César Monzonis, vecino de Benimassot, uno de los municipios alicantinos desalojados por el incendio de la Vall d'Ebo, aún activo, ha asegurado este miércoles que ha pasado de "la rabia y tristeza al agradecimiento a la gente" que está acogiendo a los desplazados en sus pueblos.
"Nos están tratando maravillosamente", ha contado el desalojado en declaraciones a Efe sobre los vecinos de Balones, el pueblo alicantino donde algunos de los residentes de Benimassot se han desplazado y han sido acogidos. Ha confesado que le sorprendió cuando los lugareños de Balones "iban preguntando si teníamos casas para prestarnos la suya".
Monzonis ha relatado que este martes, cuando les desalojaron de Benimassot, "tan solo" llegó a Balones con una mochila. "No llevaba ni ropa ni nada", ha dicho, aunque ha explicado que "la Guardia Civil está dejando a los vecinos venir a coger algo de las pertenencias para la familia".
Este vecino de Benimassot, que se encuentra "con el corazón en el puño y con rabia e impotencia", ha asegurado que no le sorprende que esto haya pasado porque "está toda España igual y los montes no están limpios". Del mismo modo, ha querido agradecer a los bomberos, a la Guardia Civil y a la gente "su ayuda y labor".
Por su parte, Francisco Soler es un residente de Balones que ha acogido en su casa a cuatro desalojados de Benimassot por el incendio de Vall d' Ebo, que ha quemado 15.000 hectáreas y tiene un perímetro de 85 kilómetros.
"Llegaron en unas circunstancias muy desagradables y básicamente utilizamos la empatía, de modo que todo te resulta más fácil", ha indicado.
La solidaridad de Balones para los desalojados de Benimassot ha sido "inmensa", ha manifestado Soler, quien ha señalado: "Si nos pasara a nosotros, ellos harían lo mismo por nosotros también. Seguro que sí".
Fageca, otro pueblo desalojado
Fageca es otro de los municipios alicantinos desalojados por el incendio de Vall d'Ebo y, según su alcalde, Ismael Vidal, "aunque la zona está bastante controlada, no hay que arriesgarse y seguir las indicaciones".
"El lunes nos evacuaron mientras valorábamos el perímetro de la zona junto a la Guardia civil", ha recordado Vidal, quien ha explicado que "les llamaron en ese momento para que evacuásemos el pueblo", asegurando que fue "rápido y tranquilo, y que la mayoría de personas fueron a casas de vecinos amigos y tan solo tres fueron al albergue de Muro de Alcoi" habilitado por Cruz Roja.
Por su parte, una concejal de Fageca, Isabel Sancho, resalta que como iban a empezar las fiestas la semana que viene "era un momento más fácil para desalojar porque todo el mundo tenía familiares".
Además, ha revelado que un pequeño grupo de vecinos "nos estamos coordinando para ayudar a otros pueblos y para indicar a bomberos porque conocemos la zona", añadiendo que ahora mismo lo importante es "dar tranquilidad a los vecinos".
El incendio de Vall d'Ebo ha obligado al desalojo de varias poblaciones. A los municipios de Benimassot y Fageca se añaden otras localidades evacuadas, como son Tollos, Famorca, La Vall de Alcalà y Beniaia, que suman unas 1.500 personas, a las que se ha dado cobertura junto con Cruz Roja mediante albergues instalados en Pego y en Muro de Alcoy, aunque muchas de ellas se han acogido en viviendas de allegados y amigos.