La ampliación de las restricciones en la Comunidad Valenciana más allá del próximo 12 de abril durante al menos dos semanas más ha encendido la mecha en el sector de la hostelería alicantina, especialmente crítico con la gestión que el Gobierno de Ximo Puig está haciendo de la pandemia.
El presidente de la Asociación de Restaurantes de Alicante (ARA), César Anca, tachó de "absoluta vergüenza" las políticas "que se están aplicando la Generalitat". "Llevan un año prohibiendo y limitando, que parece que es la única solución que aportan. Que se pongan a trabajar".
Por este motivo explicó a El Español que se han presentado ya "más de 2.500 reclamaciones" de hosteleros de toda la provincia en la delegación que el Consell tiene en Alicante, para exigir al Gobierno valenciano "indemnizaciones por impedirnos trabajar con normalidad sin ninguna justificación". La idea de la asociación es llevar el tema a los tribunales si la Administración autonómica no contesta.
Con las restricciones actuales el aforo del interior de los bares y restaurantes está limitado a un tercio en el interior y al 100% en la terraza, pero manteniendo la separación mínima recomendada por Sanidad. La única concesión que se ha hecho es ampliar el máximo de personas por mesa de cuatro a seis. El horario de cierre, una de las cosas más criticadas por los empresarios, se mantiene a las 18 horas.
Imitar el modelo Ayuso
Para Anca, "hay medios para que se pueda garantizar la seguridad en el interior de los locales, lo que pasa es que lo cómodo es prohibir porque así no tienen que hacer nada". El representante de los hosteleros incidió en que "existen fórmulas para no fastidiar la economía, porque muchas familias se van a ir a la ruina si no se ponen ya soluciones".
Entre ellas, aseguró, "imitar el modelo que Isabel Díaz Ayuso está aplicando en Madrid, donde se ha demostrado que se pueden hacer las cosas de otra manera sin que la diferencia de cifras sea tan escandalosa como para justificar el que aquí se mantengan las restricciones".
Otra de las críticas es que las ayudas que se han presentado con el Plan Resistir "no acaban de llegar y hay gente que está al límite, como lo estaba hace ya dos meses". Luego está el "factor miedo, porque la gente ya tiene miedo a meterse en el interior, y eso no va a ayudar con la crisis económica que se nos viene encima".
Por su parte, el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, reclamó a la equiparación de los horarios de la hostelería con los del comercio (20:00 horas) para “no seguir perjudicando a dos sectores que lo están pasando realmente mal”. “Estábamos esperando algo de sentido común y de nuevo nos hemos encontrado con que no lo hay”, agregó.
Para Mazón, el igualar el horario comercial con el de la hostelería “es absolutamente fundamental, primero porque tiene sentido, segundo porque no entraña más riesgo, tercero porque la hostelería está haciendo muy bien los deberes y cuarto porque es bueno que hostelería y comercio vayan de la mano”.
El presidente de la Diputación insistió en que no existe ningún dato absolutamente “dañino” respecto a estos establecimientos, “ni nada en el comportamiento de nuestros profesionales que indique lo contrario”.
Asimismo, el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Alicante anunció ayer que presentará en el próximo pleno ordinario de abril una declaración institucional para instar al Consell a rectificar las nuevas medidas restrictivas anunciadas para los sectores del ocio, turismo y hostelería.
La vicealcaldesa de Alicante, Mari Carmen Sánchez, afirmó que "la hostelería está pagando los platos rotos de la pandemia y se ha demostrado que son seguros y cumplen con la normativa de seguridad, y además el cierre lo único que consigue es que pasemos de un ocio controlado a fiestas ilegales".