Alicante

El Banco de España (BdE) prevé subir en los próximos meses los tipos de interés (se espera en julio y septiembre un 0,25%) ante la anunciada subida de De Guindos en el Banco Central Europeo (BCE). En este contexto, la Comunidad Valenciana se halla ante un escenario muy preocupante ya que durante dos Gobiernos de Ximo Puig (y Mónica Oltra), la Generalitat ha aumentado la deuda de la región en 13.756 millones de euros según datos del propio BdE. Desde el PPCV, el diputado de Hacienda Rubén Ibáñez, habla ya de "bancarrota".

Puig asumió los mandos de la Generalitat en junio de 2015 con una deuda autonómica de 40.063.599.000 euros. En diciembre de 2021, última fecha recogida por el BdE, esta deuda se ha aumentado hasta los 53.819.755.000 euros. Cinco meses después el PPCV calcula que actualmente la deuda autonómica supera los 15.000 millones de euros.

Las razones de este incremento son el gasto descontrolado de los Gobiernos de PSOE-Compromís-Podemos y la ingeniería financiera "ideológica" desplegada por el conseller de Hacienda, Vicent Soler, que dejó el cargo hace dos semanas.

Soler ha incrementado desde el año 2017 los presupuestos valencianos en unos "ficticios" 1.325 millones de euros anuales (el año pasado y este 1.336 millones) como reivindicación de la infrafinanciación de la Comunidad. O lo que es lo mismo, el dinero que no ha percibido -y que en su opinión debería haber percibido- del Estado la región. 

Sólo por esos incrementos ficticios de dinero que no ha llegado vía financiación autonómica, se ha aumentado artificialmente la deuda en 7.972 millones de euros en todo este tiempo. Y a eso hay que añadir las constantes superaciones de los límites de deuda fijados por BdE.

Justificación ideológica

De hecho, hasta la propia Sindicatura de Cuentas de la Comunidad Valenciana, ha justificado los malos datos con este mantra en su último informe: "desde el inicio del Estado de las autonomías, la Generalitat Valenciana ha sufrido un déficit presupuestario estructural, especialmente intenso a partir de 2009, que ha provocado que sea la comunidad autónoma más endeudada respecto a su PIB".

"Este déficit no viene provocado por efectuar unos gastos superiores a la media autonómica, sino por unos ingresos inferiores a ella, entre los que destacan los procedentes del sistema de financiación autonómica", añade la Sindicatura.

Pero desde el PPCV, Ibáñez asegura que más allá de lo presupuestado, las cuentas de la Generalitat son "absolutamente irreales" cuando se estudia su grado de ejecución. Y es que anualmente, asegura el diputado del PP, en los capítulos de Educación, Sanidad y Políticas Sociales, se dejan de ejecutar alrededor de 4.600 millones.

En cualquier caso, la política del PP hasta 2014 pasaba por amortizar cerca de 1.000 millones anuales de deuda y en la actualidad se han cambiado las condiciones de los préstamos a largo plazo, de modo que sólo se amortizan 300 millones.

Para este año 2022, los Presupuestos de la Generalitat Valenciana alcanzan ya los 27.967,5 millones, un 9,1% de incremento respecto al año anterior. Las últimas cuentas de la Generalitat de Alberto Fabra se situaron en torno a los 17.000 millones de euros.

"El problema es que se está convirtiendo el gasto corriente en estructural. Las facturas y los sueldos se entran pagando con deuda que debería ser, en todo caso, para actividades productivas e inversiones. Durante los tres o cuatro primeros meses del año los recibos y las nóminas de los funcionarios se pagan a crédito. ¿Cómo definiríamos la situación de una familia que tiene que pedir un crédito para pagar la luz?", concluye Ibáñez.

Noticias relacionadas