La crisis económica no deja de golpear a la República Libanesa después de que su moneda oficial, la libra libanesa, haya registrado esta semana un desplome frente al valor del dólar que ya se califica de histórico. La moneda del país oriental ha perdido más del 90% de su valor. Además, el gobernador del Banco Central de Líbano, Riad Salamé, está siendo investigado en un caso por presunta corrupción y blanqueo de capitales en el que está involucrado. La situación del país ha hecho que las protestas se multipliquen en un ambiente en el que no se ve una solución económica fácil o manejable, ante un escenario político que tampoco es el deseable. Además, se estima que más del 80% de libaneses viven por debajo del umbral de pobreza.