El exsacerdote australiano Gerald Ridsdale, quien durante tres décadas abusó de más de sesenta menores, ha sido condenado este jueves por un nuevo caso de pederastia que lo mantendrá en prisión hasta 2022.
Ridsdale, de 83 años y quien violó a su propio sobrino David, fue condenado a 11 años de cárcel por abusar sexualmente de 12 menores cuando trabajaba en la diócesis de Ballarat, en el estado de Victoria.
La sentencia del tribunal de primera instancia de Victoria añade tres años más a su período de encarcelamiento obligatorio, que hasta ahora le daba la posibilidad de salir en libertad bajo fianza en 2019.
Ridsdale, quien se encuentra en prisión desde 1994 por varias condenas, se ha declarado culpable en cinco procesos judiciales por abusar de 65 niños durante las tres décadas en las que fue sacerdote en el sur de Australia.
"Usted cometió delitos sexuales contra 65 niños o más de forma continua entre 1961 y 1988 cuando se desempeñaba como sacerdote ordenado", dijo la juez Irene Lawson que al incriminar al exsacerdote le acusó de explotar "la inocencia de los niños".
La investigación sobre delitos de pederastia cometidos en el seno de la Iglesia Católica de Australia reveló que Ridsdale formaba parte de una red pederasta en Ballarat en la década de 1970.
En esta red también figuraban el director del colegio Saint Alipius, Robert Best, y los sacerdotes Edward Dowlan, Stephen Farrel y Gerald Fitzgerald, todos ellos condenados por pederastia excepto este último, quien murió en 1987 mientras era investigado.
Ridsdale vivió en la década de 1970 en un seminario con el cardenal George Pell, encargado de las finanzas del Vaticano en excedencia y también investigado por supuestos delitos sexuales contra menores.