Alicante es la segunda provincia española donde más ha crecido el padrón durante 2020, el año de la pandemia. Las estadísticas provisionales de Migraciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que el número de ciudadanos en la provincia aumentó en 9.193 personas, hasta los 1.894.752.
Esta subida es la segunda del país, solo por detrás de Málaga, que pasó de 1.883.505 empadronados a 1.696.252 (12.747 más); muy cerca de las cifras de Alicante se quedan Islas Baleares, con casi 9.000 personas, y la Región de Murcia, con unas 8.500.
Alicante encadena así seis años en aumento, y se consolida no solo como la quinta provincia más poblada de España, sino también la quinta con mayor densidad (superior a las 332 personas por kilómetro cuadrado), detrás de Madrid, Barcelona, Vizcaya y Guipúzcoa.
En el conjunto de la Comunidad Valenciana la población creció en 2020 un 0,33%, hasta alcanzar los 5.045.885 habitantes. Tras Alicante, Valencia experimentó el mayor aumento con 5.346 personas más y Castellón con 2.005. Es el segundo año en el que la región supera los cinco millones de personas, con una clara tendencia alcista en sus provincias en el último lustro.
Densidad de población por kilómetro cuadrado en las provincias españolas.
Tal como informó EL ESPAÑOL, una parte importante de este crecimiento poblacional se ha dado en la capital alicantina, donde el Ayuntamiento estima que los empadronados aumentaron en 7.000 personas en 2020, uno de los mayores booms de los últimos años.
Las mismas fuentes indicaron que estas cifras han permitido que la ciudad supere por primera vez la barrera de los 350.000 habitantes, hasta los 350.577. Eso quiere decir que se encuentra justo por detrás de Bilbao, e incluso que puede superar a la capital vasca si ha habido algún descenso (su provincia, Vizcaya, ha perdido unas 3.000 personas según el INE).
Resto de España
En total cinco autonomías y Ceuta y Melilla registraron un descenso de población en 2020, a pesar de que la inmigración extranjera volvió a aumentar en todo el país y contribuyó a compensar el incremento de la mortalidad y el descenso de la natalidad registrados el pasado año por la pandemia.
Según los datos publicados este miércoles por el INE, la población descendió el año pasado en el tercio noroeste, salvo Cantabria y La Rioja, más en Castilla y León (0,58%), Asturias (0,58%), Extremadura (0,37%), Galicia (0,21) y País Vasco (0,16%), además de en la ciudades autónomas de Ceuta (0,69%) y Melilla (0,54%)
Por el contrario, aumentó sobre todo en ambos archipiélagos, un 0,72% en Baleares y un 0,33% en Canarias; y en comunidades mediterráneas, un 0,55% en Murcia y un 0,33 en la Comunidad Valenciana.
También creció en Andalucía (0,28%), Cantabria (0,26%), Cataluña (0,23%), Navarra (0,19%), Castilla-La Mancha (0,19%), Madrid (0,08%), La Rioja (0,08%) y Aragón (0,07%).
En el conjunto de España, la población creció un 0,13% hasta situarse en 47.394.223 habitantes, tras registrase un saldo migratorio con el exterior positivo de 216.244 personas (465.721 inmigraciones procedentes del extranjero y 249.477 emigraciones con destino al extranjero) y un saldo vegetativo negativo de 153.167 personas (338.435 nacimientos frente a 491.602 defunciones).