El jurado del caso Asunta ha hablado. Y considera probado, y por unanimidad, que sus padres adoptivos –Alfonso Basterra y Rosario Porto- fueron los responsables de la muerte de la niña de 12 años. En su veredicto, los nueve miembros del jurado consideran probada la práctica totalidad de las 21 preguntas propuestas por las partes. Unas preguntas que con su decisión pasan a considerarse hechos probados, y servirán a la sala para dictar una sentencia contra los acusados en el plazo de un mes.

La decisión del jurado popular aporta la primera verdad judicial sobre el caso abierto en 2013, y considera probado que la madre de la menor, Rosario Porto, fue la autora material del crimen y principal responsable del fallecimiento de Asunta, con su exmarido como colaborador necesario. La participación de Basterra era una de las principales incógnitas del juicio ya que durante las más de 300 horas de juicio no se presentaron pruebas contundentes de que el acusado se moviera de su vivienda la tarde en la que Asunta fue drogada y ahogada hasta la muerte.

A la respuesta sobre la autoría material del crimen, los nueve miembros del jurado han considerado que Rosario Porto fue la principal causante de la muerte. Durante su declaración judicial, la madre de Asunta negó de forma reiterada cualquier relación con el crimen. Pero no fue capaz de aclarar dos de las principales incógnitas que se ciernen en su contra.

La abogada coruñesa fue incapaz de explicar por qué su hija había sido drogada con orfidal desde al menos tres meses antes de su fallecimiento. En vista del resultado de las votaciones, Porto tampoco consiguió convencer al jurado de que la menor bajó de su coche en una concurrida rotonda de A Coruña tras regresar de la casa de Teo. 

En su contra, varias cámaras de vigilancia confirman que la menor viajó con ella hasta su segunda residencia. Sin embargo, ninguna confirma su versión sobre la segunda parte del viaje.

Basterra

El papel jugado por Basterra en el crimen era una de las principales incógnitas del procedimiento. Según su versión, el padre de Asunta pasó leyendo y cocinando toda la tarde del 21 de septiembre de 2013, fecha en la que asunta fue encontrada muerta en una cuneta. El escrito de acusación de la Fiscalía explicaba que Basterra “pudo salir” y ayudar a su pareja a trasladar el cadáver. Pero eso no era suficiente por sí solo para condenar al padre adoptivo de Asunta.

Los peritos que declararon en el juicio mantienen que si la menor tomó las 27 pastillas de orfidal que sirvieron para sedarla a la hora de la comida, la menor debería andar “semisomnolienta” y con ciertos problemas a las cinco de la tarde. Sin embargo, la cámara de seguridad de la sucursal bancaria que estaba frente a su casa la graba caminando junto a su madre sin problemas. Eso dificultaba más si cabe vincular a Basterra con la ingesta de pastillas de la menor.

Sin embargo, el jurado considera probado que el exmarido de Porto participó de forma activa en el fallecimiento de la menor, a la espera de que el juez dictamine la pena necesaria.

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