El incendio originado en Bejís, en la provincia de Castellón, ha dejado entre 12 y 14 heridos de diversa consideración por quemaduras en un tren que circulaba a la altura de Torás, después de que los pasajeros hayan tenido que salir por su propio pie de los vehículos envueltos en llamas. Entre los heridos hay una madre de 58 años con quemaduras extensas y pronóstico grave y su hija de 15, con pronóstico leve y un 7 % de la superficie corporal quemada.
Según ha explicado la delegada del Gobierno en declaraciones a À Punt, Pilar Bernabé, el accidente se ha producido cuando la maquinista ha visto que caía ceniza y ha decidido volver con el tren en la dirección de origen.
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En la maniobra de vuelta ha habido un grupo de viajeros que ha abierto las puertas y han salido del tren al entrar en pánico; en ese momento, han sido alcanzado por las llamas en algún punto a la altura de Torás. Algunos de los viajeros que han salido del tren han regresado al mismo y otros se han desplazado a pie hasta Caudiel, donde han sido recogidos.
En total, según fuentes de la Conselleria de Sanidad, hay cuatro heridos por quemaduras, tres de ellos graves, y entre ocho y diez heridos leves.
De los heridos graves, uno ha sido trasladado en helicóptero al hospital La Fe de València, mientras que los otros dos han sido llevados en SAMU a La Fe y al Hospital Clínico de València.
El herido por quemaduras menos graves ha sido trasladado en un soporte vital básico (SVB) al hospital de Sagunto, y los heridos leves han sido llevados al hospital de campaña que se ha habilitado en Jérica, según las mismas fuentes.
En total son algo más de mil personas desalojadas por este incendio declarado en la provincia de Castellón, que han sido alojados en albergues, instalaciones deportivas y domicilios de familiares o de familias solidarias.
Estos datos los ha dado a conocer esta noche el president de la Generalitat, Ximo Puig, tras asistir a una reunión del Centro de Coordinación Opertiva Integral (Cecopi) para analizar la evolución del incendios forestales.
La evolución del incendio es "extraordinariamente complicada, muy difícil", ha asegurado Puig, por los continuos cambios de dirección del viento, que ha obligado a desalojar a unas mil personas de Bejís, Torás y Teresa, localidades con un población de varios centenares de personas cada una de ellas, pero que en verano duplican la población.
Tras expresar su preocupación por la evolución del fuego, el president de la Generalitat ha recalcado que la prioridad es preservar la seguridad de los efectivos que intervienen en la extinción y de la población en general, a la que ha pedido mantener la calma, máxima prudencia y seguir las indicaciones que en cada momento marquen las autoridades.
Puig ha comentado también que la dirección técnica del incendio se está planteando un cambio de estrategia en la extinción, ya que se espera que mañana las condiciones climatológicas sean más favorable, aunque hay que evaluar la situación en cada momento.
Ha comentado también que son "momento tristes", pues cada incendio acaba con un parte del patrimonio natural, que es una parte fundamental en esta comarca, la del Alto Palancia castellonense.
Estado de incertidumbre
Las próximas horas serán de incertidumbre en función de la evolución de las llamas, ya que el fuego es muy escandaloso por la noche, aunque de momento no se plantean nuevos desalojos, por lo que Ximo Puig ha pedido calma a la ciudadanía y seguir las indicaciones de los alcaldes, con quien se reunirá esta misma noche para informarles de la situación del incendio y coordinar las acciones que se puedan tomar.
En las últimas horas, la fuerza del viento ha facilitado la propagación de las llamas, al tiempo que ha seguido consumiendo masa forestal, por lo que las hectáreas quemadas serán más de las 800 estimadas esta misma mañana, convirtiéndose así en uno de los más graves registrados en los últimos años en la Comunitat Valenciana.