Dos semanas después del atentado terrorista de Barcelona, la hija de una de las víctimas mortales, Fiona Wilson, ha volado desde Canadá para visitar el memorial que se ha instalado en La Rambla junto a su madre, herida también en el atentado, para rendir honor a la memoria de su padre, Ian Wilson.
Fiona Wilson ha explicado, en declaraciones a TV3, que sus padres habían llegado a Barcelona el mismo día del atentado y se alojaban en La Rambla, por lo que desde un principio sospechó que habían sido víctimas del ataque terrorista, pues se imaginaba "que explorarían La Rambla de arriba abajo en su primer día en la ciudad".
Pero no fue hasta que estaba en el aeropuerto a punto de coger el avión cuando supo, a través de una llamada telefónica, que su padre había muerto.
"Todavía siento como si estuviera viviendo una pesadilla de la que espero despertarme, porque no me termino de creer que él ya no esté aquí", ha destacado Wilson.
La madre de Wilson, Valerie Moore, fue dada de alta hoy y pidió a su hija ir directamente a La Rambla para visitar el lugar donde había muerto su esposo, con quien habían compartido 55 años de vida juntos, a pesar que aún se encuentra con el brazo inmovilizado y en silla de ruedas.
A pesar de lo sucedido, Wilson ha señalado que "este ataque horroroso nos ha enseñado la cara bonita de la humanidad. Ellos querían propagar el miedo, la destrucción y el odio, pero no lo han conseguido, porque hemos visto en la gente exactamente lo contrario de lo que ellos querían".
Wilson también ha querido reiterar su agradecimiento hacia todas aquellas personas que les ayudaron a localizar a sus padres tras el atentado y a aquellas que atendieron a su madre en el hospital donde estaba ingresada.
"Mi madre no se recuerda mucho del ataque, y lo agradecemos, pero lo que ella vio en el lugar donde mi padre murió fueron cientos de muestras de amor y generosidad. Mi padre era un hombre gentil, humilde y caritativo. Y hemos visto reflejadas todas estas características en la gente de España", ha explicado Wilson.
La madre de Wilson, Valerie Moore, fue dada de alta hoy y pidió a su hija ir directamente a La Rambla para visitar el lugar donde había muerto su esposo, con quien habían compartido 55 años de vida juntos, a pesar que aún se encuentra con el brazo inmovilizado y en silla de ruedas.
A pesar de lo sucedido, Wilson ha señalado que "este ataque horroroso nos ha enseñado la cara bonita de la humanidad. Ellos querían propagar el miedo, la destrucción y el odio, pero no lo han conseguido, porque hemos visto en la gente exactamente lo contrario de lo que ellos querían".
Wilson también ha querido reiterar su agradecimiento hacia todas aquellas personas que les ayudaron a localizar a sus padres tras el atentado y a aquellas que atendieron a su madre en el hospital donde estaba ingresada.
"Mi madre no se recuerda mucho del ataque, y lo agradecemos, pero lo que ella vio en el lugar donde mi padre murió fueron cientos de muestras de amor y generosidad. Mi padre era un hombre gentil, humilde y caritativo. Y hemos visto reflejadas todas estas características en la gente de España", ha explicado Wilson.