La izquierda valenciana prima la inmersión lingüística sobre la mejora laboral de los funcionarios
Las Cortes votan mañana la obligatoriedad de demostrar conocimientos de valenciano a todo aquel que trabaje en cualquier administración.
24 marzo, 2021 19:14Noticias relacionadas
El debate sobre la nueva Ley de la Función Pública que se somete a votación mañana en las Cortes Valencianas ha dejado muy a las claras la existencia de dos bloques ideológicos. De un lado, la izquierda del Botánico (PSOE-Compromís-Podemos) con votos suficientes para aprobar la ley, y de otro el centro derecha: PP, Cs y Vox, contrarios a la norma.
En el trasfondo del debate se pudieron ver dos posiciones claras con motivo del requisito.. Una medida que consiste en obligar a todos los funcionarios del Comunidad, independientemente de si trabajan en la administración local o autonómica, a demostrar sus conocimientos en valenciano.
El Consell quiere desarrollar esta norma el año que viene a través de una comisión que detalle su alcance de la medida. Pero la simple inclusión de la norma ha terminado en bronca cuando la a diputada de Podemos, Estefanía Blanes, ha tensado la discusión calificando el valenciano como la "lengua catalana que hablamos los valencianos".
La provocación de la podemita era más que evidente. Y ante las increpaciones de la oposición el presidente de la cámara autonómica, el nacionalista Enric Morera, ha dejado de lado su imparcialidad para manifestar:"Ha leído la definición de la Real Academia Española de la Lengua, vea usted qué barbaridad".
Inmersión lingüística
El requisito lingüístico, sin ser lo más importante en una Ley de la Función Pública, ha terminado por fijar las posiciones en el debate. Incluso por delante del articulado que, de aplicarse, obligará a dejar sus trabajos a todos aquellos interinos que no aprueben las próximas elecciones.
Para el diputado del PP, José Antonio Rovira, "el nacionalismo quiere hacernos caer en la trampa de que vivimos en una sucursal de Cataluña, cuando la Comunidad tiene territorios procedentes de la Corona de Aragón y otros de la Corona de Castilla".
Hasta tal punto, argumenta Rovira, que "según la Ley de Usos de 1983 un cuarto de la población de la Comunidad reside en zonas netamente castellanohablantes". Y eso nada tiene que ver con casos como el de Galicia, donde le recriminan al PP que su presidente Núñez Feijoo ha hecho una ley parecida.
"Allí todo el mundo habla gallego", señala Rovira. "El nacionalismo va pasito a pasito siguiendo su hoja de ruta y ha encontrado en el PSPV-PSOE el tonto útil para conseguir sus propósitos", agrega el diputado.
El debate llegó a tal punto que la diputada de Compromís Nathalie Torres acusó al diputado de Cs Vicente Fernández de "cosmopaletismo" y se preguntó "qué diferencia hay entre su discurso radical o el de Vox". Fernández le replicó que "hay medio millón de valencianos que me voten a mí o voten a otro, no quieren su hoja de ruta de odio".
Interinos
La primera ley de función pública de la Comunidad Valenciana la aprobó el PSPV-PSOE con Joan Lerma como presidente en 1985. Cuando llegó el PP al Palau de la Generalitat no la derogó, sino que fue reformándola. En 2007 se probó el Estatuto Básico del Empleado Público para todo el territorio nacional y en 2010 el PP tuvo que desarrollarlo por ley.
En el nuevo texto hay mejoras organizativas como la reducción de niveles profesionales que hasta hoy ha lastrado la gestión. También, el desarrollo de la figura del directivo profesional. Pero también hay modificaciones en la interinidad que pueden suponer muchos problemas en el futuro.
El 40% de los empleados de la Generalitat es interino. Según la nueva norma el que no supere las próximas oposiciones se irá a la calle. Podemos ha incluido una cláusula para que cuenten los exámenes aprobados anteriormente. Pero se puede dar el caso de profesionales con más de 15 años de antigüedad que tengan que dejar su trabajo.
En el debate, Rovira ha manifestado al Botánico que en "seis años y no habéis hecho nada. Habéis multiplicado los interinos y los queréis echar a la puta calle". Mientras, Rosa Peris (PSOE), le ha afeado el "enchufismo" del PP, que ha sido el "cáncer de la administración pública".