El Ejército israelí declinó a Efe confirmar la autoría del ataque de hoy sobre una instalación militar siria cerca de Masiaf, en el suroeste de la provincia de Hama, que fuentes sirias atribuyeron esta mañana a su aviación.
"No hacemos comentarios", señaló brevemente una portavoz militar israelí, que ni confirmó ni negó que sus aviones llevasen a cabo el bombardeo.
La agencia de noticias estatal siria, SANA, difundió esta mañana un comunicado de la Comandancia de las Fuerzas Armadas Sirias que aseguraba que los aviones "enemigos" de Israel lanzaron de madrugada desde el espacio aéreo libanés "varios misiles" contra una infraestructura, causando la muerte de dos "elementos" y daños materiales.
El Ejército sirio alertaba en la nota de las "consecuencias peligrosas de estos actos violentos sobre la seguridad y la estabilidad de la región".
El suceso tiene lugar tras semanas de una intensa campaña israelí contra lo que considera un aumento de la influencia y presencia iraní en el sur de Siria y las denuncias sobre la supuesta fabricación de misiles avanzados con ayuda de Teherán tanto allí como en Líbano.
La semana pasada, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, señaló al secretario general de la ONU, António Guterres, de visita en la región, que Irán está construyendo centros de producción de misiles guiados de precisión en esos dos países, y advirtió que Israel no se va a quedar de brazos cruzados.
"Esto es algo que Israel no puede aceptar. Es algo que la ONU no debe aceptar", zanjó durante un encuentro entre ambos.
El ex Asesor de Seguridad Nacional israelí Yaakov Amidror, señaló hoy en una charla con varios periodistas, entre ellos Efe, que "la única lógica de este ataque es la de evitar la producción de armas" y añadió que Israel quiere "impedir la transferencia de armas (desde Siria a la milicia chií libanesa Hizbulá), evitar que se lancen cohetes contra los Altos del Golán y evitar ser amenazado".
Amidror destacó que, de ser israelí, sería la primera vez que este país "ataca una instalación (militar) siria formal" lo que supone elevar "el nivel de interferencia" con el país vecino.
Por su parte, Amos Yadlin, director ejecutivo del Centro de Estudios de Seguridad Nacional de Tel Aviv, apuntó hoy en las redes sociales que lo ocurrido anoche en Siria "no es habitual".
"Se atacó un centro científico-militar para el desarrollo y producción de, entre otras cosas, misiles de precisión", afirmó el experto, que añadió que en estas instalaciones se producían "armas química y bombas de barril que han matado a miles de civiles sirios".
Si Israel fuera responsable del bombardeo, agrega, "sería una acción encomiable y moral contra la masacre en Siria".
A su entender el ataque envía tres mensajes: Israel no permitirá la fabricación de este tipo de armamento, intentará imponer "sus líneas rojas aún cuando otras potencias las ignoran" y la presencia rusa, favorable al régimen de Bachar Al Asad, no evitará que se lleven a cabo este tipo de ataques.
"Ahora es importante mantener la escalada bajo control y prepararse para una respuesta siria-iraní-Hizbulá e incluso para la oposición de Rusia", apuntó Yadlin.
Desde el comienzo del conflicto civil en Siria hace seis años Israel bombardea ocasionalmente posiciones sirias en respuesta a disparos de proyectiles sirios que caen en la zona que ocupa en los Altos del Golán, y reconoce esos ataques de represalia.
Sin embargo, también lleva a cabo ataques puntuales contra convoyes de armas a Hizbulá o posiciones que considera pueden ser ofensivas, que no confirma ni comenta.
Recientemente, el comandante de la Fuerza Aérea de Israel saliente, el comandante general Amir Eshel, admitió que su país ha llevado a cabo más de cien bombardeos de ese tipo.