Las pozas se convierten en impresionantes piscinas naturales rodeadas de fauna y vegetación, parajes ideales para desconectar o pasar un día divertido con amigos. En la provincia de Alicante hay varios de estas pequeñas lagunas que merece la pena conocer. Alcoy, Callosa d'Ensarrià, Planes, Banyeres de Mariola, Beniarrés y Elda son los municipios de la provincia que guardan están playas de interior.
En la ciudad de Alcoy se encuentra el Racó de Sant Bonaventura, un paraje natural situado entre los parques naturales de la Sierra de Mariola y el Carrascal de la Font Roja. Este rincón destaca por sus pozas y cascadas o saltos de agua provenientes del río Polop.
El camino del Canalons es una ruta de subida pero corta que lleva directamente a la parte alta de la cascada, desde donde se puede apreciar el río y su vegetación frondosa. La zona destaca por la presencia de molinos harineros del siglo XVIII, que aprovechaban el agua de los saltos para funcionar.
Para aquellos que prefieren conocer el sitio andando, hay una popular ruta que comienza en la Vía Verde de Alcoy, a la altura de la Masía de Mota, un hotel rural, y cuyo itinerario está marcado por paneles informativos. Desde el Ayuntamiento de Alcoy informan de que la zona de baño no está regulada.
A tres kilómetros del centro urbano de Callosa d’Ensarrià, están las Fuentes del Algar, un paraje natural con un recorrido de 1,5 kilómetros de longitud que atraviesa el cauce del río Algar. A lo largo de todo el afluente se forman cascadas y embalses naturales que, acompañados de la vegetación típica mediterránea, ofrecen una panorámica espectacular. Desde 2002, este espacio está considerado 'Zona Húmeda Protegida por la Generalitat.
Durante la época estival, la mayor parte del agua proviene de los pozos situados en el nacimiento de las fuentes, que posteriormente van a parar al pantano de Guadalest, una zona que también tiene zonas de baño en la cola del embalse.
El entorno de las Fuentes del Algar cuenta con una oficina turística, zona de picnic, un camping y varios restaurantes en la zona. Al ser un espacio reducido y bastante visitado en verano, cuenta con aforo limitado, por lo que es recomendable comprar la entrada antes en la web oficial.
Situado en Planes, una pequeña localidad del interior de Alicante, se encuentra el Gorg de Salt. Se trata de una pequeña cascada que forma una laguna o piscina natural. Para llegar a ella, solo hay que atravesar el Barranco de la Encantada, un afluente de agua intermitente que discurre entre dos barrancos: el de la Gleda y el de les Rotges.
El barranco siempre tiene agua, pero es en otoño, con la llegada de las lluvias, cuando presenta mayor caudal. Si visitas este lugar, merece la pena dar un paseo por todo el sendero del Barranco de la Encantada, darse un chapuzón en el salto, y después sentarse a comer algo en los merenderos.
El Molí de l’Ombria es una zona de acampada situada en la parte central del término municipal de Banyeres de Mariola. El río Vinalopó atraviesa la zona y crea una piscina natural, famosa por estar próxima a un molino con el mismo nombre.
Esta pequeña laguna dispone de duchas, fuentes, merendero, y hasta un circuito de ciclocross. Es el punto de partida de muchos senderistas porque cerca hay sitios de interés como La Peña la Blanca y el nacimiento del río Vinalopó. Además, desde allí se puede empezar la ruta Dels Molins, un itinerario que recorre los tres molinos más populares de Banyeres.
En la pequeña localidad de Beniarrés, se encuentra Els Plans de Senabre, la zona recreativa del barranco de la Encantada. Aunque no hay que confundirlo con la zona de baño del barranco de la Encantada (Gorg de Salt). Situado a medio camino entre el barranco de la Encantada y el río Serpis, hay una pequeña laguna de agua casi verde, que debe el color a la riqueza de su fauna.
Sin embargo, este es un sitio más para ir a caminar, desconectar y apreciar la naturaleza, que una zona de baño. Tiene hasta su propia microrreserva, la de Alt de Senabre. Para darse un chapuzón es mejor ir hasta el Gorg de Salt.
La ruta de las piscinas naturales llega hasta Petrer, una localidad situada a media hora de distancia de la ciudad de Alicante. Allí se encuentra La Rambla de Puça, un manantial histórico para la población que se mantuvo seco durante 25 años, hasta que el agua brotó de nuevo en 2013.
La rambla se convierte en un afluente estacional del río Vinalopó, sobre todo gracias a las lluvias de la primavera. Una ruta de unos 7 kilómetros recorre todo el paraje natural rodeado de cuevas y molinos harineros. Uno de los molinos que hay dentro de la rambla es el Molí del Salt, aunque está en ruinas. Del paraje destaca además su característico verde y un gigantesco pino torcido situado en la entrada a la poza del Salt.