Mientras las labores de rescate continúan, pasados ya seis días del sismo de magnitud 7,1 en la escala de Richter que azotó México, los cascos de protección de los miles de mexicanos que realizan estos trabajos muestran mensajes de todo tipo que apelan a no perder la esperanza.
Estos mensajes son pintados por los propios miembros de los equipos de rescate y por las personas que están pendientes de atenderles por si tienen heridas, cortes o entumecimientos durante su actividad, que requiere de una disponibilidad de 18 a 24 horas.
La razón de pintar los cascos es clara: que cuando uno de estos trabajadores mire a un compañero, pueda sentir palabras de aliento que le recuerden que, pese a que el tiempo se agota, todavía quedan motivos para continuar.
Tampoco le falta al mexicano el humor ante esta situación catastrófica, que se ve reflejado en sus cascos con dibujos como la cara de personajes como Homer Simpson o una calavera pirata.
En las latas de víveres que llegan cada día a los centros de acopio situados por toda la ciudad, los mensajes también están presentes.
"Las quesadillas se comen con queso. Ánimo" o "Tu fuerza es mi fuerza. Vamos, México", son algunos de los mensajes que los mexicanos encuentran en su camino por rescatar a su gente.