Cárcel para el repartidor de Correos de Alicante que se quedaba con la correspondencia

Acumular decenas de cartas y avisos durante años, en lugar de entregarlos a sus destinatarios, le va a costar muy caro a un cartero de la ciudad de Alicante que, salvo revisión de su pena por instancias judiciales, va a ingresar en la cárcel. 

Extrabajador de Correos, ha sido condenado a dos años y medio de prisión (Fiscalía reclamaba tres) por la Audiencia Provincial de Alicante por estos hechos, descubiertos al ser acumulados por él mismo en una casa de aperos del pequeño municipio de Monforte de Cid, en la comarca del Medio Vinalopó, cuya capital es Elda.

La sentencia de la Audiencia de Alicante se produce después del veredicto de culpabilidad por parte de un jurado popular, que no dio crédito a la versión del condenado. Este hombre había sostenido durante las sesiones judiciales que había sido "víctima de una persecución" por parte de sus jefes de Correos y que todo era "un montaje".

El fallo le condena por haberse apropiado de correspondencia que debería haber custodiado y distribuido a sus destinatarios en el ejercicio de su profesión en la unidad de reparto número 1 de la ciudad de Alicante. 

Además, le impone el pago de una multa de quince meses y medio de sanción con cuota diaria de 6 euros y le inhabilita para el desempeño de empleo o cargo público por un plazo de cuatro años y medio.

En una casa de aperos 

Los hechos enjuiciados tuvieron lugar a partir de una fecha indeterminada que no se ha podido especificar hasta el 9 de noviembre de 2016 cuando agentes de la Policía Nacional decomisaron en la casa de aperos de Monforte del Cid cajas con el anagrama de Correos en las que había 158 avisos de llegada de entrega domiciliaria, otros 45 avisos en blanco y 67 cartas y sobres de suministros, empresas y bancos a nombres de diferentes personas y zonas de Alicante.

Se considera probado que el acusado "era consciente de que le fue encomendada la custodia de dichos envíos postales y cartas en razón de su cargo y que debía entregarlos a sus destinatarios" por lo que cree acreditada la comisión del delito que se le imputaba.

"Ya fuere por simplemente no dar cumplimiento a sus tareas de reparto o por cualquiera otra motivación, (el acusado) procedía a apartar del curso debido de su entrega a sus destinatarios determinados avisos, envíos y cartas, que almacenaba en una finca rural apartada de su zona de trabajo", según la audiencia provincial de Alicante.