Tras una normalización de las temperaturas desde el pasado lunes, vuelve el bochorno a la provincia de Alicante el fin de semana. El portal especializado en información meteorológica MeteOrihuela ha alertado en redes sociales de una ola de polvo sahariano que afectará este sábado, domingo y lunes al flanco oriental de la Península Ibérica y a Baleares.
"A priori", indica, "no será una concentración de partículas elevada". Pero sí habrá un "cielo blanquecino y/u opaco, incrementando la sensación de bochorno".
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El pasado lunes las temperaturas se normalizaron tras el anómalo calor registrado en las tres primeras semanas de junio, con una ola de calor incluida en los días centrales del mes, que podría ser el primero o segundo más cálido desde 1950.
Así lo señaló la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), quien indicó que junio de 2022 ha tenido una temperatura media muy similar a la de 2003, que es el más cálido en la Comunidad Valenciana, y este mes será probablemente el primero o segundo más cálido desde al menos 1950, superando a 2012 y 2017.
"Si no hacemos algo, las temperaturas subirán 6 grados"
Por su parte, el delegado territorial en la Comunitat Valenciana de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Jorge Tamayo, ha advertido este viernes de que hasta 2040 el aumento de la temperatura está casi garantizado entre 1,8 y 2 grados, y si no se adoptan medidas podría alcanzar los seis grados.
Tamayo ha comparecido este viernes en la comisión especial de estudio de las Cortes Valencianas sobre las medidas de prevención de los riesgos derivados de los fuertes temporales.
También señalado que independientemente de las medidas que adoptemos ahora para paliar los efectos del cambio climático la temperatura va a seguir subiendo hasta los años 2030 y 2040, debido a la inercia de los años anteriores.
"Hagamos lo que hagamos ahora vamos a sufrir 20 años más de altas temperaturas porque estamos viviendo de lo que emitimos antes y estamos hablando de horizontes temporales que muchos los vamos a vivir", ha añadido.
Tamayo insiste por ello en que "tenemos que procurar mitigar esas emisiones" porque el cambio climático "no es algo que vaya a ocurrir, es algo que ya está ocurriendo y va a seguir haciéndolo y hay que intentar paliar ese nivel de ocurrencia".
El experto señala que el clima "está cambiando claramente y lo estamos observando", con la subida de la temperatura media, precipitaciones más intensas, noches tropicales -por encima de los 20 grados- que han pasado de unas diez al año a prácticamente todo el verano -entre 80 y 90 noches- y la temperatura del agua del mar también ha aumentado.
"Todo eso tiene que ver con que hay más energía en la atmósfera y hace que los fenómenos sean más violentos", explica, y pone como ejemplo el temporal Gloria (enero de 2020), que fue extraordinario por el temporal marítimo, con olas de 8,5 metros (la más alta desde 1956), nevadas intensas en el interior y rachas de viento de más de 100 kilómetros por hora acompañadas de récord de precipitaciones en cien años en zonas como la de Ontinyent.
Según Tamayo, hasta ahora hay gran coherencia entre lo que se va observando y lo que nos dicen los modelos de predicción que es que la temperatura va a aumentar y la previsión que también lo hagan las precipitaciones más intensas.
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"Si las temperaturas suben lo normal es que sigan aumentando los efectos adversos. Globalmente el planeta se calentará, habrá más energía y temporales más intensos", ha agregado.
"Las olas de calor van a ser mucho más intensas y posiblemente empecemos a hablar de olas de calor de temperaturas de 50 grados" en España, advierte.
Recuerda que el pasado año en la zona de Alaska se llegaron a temperaturas de casi 40 grados y ayer en Laponia estaban con 34 o 35 grados, lo que demuestra que "aquí está pasando algo".
La mitigación de esta situación, añade, depende de que se apliquen las medidas que los científicos defienden, aplicara los protocolos contra el cambio climático, como el Acuerdo de París, y bajar los gases de efecto invernadero. Medidas en definitiva "políticas, económicas y tecnológicas", concluye Tamayo.