Tan sólo un año después de que la II Internacional Socialista de París (1889) instituyese el primero de mayo como jornada conmemorativa internacional de los sucesos de Chicago de 1886, la ciudad de Alicante vivió su primera concentración de trabajadores para reivindicar mejoras laborales.
En todo el mundo había conmocionado la conocida como "masacre de Haymarket" después de que alguien lanzase una bomba contra los agentes de policía, seis de los cuales murieron y varias decenas terminaron heridos. La respuesta policial terminó con la muerte de 38 manifestantes y un centenar de heridos.
Sin embargo, en la provincia de Alicante se habían producido hechos previos, en la cercana ciudad de Alcoy en 1873, que también han quedado para los anales y que seguían muy presentes en las mentes de los trabajadores alicantinos.
Se trataba de la "revolución del Petrolio". Como en el caso de Chicago posteriormente, la revolución alcoyana también exigía entre otras cosas la reducción de la jornada laboral.
Los obreros de la incipiente industria textil, en su mayoría anaquistas, trataron de deponer al alcalde Agustín Albors por una junta revolucionaria. Las referencias a la Comuna de París de 1871 no se hicieron esperar.
La reacción municipal de disparar a los amotinados dejó tres muertos. Y los obreros terminaron levantándose en armas. En total murieron 15 personas, entre otros, el propio alcalde. Y los obreros impusieron su poder. La represión posterior incluso fue recogida por Friedrich Engels en sus escritos (Los bakuninistas en acción. Informe sobre la sublevación española del verano de 1873) y provocó la quiebra del Gobierno español.
Según el historiador alicantino Francisco Moreno Sáez, "en 1876 quedaban encarcelados en la ciudad ciento cuarenta y dos obreros que se redujeron a dieciséis en 1881, tras un sobreseimiento, y a seis únicamente a partir de 1883".
1 de mayo de 1890
Sin embargo, en el resto de Alicante la celebración del 1 de mayo comenzó como una movilización republicana y socialista, y no de corte anarquista como la alcoyana. Habían pasado 17 años y estaba en plena vigencia la Restauración monárquica con la regencia de María Cristina de Habsburgo y la presidencia del liberal Mateo Sagasta.
Ese primero de mayo no era festivo, por lo que los movimientos obreros pretendían realizar la primera manifestación tres días después, en domingo. Pero casi de forma espontánea se produjo una concentración de un centenar y medio de trabajadores en la Rambla de Méndez Núñez que apelaron a los albañiles que trabajan en dos obras cercanas para que dejasen las herramientas y les acompañasen.
La comitiva se dirigió entonces al cercano puerto de la ciudad y a ellos se les unieron los estibadores y otros profesionales portuarios. Y desde ahí se encaminaron a la Gobernación Civil de Alicante que en aquel entonces dirigía Manuel Somoza (que dimitiría a los dos meses) para solicitar que la marcha se realizase el 2 de mayo.
Así pues, la manifestación oficial del 1 de mayo de 1890 tuvo lugar al día siguiente, con la concentración de un millar y medio de obreros en la plaza Ruperto Chapí (Teatro Principal), desde la que partió una marcha (insisten las crónicas "pacífica") hacia la Gobernación Civil, donde se le hizo entrega a Somoza las reivindicaciones de reducción de la jornada laboral.