La nueva presidenta del Parlament, Carme Forcadell, no ha querido perder la ocasión que le brindaba su discurso de inauguración para remarcar el “carácter excepcional” de la nueva legislatura que ha empezado este lunes. “Cerramos la etapa autonómica, desde ahora mismo empieza un Parlament soberano que quiere representar a un pueblo libre”, ha anunciado Forcadell, que ha pronunciado un discurso revestido con un inusual mensaje político.
A pesar del tono marcadamente independentista de su discurso, la nueva presidenta ha intentado tender una mano a las fuerzas constitucionalistas, que no la han aplaudido cuando ha sido nombrada. Forcadell ha asegurado que el Parlament estará “al servicio de toda la ciudadanía, voten lo que voten” y ha ofrecido a los partidos que no tienen representación en la Mesa la posibilidad de asistir a sus reuniones aunque sin voz ni voto, ya que la ley no lo permite.
La presidenta ha finalizado su intervención afirmando que se inicia el “proceso constituyente” y con un “viva la democracia, viva el pueblo soberano y viva la república catalana”.
Una votación llena de anécdotas
Las votaciones de los miembros de la Mesa del Parlament han dejado algunas anécdotas y votos inesperados. Desde apoyos no previstos a la nueva presidenta hasta el voto para mujeres activistas que no estaban en la cámara ni en ninguna lista.
La primera sorpresa ha sido ver que Forcadell ha sido elegida con 77 votos a favor. Las fuerzas independentistas -JxS y la CUP- suman 72 escaños. Cinco diputados de Catalunya Sí Que Es Pot (CSP) han decidido apoyar a la nueva presidenta del Parlament, en un mensaje de la formación que puede entenderse como un guiño a las fuerzas soberanistas del hemiciclo.
La CUP, que rechazó cualquier silla en la Mesa, ha protagonizado la votación a la vicepresidencia de este organismo. La formación anticapitalista ha decidido votar a mujeres fallecidas o que no estaban en la cámara. Entre otras han votado a Teresa Claramunt, dirigente anarquista fallecida en 1931 y a Emilia Llorca, una veterana activista vecinal fallecida en 2009.
La otra votación anecdótica ha sido la papeleta que ha aparecido con el nombre de Artur Mas cuando se votaban los secretarios de la Mesa.
Un Parlament singular
El Parlament ha reemprendido su actividad este lunes con esa sensación de primer día de clase. Los diputados de todos los colores charlaban en medio del hemiciclo, ha habido selfies por doquier y se percibía que el cánon estético del diputado cada vez está más cambiado. Las corbatas brillaban por su ausencia y las americanas podrían ser la siguiente prenda en peligro de extinción.
La novedad de muchos diputados -más del 60% se estrena- ha dejado algunas estampas inéditas, como por ejemplo varios parlamentarios consultando un mapa para saber dónde debían sentarse.
La polarización que marcará la nueva cámara también se ha notado nada más empezar, con el discurso del presidente de la mesa de edad, Julià de Jòdar (CUP). De Jòdar, igual que Forcadell, ha pronunciado un alegato marcadamente político con muchas referencias al proceso soberanista catalán. “Es tiempo de libertad, de justicia. Viva la tierra”, ha dicho el diputado de la CUP para acabar. La bancada del PP, C’s y PSC no ha querido aplaudir el primer discurso de la nueva legislatura.