La Audiencia Nacional acaba de confirmar el rechazo de acercar veinte presos de ETA al país Vasco, tal y como ya consideró el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria. De esta manera, la Sala de lo Penal desestima los recursos planteados por los etarras y confirma que deben seguir en diferentes cárceles del territorio español.
Entre otros argumentos, la Sala explica que en la actualidad, a la vista de los acontecimientos sociales como el cese definitivo de la actividad armada, la política de dispersión ha sido modificada, posibilitando "una especie de reagrupamiento controlado de los internos que han roto sus vínculos" con ETA, la denominada 'Vía Nanclares', en referencia a la cárcel de Nanclares de Oca donde se encuentran presos que han expresado su disidencia con la organización terrorista.
Según el tribunal, la opción relativa al acercamiento de los presos de la banda terrorista ETA a centros penitenciarios del País Vasco y Navarra, es una alternativa de política criminal que en último caso corresponde decidir al Gobierno de la Nación, en el ámbito de su discrecionalidad reglada, "no teniendo este Tribunal competencia al respecto, al no haberse producido vulneración alguna de derechos fundamentales del interno recurrente".
La Audiencia Nacional considera que no se han conculcado los derechos de comunicaciones y visitas, defensa y asesoramieto jurídico, a la asistencia médica, a la cultura o la educación fundamentales de los recurrentes ni se ha contravenido la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
"En este caso ninguna vulneración de derechos fundamentales con cobertura constitucional, u ordinaria, tanto a nivel nacional como internacional se ha producido, ni se han contravenido la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, ni de ningún otro", dicen los magistrados.
El magistrado Ramón Sáez ha formulado un voto discrepante en el que sostiene que la cercanía, en ocasiones, a la familia y a los amigos "puede convertirse en un mecanismo de conexión con una realidad social cambiante que rechaza la violencia terrorista, lo que podría propiciar procesos de reflexión en clave de reconocimiento del daño causado a la víctimas".