La candidatura de confluencia de la izquierda catalana ya tiene nombre y candidato. Se llamará En Comú Podem y su cabeza de lista será el historiador Xavier Domènech. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha conseguido imponer su criterio tanto en el nombre de la confluencia como en los dos primeros puestos de la lista, que serán para personas de su máxima confianza.
El acuerdo aprobado el miércoles por la noche por Barcelona en Comú (la coalición impulsada por Colau en las anteriores elecciones municipales) apuesta por concurrir a las próximas elecciones generales con una lista de confluencia que incluye a Podem, ICV y EUiA. La confluencia se llamará En Comú Podem, si bien también es posible que el orden se altere y figure como Podem En Comú. El acuerdo todavía debe ratificarse por las otras formaciones.
Colau ha conseguido imponer su criterio y en el número 1 irá Xavier Domènech, miembro de la Ejecutiva de su partido y hasta la fecha comisionado de Estudios Estratégicos del Ayuntamiento de Barcelona. El número 2 también lo ha escogido el partido de Colau y recaerá en Marta Sibina, coeditora de la revista Cafèambllet y pareja de Albano Dante, miembro de Podem y diputado por CSP en el Parlament. El cuarto puesto será para Lucía Martín, fundadora de la PAH y también del círculo íntimo de la alcaldesa de Barcelona.
El tercer puesto se ha reservado para ICV, que probablemente designará a su coordinador en Barcelona David Cid. Los diputados de Podemos quedan relegados al quinto y al séptimo puesto. El sexto en la lista también lo escogerá el partido de Colau.
En Comú Podem contará con un marcado acento catalanista que lo alejará del estilo utilizado por CSP durante la campaña de las autonómicas del 27-S. La designación de su cabeza de lista, vinculado a Procés Constituent, es un claro aviso a navegantes de que no se repetirán los errores de las pasadas elecciones.
La coalición aspira a tener grupo propio en el Congreso y prevé relacionarse con el partido de Pablo Iglesias “de igual a igual”. La formación de Colau ya dejó entrever el pasado domingo, en un acto en Barcelona, el perfil que tendrá la nueva coalición. “La construcción y la libertad nacional es inseparable de la construcción y la libertad social”, aseguró Domenech. Colau, por su parte, habló de una “república catalana, soberana, fraterna, solidaria y sin fronteras”.
La apuesta de Colau busca seducir a un electorado soberanista de izquierdas que ahora mismo se encuentra sin ningún partido que le represente. La CUP no concurrirá a las elecciones generales y de momento está por ver cómo lo hará ERC, que cada vez se aleja más de repetir una confluencia con CDC.
Durante la semana pasada tanto Colau como Iglesias airearon en los medios sus diferencias de criterio respecto a la confluencia en Cataluña. Colau emplazó a Iglesias a “ser valiente” y renunciar a sus siglas para la confluencia. Iglesias le respondió pidiéndole “la misma altura de miras” que tuvo él con la alcaldesa para las municipales, en las que no figuraron las siglas de Podemos. Finalmente Colau ha acabado imponiendo su criterio con una lista que lleva su sello.