ellos, varios de los agentes que escoltaban a los equipos resultó herido con quemaduras de bengalas.

Francisco Toscano, subdelegado del Gobierno en Sevilla, ha recalcado que “no es una decisión caprichosa sino operativa del Cuerpo Nacional de Policía que hace un análisis tras el llamamiento de la Comisión para llevar a cabo una serie de recomendaciones”.

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Tal como ha explicado, “no es que no se puedan acercar a los equipos, lo que ocurre es que alrededor de los estadios se establecen unas burbujas de seguridad”. Fuera de ellas, “las aficiones se pueden acercar manteniendo siempre una distancia mínima de seguridad”.

El hotel del Betis, muy cercano

Esto afecta especialmente al Betis, cuyo hotel de concentración, el Al-Andalus, está muy cerca del estadio. “Está prácticamente dentro de esa burbuja de seguridad, que empieza desde la calle Holanda. Además, hay calles muy estrechas en las que no es viable que haya un agolpamiento de personas”, asegura Toscano.

Desde que se produjo esta petición de la Comisión Antiviolencia, los aficionados del Betis no pueden acercarse al autobús del equipo en la llegada al Benito Villamarín. Se establece un amplio perímetro de seguridad. Tampoco podrán hacerlo durante el derbi, como venían reclamando desde que se impuso esta medida.

En el caso del Sevilla, su hotel de concentración, Los Lebreros, se encuentra en una avenida amplia, Luis de Morales, donde los hinchas sí pueden acercarse antes de entrar en las calles aledañas al Sánchez Pizjuán.

Para esta ocasión, es seguro que por el establecimiento de estas burbujas de seguridad, ninguno de los aficionados de los equipos podrá acercarse a los autobuses en los aledaños del Benito Villamarín.

Casi 400 Policías Nacionales

La Policía Nacional desplegará un dispositivo de 390 efectivos para este partido. El operativo se activará ya desde el sábado. Será la fase precrítica, donde habrá dos zonas especialmente vigiladas, los aledaños de ambos estadios. Se prolongará hasta las 13:00 horas del domingo.

A partir de esa hora, comenzará la fase crítica hasta las 21:00, cuando empieza el partido. Trabajarán en ella agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y de las Unidades de Caballería y de Prevención y Reacción (UPR).

Se distribuirán por los alrededores del Sánchez Pizjuán, desde donde saldrán los seguidores del Sevilla rumbo al Benito Villamarín. Desempeñarán servicios de protección en los hoteles de concentración de los equipos, también de los árbitros y acompañarán a ambos autobuses al estadio. Igualmente, controlarán el acceso de los aficionados.

Ya después del pitido inicial, vigilarán el interior y el exterior del coliseo verdiblanco, pero el dispositivo no finaliza ahí. Toscano ha indicado que “todo el perímetro del estadio, así como las inmediaciones de Heliópolis, se mantendrán bajo vigilancia desde el desalojo del estadio y durante toda noche para evitar altercados".