Ford Almussafes, por "causas productivas", ha decidido concentrar a final de este mes de mayo los paros previstos en su ERTE para su planta de vehículos. Detendrá por completo su actividad durante cinco días. En concreto, afectará a tres viernes (17, 24 y 31) y dos lunes (20 y 27), de modo que las dos últimas semanas del mes solo ensamblará coches de martes a jueves.

Así lo comunicó este lunes la dirección de la factoría a los representantes de los trabajadores en la reunión de la comisión de seguimiento del ERTE, celebrada a las 12 horas de este lunes, según ha informado el sindicato mayoritario, UGT.

La situación responde a nuevas necesidades de organización. La empresa prefiere parar cinco días completos que funcionar diez con solo un turno, como había indicado inicialmente, para responder a la situación de escasez de demanda. Según las fuentes consultadas, se trata solo de una reorganización, no de una ampliación de este ERTE.

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Cabe recordar que el ERTE vigente es uno de los mayores aprobados por la factoría. A la demanda menguante y la pérdida de la furgoneta Transit Connect, se sumó el desabastecimiento de uno de los componentes para la producción de sus motores. Ello le obligó a extender el ERTE a más de 2.300 trabajadores diarios. Se trata del 48% de una plantilla compuesta por 4.800 personas.

El expediente afecta a 1.400 personas diarias en la fabricación de vehículos (800 por el cese de la furgoneta y 600 por la caída de la demanda) y a otras 900 personas en motores por el mencionado desabastecimiento.

La planta de motores tenía previsto cesar por completo su actividad durante 10 días: 20, 21, 22, 27 y 28 de mayo y 3, 10, 11, 17 y 18 de junio. A su vez, el ERTE, antes del cambio anunciado este lunes, preveía el cese de la planta de vehículos durante cuatro semanas en el turno de tarde.

Las condiciones laborales de la plantilla son "exactamente las mismas que las acordadas en los ERTE anteriores", según precisó UGT. Se trata "del 80% del salario real y el 100% de antigüedad, pagas extras y vacaciones".

El sindicato esperaba que la situación en motores "se pueda normalizar lo antes posible", y que con ello se redujera también el número de afectos diarios en la planta de vehículos y se garantice la producción a dos turnos en body II y montaje. Esto minoraría el ERTE "prácticamente en un 50%" y lo dejaría en alrededor de mil empleados diarios, manifestó. Pero la situación en vehículos ha ido a peor.

Adiós tras 12 años

Este lunes 15 de abril, dos días antes de lo previsto, Ford Almussafes ensambló su última furgoneta Connect. Dijo adiós, doce años después, a un exitoso modelo que llegó en 2013 y rebasó las 100.000 unidades anuales el grueso de los ejercicios. También supuso el hito de producir en Valencia los taxis de Nueva York, de la variante Transit.

La despedida, más allá de la melancolía, sume a la planta en una gran incertidumbre, al quedar solo el Ford Kuga en la línea de montaje. Ford Almussafes recibió en 2022 la adjudicación de dos nuevos coches eléctricos para relanzar la planta, pero la marca ha postergado esta promesa al detectar una demanda menor de la esperada en este producto.

La multinacional ha puesto sobre la mesa una solución intermedia: la producción de un nuevo modelo híbrido. Pero el mismo está todavía por concretar y no se espera hasta el ejercicio 2026.

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Esto se debe a que se trata de un coche "completamente nuevo", como precisó la multinacional. Es, en consecuencia, un coche que requiere todavía de un análisis de mercado para determinar qué demandan los consumidores, la elección, el diseño y la adecuación de las instalaciones valencianas para su producción.

En consecuencia, la factoría afronta dos ejercicios con un excedente constante de alrededor de mil trabajadores, a los que no quiere renunciar porque sabe que los necesitará en 2026. El problema es que la herramienta del ERTE no será suficiente hasta la llegada del híbrido. Los empleados consumirían antes su paro por completo.

Mecanismo RED

Por ello, UGT, el sindicato mayoritario del comité de empresa, solicitó al Gobierno de España que active su denominado Mecanismo RED de Flexibilidad y Estabilización del Empleo. Este lunes CCOO se sumó a esta demanda para el conjunto del sector del automóvil.

Se trata de un instrumento excepcional, que debe ser aprobado por el Consejo de Ministros. Ya fue habilitado para auxiliar al sector de las agencias de viaje durante la pandemia, pero no ha sido desplegado hasta la fecha para sostener a ninguna industria. Además, no se dirige de forma expresa a compañías concretas, sino a sectores.

Es una suerte de expediente de regulación de empleo con ventajas añadidas para empresa y empleados. La fundamental, que no se consumen días de desempleo, como sí ocurre con los ERTE convencionales. Por ello representa un coste adicional para el Estado.