Un investigador universitario francés fue condenado hoy en segunda instancia a dos meses de prisión exentos de cumplimiento por haber ayudado a tres jóvenes eritreas en el sureste de Francia, cerca de la frontera con Italia.
El Tribunal de Apelación de Aix-en-Provence lo condenó por "facilitar la circulación y la residencia" en Francia de manera ilegal", después de que el Tribunal Correccional de Niza en primera instancia lo hubiese declarado inocente.
En octubre de 2016, Pierre-Alain Mannoni, de 45 años y padre de familia, transportó en su vehículo a las tres jóvenes desde un centro ilegal de acogida gestionado por voluntarios en Saint-Dalmas-de-Tende.
Según explicó el investigador, su objetivo era llevarlas a unas asociaciones pro-inmigrantes en Marsella donde pudieran curarlas de quemaduras y de una rótula fracturada.
"No conozco la ley en detalle, pero conozco los grandes principios de la igualdad y la fraternidad", dijo Mannoni, después de conocer la sentencia.
Otro caso semejante al de Mannoni, aunque con más repercusión mediática, fue el del agricultor Cédric Herrou, condenado a cuatro meses de cárcel exentos de cumplimiento por ayudar a 200 inmigrantes a entrar ilegalmente en el sur de Francia, en el valle de la Roya, junto a la frontera con Italia.
Esta frontera se ha convertido en uno de los puntos calientes de inmigración en Europa por los cientos de personas, en su mayor parte de origen afgano o eritreo, que intentan diariamente atravesarla para continuar su camino hacia el norte de Europa o solicitar el estatuto de refugiado en Francia.