De cero a 3.728 kilómetros: 30 años de despliegue de la alta velocidad en España
De cero a 3.728 kilómetros: 30 años de despliegue de la alta velocidad en España
En tres décadas el ferrocarril español ha pasado de ocupar un lugar residual a liderar la industria a nivel mundial.
21 abril, 2022 02:12El 21 de abril de 1992 el primer servicio de alta velocidad ferroviaria española realizó el viaje inaugural de la línea Madrid-Sevilla. Lo que comenzó como un proyecto singular ha terminado por convertirse en la segunda red de alta velocidad más extensa del mundo con 3.728 kilómetros.
Durante estas tres décadas, la red española se ha ido ramificando conformando los corredores andaluz, catalán, levantino y el recién estrenado en Galicia. Una ingente inversión, de más de 57.000 millones de euros, para dar forma a la infraestructura más diferencial del país.
Tras el Madrid-Sevilla, el AVE tomó rumbo al Mediterráneo. Y lo hizo en tres direcciones. Primero llegó a Málaga en 2007. Un año más tarde, los trenes de Renfe aterrizaron en Barcelona. Ya en 2010, llegó el turno a Valencia.
Estos corredores crecieron en 2013 hasta conquistar la frontera francesa y Alicante. Fue en 2015 cuando los trenes de alta velocidad pusieron rumbo al norte. Concretamente, a León y Zamora. Tras unos años de impulso, Castellón y Granada pasaron a formar parte del club de la alta velocidad.
Un proceso que culminó al llegar la década de los veinte con la conexión de las líneas internas de Galicia con el resto de la red. En diciembre de 2021 el corredor gallego se convertía en una realidad dejando la actual red de alta velocidad rozando los 4.000 kilómetros. Una barrera que no tardará en superarse
El AVE en cifras
Tras un periodo de adaptación, la puesta en marcha durante el pasado año de la liberalización del transporte de pasajeros por ferrocarril, promete pulverizar todos los registros de la alta velocidad.
La entrada en servicio de Ouigo, Iryo y el nacimiento de Avlo, el servicio low cost de Renfe, abre la puerta a una nueva era en la que los usuarios ya están viendo importantes bajadas en las tarifas y un aumento en la oferta de servicios ferroviarios que busca, como mínimo, multiplicar por dos el actual mercado.
El pódium de la alta velocidad
La alta velocidad ferroviaria ha sido una rara avis dentro de esta industria. Pocos países en el mundo han decidido apostar decididamente por contar con infraestructuras y material rodante capaz de competir con el avión y mejorar los tiempos del coche.
Ahora, los objetivos en materia de descarbonización que se han marcado los países occidentales hacen que los inicialmente contrarios al desarrollo de este tipo de infraestructuras tengan que replantearse su posiciones. Una carrera en la que tres países sacan una importante distancia al resto.
Los trenes bala de Japón fueron los primeros que ostentaron el trono de la alta velocidad mundial. Una posición que, con el paso del tiempo, han tenido que dejar en manos de España y China.
En el caso del gigante asiático, su descomunal desarrollo económico ha permitido desarrollar una red de altas prestaciones cuya extensión es mayor que el conjunto del resto de las infraestructuras de este tipo en el resto del mundo.
Madrid-Sevilla
La llegada de la alta velocidad a Sevilla supuso el pistoletazo de salida a un año clave para cambiar la imagen de España en el mundo. Primero la Exposición Universal de Sevilla y después los Juegos Olímpicos de Barcelona supusieron el carpetazo definitivo a la España en blanco y negro.
La construcción de esta línea se culminó en tiempo récord. No fue hasta 1988 cuando se decidió apostar por la alta velocidad y por dotar a España de un ancho de vía igual que el internacional.
La obra incluyó 32 viaductos, que suman 8,3 kilómetros de longitud, y 17 túneles de un total de 16 kilómetros. Estructuras que en su mayor parte se concentran en el tramo correspondiente al paso por Sierra Morena y que colocaron a las empresas españolas a la vanguardia de la ingeniería civil.
Una flota cada vez más completa
A lo largo de estas tres décadas, España se ha dotado de la flota de material rodante más completa de todo el mundo. Actualmente, cinco modelos distintos surcan ya las vías españolas a más de 300 kilómetros por hora.
Diferentes generaciones de trenes de Alstom, Siemens y Bombardier han ido completando un plantel en el que se combinan desde servicios del más alto nivel hasta ofertas de bajo coste. Gracias a ello, la alta velocidad cuenta con una base de clientes de ocio y negocio cada vez más amplia.
Al actual grupo de velocistas, este año se unirán dos nuevos modelos. Las flechas rojas de Hitachi-Bombardier y los Avril de Talgo permitirán a los viajeros españoles contar con una oferta de trenes de altas prestaciones sin igual.
