El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, denunció este lunes el marcado incremento de detenciones y deportaciones de inmigrantes en Estados Unidos y pidió al Congreso del país que de una solución legal y duradera para los llamados "soñadores".
"Estoy perturbado por el incremento en las detenciones y deportaciones de inmigrantes establecidos y que cumplen con la ley. El número de inmigrantes detenidos sin ningún historial penal aumento un 155 % en los primeros cinco meses de este año comparado con 2016", afirmó Zeid en una alocución al inicio de la trigésimo sexta sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
"Algunos inmigrantes, incluidos residentes de larga data, están tan asustados de ser deportados, que han dejado de usar los servicios de la policía o de la Justicia", denunció Zeid, y puso el ejemplo de la ciudad de Houston, donde las denuncias por violación de mujeres latinas han caído un 43 % en el primer trimestre del año.
El Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, ha anunciado el fin de la legislación conocida como DACA -que protege de la deportación a los "soñadores" pero la suspensión del programa no entrará en vigor hasta el 5 de marzo de 2018, periodo en el que el Congreso, el único con poder para cambiar el sistema migratorio en EEUU, debe encontrar una solución para regularizar la situación de los jóvenes indocumentados, conocidos como "soñadores".
La Administración Trump ha dicho a este colectivo que mientras esta legislación no entre en vigor no tienen nada que temer pero la realidad, según denuncia la ONU, es distinta.
La legislación DACA fue promulgada por el anterior presidente, Barack Obama, en 2012 y ha permitido a 800.000 a indocumentados que llegaron a Estados Unidos siendo niños poder estudiar e incluso obtener un permiso temporal de trabajo.
Por otra parte, el alto comisionado denunció el aumento del discurso del odio y de racismo en Estados Unidos y recordó que si bien la libertad de expresión es un derecho, éste no debería usarse para hacer llamamiento al odio o a la violencia.