El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha advertido este viernes de que las autoridades griegas deberían acelerar las preparaciones de los campos de refugiados en el país, que en su mayoría superan su capacidad, de cara al invierno.
A pesar del acuerdo de la Unión Europea para bloquear la ruta migratoria turca, alrededor de 5.000 refugiados, principalmente sirios e iraquíes, han cruzado la frontera griega desde Turquía en septiembre, lo que representa una cuarta parte de las llegadas al país este año, según recogen los datos de ACNUR.
Naciones Unidas ha alertado de que cuatro de los cinco campamentos de refugiados superan dos o tres veces la capacidad inicial y ha recordado que, además, las bajas temperaturas en Grecia durante el invierno provocan una pérdida de refugios a causa de la nieve y el afloramiento de la gripe entre los inmigrantes.
"ACNUR insta a comenzar los preparativos para facilitar la aglomeración, mejorar los refugios y organizar y distribuir los materiales de socorro necesarios", ha manifestado el representante de la agencia en Grecia, Philippe Lecrerc.
En el campo de Moria, en la isla de Lesbos, uno de los puntos más importantes de entrada de inmigrantes, más de 1.500 personas, incluidas embarazas, personas con discapacidad y menores, duermen en refugios improvisados o en tiendas de campaña sin aislamiento térmico, ha denunciado ACNUR.
En otro de los focos de asilo griegos, el campamento Samos, unas 400 personas viven en condiciones "muy difíciles" y otras 300 duermen en tiendas en el bosque ante la falta de espacio. Según señala la ONU, más de 3.000 personas en Samos viven hacinadas, dado que su capacidad es de 700.