Un adolescente discutiendo con sus padres.

Un adolescente discutiendo con sus padres. Istock

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Cambios en la adolescencia: estos son los cuatro errores a evitar cuando crees que todo va mal

Esta etapa es crucial en el desarrollo del adolescente, pero también crítica para los padres. La psicóloga Isabel Rojas Estapé expica los errores a evitar para sobrellevarlo de la mejor manera.

Adriana Ruiz Flores
Publicada

La adolescencia es una etapa clave en el crecimiento de una persona, así como en el desarrollo de la autoestima y carácter. Es la etapa en la que se descubre en qué tipo de adulto se va a convertir el niño.

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Para que el día de mañana la sociedad rebose de adultos íntegros y en sintonía con sus dinámicas de familia, trabajo y relaciones, es crucial que los padres se impregnen de información sobre cómo educar a sus hijos durante la adolescencia.

Los cambios que los niños sufren durante esta etapa son físicos, emocionales, sociales y cognitivos. Estos cambios pueden generar expectativas y ansiedad tanto en los adolescentes como en sus familias. Sin embargo, comprender los procesos y tiempos de esta etapa puede fomentar un desarrollo saludable que perdure hasta la adultez temprana. 

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Etapas de la adolescencia

Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la adolescencia se divide en dos etapas: los adolescentes jóvenes, de 12 a 14 años, y los adolescentes de 15  17 años.

Adolescentes de 12 a 14 años

La primera etapa se caracteriza principalmente por los cambios físicos y emocionales que ellos sufren, y la preocupación por cómo los demás pueden percibir estos cambios.

Cuando hablamos de los cambios físicos, es importante destacar que al inicio de esta etapa los adolescentes sufren cambios hormonales que hacen que su cuerpo cambie. A los chicos les sale vello púbico, facial y la voz se vuelve más grave; por otro lado, a las niñas les crecen los senos, les sale vello púbico, les llega la mentruación y sus caderas se ensanchan.

Esto es un nido de complejos, que va de la mano de la presión social que empiezan a sentir los adolescentes, pues en esta etapa dan más importancia a las opiniones de sus amigos que a las de sus padres.

Y es en esta etapa cuando se topan con peligros como las drogas, el alcohol y las relaciones sexuales sin protección o mantenidas por pura presión social.

Además, se enfrentan a posibles problemas de depresión, trastornos de la alimentación y problemas familiares. 

Adolescentes de 15 a 17 años

Durante esta etapa aun existen preocupaciones por su cuerpo, y los TCA siguen siendo motivo de preocupación, sobre todo en las chicas.

Además, no muestran interés en sus padres y siguen dando más importancia a las relaciones de amistad, y, ahora también, románticas y sexuales. De hecho, es común que el adolescente rechace consejos de sus padres, muestren menos cariño e incluso sean impertinentes en ocasiones.

También tienden a desafiar la autoridad parental, con amenazas respecto a irse de casa, retirando la palabra, o, en casos de preocupación, escapándose del hogar familiar. Desean mostrar con estas acciones que no necesitan a los padres y que pueden ser autosuficientes, aunque en realidad ciertos límites les hacen sentir seguros.

Pueden exhibir comportamientos de oposición y negativismo, centrando su atención en los defectos. Sin embargo, es importante destacar que no todos los adolescentes desarrollan estas conductas.

Errores que se pueden evitar

La psicóloga Isabel Rojas Estapé, del Instituto Rojas Estapé (IRE), publica en su cuenta de Instagram los fallos más comunes que los padres cometen y cómo subsanarlos.

En primer lugar, "esperar lo peor". La psicóloga explica que los padres transmiten su "temor" a los hijos sobre esta "etapa complicada". Y aconseja potenciar las virtudes del adolescente.

Es en esta etapa cuando se ven con más claridad y el momento en el que mejor retienen los aprendizajes.

En segundo lugar, "ser muy estrictos", pues sería contraproducente. Cuanto más presionado se sienta el hijo, más rebeldía querrá proyectar. Isabel Rojas advierte "no ir a todas las batallas".

Es mejor seleccionar en qué situaciones el adolescente necesita realmente de sus padres, y en cuales es incluso beneficioso que cometa errores. Hay que aprender a discernir.

En tercer lugar, "no mostrar tus sentimientos". Pues mostrarlos contribuye a una mejor comunicación y mayor disposición del hijo a escuchar a sus padres, además de fortalecer su autoestima y bienestar emocional. 

Por último, "proyectarte en ellos". Los padres deben evitar pretender que el hijo siga sus pasos. Los adolescentes necesitan crear una identidad propia, descubrir por sí mismos sus gustos y aficiones, y desarrollarse con ellos.