“Políticamente no es una decisión agradable, pero es una decisión consecuente”. Después de tres meses enrocado en el cargo, el president en funciones Artur Mas ha accedido a apartarse en el último momento posible para salvar la legislatura actual. Nadie en el independentismo, ni el propio Mas, confiaba el viernes por la noche en una solución que evitara unas nuevas elecciones en marzo. “Lo que os voy a comentar no estaba previsto hace 24 horas”, ha reconocido Mas al empezar su comparecencia.
Mas ha defendido su decisión como una manera de que el Parlament se ponga “manos a la obra y tire adelante el país”. Según el president en funciones, la decisión de apartarse de la presidencia a cambio de lograr estabilidad parlamentaria con la CUP es una solución con “costes, pero también muchos beneficios”.
Mas ha explicado que el acuerdo final ha sido consecuencia de “movimientos de última hora”. También ha asegurado que “no quiere ningún cargo” y que no formará parte del próximo Govern presidido por Puigdemont. No ha aclarado, sin embargo, si renunciará a su acta de diputado. “La verdad es que no lo había pensado, en principio el lunes iba a firmar el decreto de convocatoria de elecciones”, ha explicado Mas, que ha asegurado que en el caso de que se mantenga como diputado no quiere ninguna “relevancia especial”.
Según Mas, el compromiso de la CUP de dotar al nuevo Govern de estabilidad parlamentaria ha sido el elemento determinante para acabar convenciendo a CDC. La CUP se ha comprometido a no votar nunca en el bando de los partidos contrarios al independentismo y/o al derecho a decidir, cederá dos diputados que se integrarán en el grupo parlamentario de JxS y relevará a los diputados más críticos con Mas durante los últimos meses. “La estabilidad parlamentaria ha sido una de mis obsesiones desde el 27 de septiembre”, ha explicado Mas. “No podíamos enfrentarnos al proyecto actual sin ella. Ahora será JxS quien tenga el control de la estabilidad parlamentaria”.
Mas ha defendido la candidatura de Carles Puigdemont, actual alcalde de Girona. “Es una persona vinculada a CDC, al municipalismo que lo ha hecho muy bien como alcalde”, ha asegurado. “Tiene experiencia de gestión y tiene muy claro nuestro proyecto de país y la necesidad de construir un Estado propio”. Mas ha explicado que su figura ha venido a propuesta de las entidades civiles y de él mismo. “Yo no he sido ajeno a esta decisión”, ha remachado.
También ha reconocido que la actual vicepresidenta en funciones, Neus Munté, estaba en las quinielas y ha anunciado que formará parte del nuevo Govern. “Tendrá una función relevante y es una persona con la que se debe contar en el futuro”.
Preguntado por qué ha esperado tres meses y al último momento para tomar esa decisión, Mas ha contestado que la posibilidad de investirle president estuvo viva “hasta hace 5 días”, cuando el Consejo Político de la CUP decidió vetarlo definitivamente.
Un paso al lado, pero no atrás
Mas ha explicado que se retira como candidato a la presidencia en esta legislatura, pero no abandona la política. “Quedo a disposición del futuro president de la Generalitat y de su Govern para cualquier cosa”, ha afirmado. “Si se considera que durante los próximos tiempos puedo aportar algo de valor, estaré encantado de hacerlo sin pedir nada a cambio”.
El todavía president en funciones ha explicado que también tiene intención de participar de manera activa en la refundación de su partido. “Una de las necesidades de Cataluña es que el espacio de CDC tenga la solidez que Cataluña necesita”, ha afirmado. “Yo puedo contribuir a esa solidez”.
Por otro lado, Mas ha advertido de que podría volverse a presentar a unos nuevos comicios. Según él, ya no tiene el compromiso de dejar la política tras los 18 meses que se prevén para esta legislatura. “Tras la decisión de hoy, ese compromiso queda anulado”, ha explicado. “Volver a presentarme a unas elecciones es una puerta que queda abierta”.