Alicante

La ayuda psicológica en momentos en los que se vive una desgracia, como la del parricida de Elche, es muy importante. Por ello, un grupo de psicólogos de Cruz Roja junto a la Unidad Especializada de Orientación de la Conselleria de Educación ha atendido durante toda la mañana a alumnos y profesores del menor de 15 años que presuntamente asesinó a sus padres y su hermano el pasado martes en la pedanía de Algoda, con el objetivo de ayudarles a asimilar sus emociones ante lo ocurrido.

La atención psicológica ha comenzado esta mañana en el instituto periodista Vicente Verdú, el último construido en Elche hace apenas unos meses y al que acudía el menor de 15 años, y en el colegio Els Garrofers donde era alumno su hermano de 10, ya que ayer fue festivo no lectivo en la ciudad y los centros educativos no abrieron sus puertas.

Una ayuda que, según ha explicado la responsable del equipo de respuestas inmediatas de Cruz Roja Alicante, Conchi Navarro, ha sido demandada por los propios compañeros y profesores del menor pero también por algunos padres de alumnos del centro educativo.

Según Navarro, "cada uno vive el duelo de una forma" y hay que favorecer la "ventilación emocional", para que cada uno exprese lo que sienta, "tristeza, enfado, inseguridad o incertidumbre por lo ocurrido" en el momento que lo necesite.

Ante esta situación ha destacado también la importancia de orientar al profesor, para que "fomente la participación en la expresión de los sentimientos" a los alumnos, a la vez que se recomienda "explicar toda la verdad" a los menores para que se sientan "seguros y protegidos a la hora de expresar las emociones".

Navarro ha afirmado que un hecho tan traumático como este si no se exterioriza puede afectar de forma física con dolores de barriga o temblores de piernas.

De esta forma, ha dicho, hay que dejarles hablar "cuando estén preparados" porque ningún duelo es igual y "cada uno reacciona de forma diferente".

Triple asesinato

Los hechos tuvieron lugar el pasado martes en la casa familiar de la pedanía ilicitana de Algoda tras una discusión con su madre por las malas notas, por el que fue castigado sin wifi.

En ese contexto, el joven de 15 años disparó mortalmente a su madre y a su hermano con una escopeta de caza. Después esperó unas horas a que su padre llegara a casa de trabajar para acabar con su vida también. Mantuvo los cadáveres escondidos durante días en el cobertizo de la casa, mientras él siguió haciendo vida 'normal'. Llegó incluso a hacerse pasar por su madre para contestar los mensajes que le llegaban al móvil, y así evitar sospechas. 

Todo acabó cuando el pasado viernes una vecina que se cruzó con él, le pregunto por el paradero de los padres, ya que llevaba tiempo sin verlos. Él le contestó la verdad con total normalidad, y fue esta vecina la que llamó a Emergencias para informar sobre lo ocurrido. 

El Español de Alicante adelantaba esta mañana que Santi, el adolescente de 15 años acusado de matar a toda su familia con una escopeta podrá estar privado de libertad como mucho hasta los 20 años, según la legislación española actual. Asimismo, los tres primeros años serían en un centro de menores en régimen cerrado, donde ya ha sido ingresado después de haberlo decretado la juez, y luego pasará los otros dos en una prisión, si así lo considera el juez. Después podrá salir, aunque en régimen de libertad vigilada hasta que cumpla los 23.

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