Un alicantino, víctima de abusos sexuales, habla de la importancia de contarlo a pesar del miedo
Un sacerdote abusó de él cuando tenía ocho años. Cuarenta años después se ha atrevido a denunciarlo en los juzgados, pero el delito ha prescrito.
7 febrero, 2022 15:14Noticias relacionadas
Miguel, un vecino de Cocentaina de 49 años que asegura haber sido víctima de abusos sexuales por parte de un sacerdote cuando era menor, ha confesado este lunes el "alivio" que ha sentido al conocer que se investigarán los hechos que sufrió durante su infancia. "Llevo escuchando estas noticias anualmente, pero sé que esta vez sí", ha asegurado en una entrevista.
Miguel ha pedido a las víctimas de abusos, como él, que "lo hablen" y que "no se preocupen" por el miedo ya que, a su juicio, estas investigaciones servirán para que "quien lo esté haciendo, se piense dos veces" si seguir.
Esta víctima acudió la pasada semana al juzgado pese a saber que ya no podía denunciar judicialmente estos hechos por haber prescrito, puesto que se realizaron a principios de los ochenta, pero ha destacado que allí recibió ayuda psicológica.
Durante su relato, ha recordado que si bien esto le pasó con ocho o nueve años -ahora tiene 49-, no fue capaz de contárselo a nadie hasta que se casó porque, como le decía el 'Padre A.' -su presunto abusador-, eso era "cosa de hombres", por lo que nunca se decidió a comentarlo en casa, ni tampoco a amigos.
Miguel ha señalado que su abusador era su profesor de religión, un hombre "muy bueno" y al que los niños se arrimaban. Sin embargo, pasó de "un besito o un caramelito" a, más adelante, intimar con él y subir a la habitación del hombre, que le obligó a masturbarse con una revista pornográfica homosexual mediante.
Ha indicado que como en el colegio se había hecho monaguillo, podía acceder al recinto de los sacerdotes y que fue entonces cuando "una vez o dos veces por semana" subía a la habitación del sacerdote, donde le "bajaba un poco la cremallera", le "tocaba" e incluso le realizaba felaciones, según su relato.
Ha lamentado que esto sucedió durante más de un año y que mientras él lo hacía, el sacerdote "a veces se masturbaba con la mano al bolsillo".
Asimismo, ha asegurado que en 2007 envió una carta relatando los hechos a un "alto en la jerarquía eclesiástica" -'padre B'- y le contestó por teléfono que habían constatado la veracidad de los hechos y habían retirado al sacerdote, aunque le advirtió de que no dijera nada más allá del estamento religioso.
Este mismo lunes se ha conocido que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha encargado a Carmen Calvo que colabore en la defensa de la proposición no de ley para que el Defensor del Pueblo investigue los abusos a menores cometidos en la Iglesia, iniciativa para la que el PSOE espera contar con el apoyo de la mayoría de grupos.